Una hora contigo

Es cierto que no es de las mejores cintas de Lubitsch... Pero no creo que la fecha tenga mucho que ver en ello. Antes había dirigido "Monte Carlo", que es, en mi opinión, magistral, y, desde luego, mucho mejor que "Una hora contigo".

Lo que le sucede a "Una hora contigo" es que el argumento no da más de sí. Es de tira cómica. Y las canciones son, en su mayoría, estáticas, mal incrustadas en la acción principal. Eso hace que los ochenta minutos puedan hacerse más largos de lo que son en realidad.

Ahora bien, con todo y con eso, sazonen el pastel con la maestría de Maurice Chevalier, la genialidad de Lubitsch, dos o tres diálogos francamente ingeniosos, y cuatro o cinco escenas cómicas realmente hilarantes, y el resultado es más que digno de verse. Lubitsch nunca defrauda.

Película nominada a un solo Oscar, y fue a la mejor película. Cukor está detrás de este proyecto y se nota por el toque de humor que desprende.

Maurice Chevalier, actor francés, que hasta escuchándole en inglés se nota su fuerte acento francés. En esta película ya tenía 42 años, y representaba a un joven casado, curioso... supongo que despertaba un gran sex appel.

Lo curioso de esta película, es que en algunos momentos, los actores se dirigen al público y quizás esto sea un punto a favor (como novedad) para que se ganara la nominación.

Curioso la forma de abordar este tema: la infidelidad, que con las películas que llevo vistas de los años 20-30, parece ser que es algo muy habitual en EEUU y los divorcios subiendo. Con mucho humor trata este tema, con un final con mucha moraleja o para quitarle importancia al asunto.

Eso sí, la frase de: "la mujer está hecha para equivocarse" me ha matao... Y que se compare un acto infiel con sexo del hombre, a unos simples besos de una mujer hacía un hombre que no quiere. Eso también demuestra lo injustamente desequilibrado que era (y seguramente aún a día de hoy) entre un hombre y una mujer.

Un punto que me ha gustado mucho y que ya era hora que introdujeran (tal como lo habían hecho los franceses en 1931) es la inclusión de música durante algunas escenas.

Esta película tiene, para mí, dos defectos que hacen que no pueda ser considerada de las mejores de Lubitsch.
Y esos dos defectos, como parten de una apreciación totalmente subjetiva, pues no deberían ser considerados como tal pero, yo nunca he presumido de ser objetivo así que...
Uno, son los números musicales.
A principios del sonoro fue tal el éxito que aseguraba la inclusión de números musicales en cualquier film por la sed de los espectadores ávidos de ver en el cine a los actores cantando o bailando, que esta película tuvo que incluir muchas canciones que, en realidad, rompen el ritmo de la comedia y no aportan nada en sí mismas que, el espectador de hoy en día, pueda apreciar.
Dos, Maurice Chevalier.
Éste era un actor de origen europeo, que gozó de gran prestigio en su época en los círculos de Hollywood, al cual, no sé por qué, encontraban exquisitamente excéntrico y elegante, como si fuera la personificación del bont vivant europeo y que hacía las delicias de las calenturientas mentes puritanas de los americanos.
Siempre le daban papeles de dandy. De galán sofisticado e irresistible para las mujeres al que, a pesar de que no cantaba, le otorgaban grandes monólogos declamados donde " cantaba" las alabanzas de las mujeres y rendía culto a su belleza.
Pues bien. Para mí, éstas dos son las cosas que no funcionan en este film, al igual que en otras de Lubitsch donde sale este actor.
Porque viendo el resto del film y cerrando los ojos, trato de imaginar qué habría sido de esta peli si hubiesen suprimido las canciones y hubiesen puesto de protagonista, yo que sé, a Adolph Menjou por ejemplo.
Estoy seguro entonces de que estaríamos hablando de otra gran comedia más.
Porque las situaciones están ahí. Los enredos están ahí. Las sugerencias, las explicaciones fuera de campo, la ironía, la duplicidad, la inteligencia de los diálogos...Todo está ahí.
No. Yo no creo que sea una obra menor de Lubitsch. Lubitsch no tiene obras menores. Lo que pasa es que si te ves obligado a transigir con el cliché del momento o con las modas, indefectiblemente tu película con el paso del tiempo, se va a ver perjudicada.
Chevalier fue un cliché. Por eso se ha devaluado tanto. Y el musical hay que hacerlo con todo el alma, o no hacerlo. Por eso estas canciones ya no perduran.
Pero Lubitsch no. Lubitsch no falla.

Todo lo que sean calificativos próximos a ridículo es lo que me ha parecido esta película del (¿maestro?) Lubitsch. No he visto pocas películas suyas y si he llegado aquí es precisamente porque en otros títulos suyos he encontrado a un director destacable, de manera que lógicamente he caído en esta lamentable comedia musical cuando lo que buscaba era buen cine. Mi recomendación es que aquél que llegue aquí pensando que encontrará algo parecido a lo que se puede ver en "Ser o no ser", "El bazar de las sorpresas" o "Ninotchka" que salga corriendo, que desaparezca, porque no hay nada del brillo de estos títulos. Ni un chiste hace gracia. No es una comedia sofisticada como se etiqueta falsamente, todo lo contrario, contiene un humor frívolo, de pena, desfasado, ridículo y lo peor de lo peor es que los actores se ponen a cantar cuando menos falta hace, lo mismo el protagonista repeinado como las dos tipas que le siguen... Y atención, si hay algo aún peor es que la he visto en versión original y puedo asegurar que cantan horriblemente, no soy ni aficionado al musical, pero esta gente canta fatal.

Así que ni pizca del Erns Lubitsch que buscaba, se trata de una comedieta de la época, hecha para espectadores de los años 30, de hecho yo creo que ni los de los años 40 soportarían ya este tipo de películas. Porque de la trama mejor ni escribo más de dos líneas... Ni una... Bueno, una sí: una pareja de enamorados burgueses ven comprometida su relación porque una amiguita se mete por en medio... Ni sofisticación ni nada, un ridículo tras otro. Un horror y un error verla...

Sinceramente, me ha parecido un pastelón de comedia sin ninguna gracia ni argumento ni nada de nada. Y no me entra en la cabeza como optó a mejor película, aunque fuera en el año 1932.

La he visto en Prime Video de Amazon y, con gran parte de temas musicales en una pelicula tan corta, todas sin subtitular.

De verdad, muy pero que muy floja. El calificativo más aproximado que veo es el de ridiculez o película estúpida, sin ninguna gracia, nada para siquiera sonreír un momento.

Y eso, en un director como los que aparecen aquí, me parece extrañísimo. Lo mismo me da uno que el otro, ambos los tengo catalogados como muy buenos, Lubitsch y Cukor. Un 2.