Il Casanova di Federico Fellini

Es una pena , que un personaje histórico tan interesante como Casanova no se le haya tratado con mas justicia y verosimilitúd en el cine en general. En el caso que nos ocupa es una ocasión desaprovechada por Fellini, que se limita a resumir sin una coherencia argumental clara la trayectoria del mitico seductor ( que con las pintas que tiene , no se a quien va a seducir la verdad ) . El señor Sutherland hace lo que puede, pero con un guión tan pobre y anarquico, la verdad poco puede hacer , la mayoría del film se limita a soltar discursos grandilocuentes y tontorrones , con unos secundarios vestidos con un vestuario imposible que hiere la vista de verlo. por otra parte las supuestas dotes amatorias de Casanova brillan por su ausencia, mas bien parece un gimnasta olímpico , que un refinado amante, lo dicho una ocasión desperdiciada de haber echo algo mejor, la mania de Fellini de dejar su sello de autor en esta película la estropea y encima es demasiado larga para lo que cuenta y como lo cuenta.

211/02(02/07/11) Teatral y barroca recreación de la mítica vida de Giacomo Casanova pasada por el bizarro filtro del popular realizador italiano Federico Fellini. Es una obra con una marcadísima puesta en escena teatral, no solo no lo esconde si no que utiliza estos recursos para indicarnos la naturaleza cuasi-operística del protagonista. Es una comedia crepuscular que nos relata la vida del mujeriego veneciano desde poco antes que tuviera que huir de la ciudad de los canales, nos cuenta su encarcelación, escapada y exilio por cortes europeas, el surrealismo más pomposo pasa ante nuestra vista, una dirección artística de impacto visual, muy imaginativa, obra de su colaborador habitual Danilo Donati, unos decorados rimbombantes, así como una fotografía hiperluminosa de Giuseppe Rotunno, otro habitual del realizador, de un colorido fastuoso que bebe de los cuadros de la época para realizar estupendos lienzos en movimiento. La cinta está recorrida por unos personajes que van de lo bufo a lo grotesco, en este término cabe meter al protagonista, Donald Sutherland lo encarna de modo melancólico, caracterizado de modo caricaturesco, alejándolo de una imagen preciosista, es el antiglamur, realiza un trabajo magnífico, lo dota de un alma de perdedor, emite hastío, amoralidad, es un ser mezquino, patético, ridículo, estos rasgos lo humanizan, lo cual despierta en nosotros las simpatías, y es que esta una obra desmitificadora en la que asistimos al ocaso por el que sus mejores años ya pasaron dejando traslucir tras de sí la amargura. Pretende ser también el fresco de una época decadente, donde todos se maquillaban como payasos, vestían ropas incomodas, se rodeaban de hipocresía, todo era fatuo, vacío de contenido y ahí el ‘Rey’ era Casanova, un maestro de los sentimientos huecos, usado por los demás como una atracción de feria y que como premio obtuvo una vejez solitaria. Fellini pone toda su lírica visual al servicio de lo que para él es un perdedor. Recomendable a los que gusten del barroquismo felliniano, triturando a un icono. Fuerza y honor!!!

Por qué hacer una obra cutre cuando tienes posibilidades de rodarla a lo grande? Pues precisamente por el mismo personaje de la película, Casanova, el libertino más famoso de la historía, para mostrar que su vida realmente era una gran mentira, era un embaucador embustero, nunca mostraba sentimientos reales porque quizás no los tuviera, sólo estaba interesado en el sexo.
Por eso Fellini optó por dar una apariencia falsa a todo el film, y hay muchas referencias al respecto.
Tal vez no sea la mejor obra de Fellini pero deja sobradas muestras de que es un grande.

Lo pongo todo en spolier por si las moscas.

La propuesta que F. Fellini presenta es como un divertimento libidinoso que no quiere ocultar las sombras bajo el envoltorio de celofán.
El guión de B. Zapponi denota gran originalidad e ingenio, la ambientación por momentos roza lo sublime, el texto está muy cuidado y tiende hacia la auténtica obra de arte. Mientras tanto la banda sonora se introduce por todos los poros de la función como una ósmosis profana, la caracterización de los personajes posee la seducción de lo inesperado y, en general, la película mantiene un tono heterodoxo, entre cáustico y juguetón, cuya eficacia narrativa es sobresaliente.
El espectáculo cinematográfico resulta colorista, exuberante, iconoclasta y vitalista, su factura es excelente y el director italiano ejerce sobre la pantalla un control férreo, rotundo y apasionado.
Pero, sobre todo, genial.