Entre líneas (TV)

Es una película que habla de los múltiples dilemas morales que tienen que afrontar los miembros de los servicios de inteligencia en occidente, sobre todo el M15 británico, a partir de los atentados de las Torres Gemelas en los EE.UU., y la gran cantidad de problemas que suscita su dependencia, a veces errática, del poder político.
Película con una excelente dirección y guión de David Hare que sabe narrar pulcramente una historia mitad de espías, mitad política, con diálogos muy interesantes y maestría dialéctica, a lo que se unen los avatares personales de los personajes. Buena fotografía de Martin Ruhe

El reparto es excelente con unos brillantes Rachel Weisz (genial), Bill Nighy (incomensurable, es todo un lujo poder verlo actuar), Ralph Fiennes (brillante), Michael Gambon, Judy Davis (de lujo) y Felicity Jones, a quienes acompañan con equivalente nivel interpretativo Tom Hughes, Rankhee Thakrar, Saskia Reeves, Ewen Bremmer, Richard Lintem, Holly Aird, Andrew Cleaver, Kate Burdette o Alicia Krige entre otros.

Entre 2011 y 2012 obtuvo, entre premios y nominaciones: Emmy: 1 Premio. Nominada a mejor actriz secundaria en miniserie o telefilm (Judy Davis). Nominada Premios BAFTA TV: Mejor telefilm. Globos de Oro: Nominada a Mejor actor en miniserie/película para TV (Bill Nighy). Satellite Awards: Nominada a Mejor miniserie de TV, actriz (Rachel Weisz) y actor (Bill Nighy).

David Hare ha hecho diana con este film de calidad, contando con un exquisito reparto british, todos actores y actrices elegantes y eficaces que son siempre un valor de peso a tener en cuenta en un film de estas características. De otro lado, la trama está planteada de forma inteligente, retratando tanto a los funcionarios de turno, como al propio Primer Ministro (Ralph Finnes en un corto pero patibulario personaje), que nos hace recordar las películas de espionaje de la Guerra Fría, pero en este contexto actual ´conspiranoico´.

La película es una producción de la BBC, la televisión pública británica, y la verdad es que no defrauda. Trama de gran interés y actualidad, hace que podamos pensar el tipo de mundo que vivimos, e incluso la película da para que podamos comparar la diferencia entre las instituciones británicas y las españolas en la actualidad, nosotros a peor y más desconfiados en la eficacia de las mismas.

Desde luego, no es una obra de acción trepidante ni muchísimo menos; aquí hay buenos intérpretes, sarcasmo, humor soterrado, duelos dialécticos y, en fin, una película verdaderamente recomendable.

En tiempos donde cualquier película de espionaje contiene a un agente especialista en las artes marciales más acrobáticas y parkour extremo, resulta sorprendente encontrarse con una trama fascinante que se basa en los diálogos. Inteligentísima, brillante y adulta en el mejor sentido, es un ejemplo de cómo un guión talentoso e interpretaciones sólidas pueden dar lugar a una película sobresaliente. Ejemplar.

Pelicula sobre inteligencia política
Para mi gusto lenta y sólo a la hora de metraje, empieza a mostrarte de que va la película (que tampoco es un argumento para tirar la casa por la ventana)

El desarrollo es muy british con el protagonista siempre impecablemente vestido de traje y abrigo largo. Londres es un personaje más, mostrándose con sus peculiares calles/casas aunque sin una gota de lluvia.
Rachel Weisz hace un papel que no será el de su vida, con su aire informal y alternativo que ya hemos visto en otros de sus metrajes.

La película se podía haber reducido en 30 minutos y haberse quedado en un capítulo de una hora de una serie interesante.

Buena banda sonora, buena actuación del protagonista, pero la película es anodina y pasable.

Típica producción inglesa, muy correcta en las formas, con un excelente reparto y con un argumento que parece que te va a dar más de lo que ofrece.
La trama sobre la inteligencia política británica no es tan inteligente como parece y aunque esté bien interpretada el aburrimiento asoma en todo instante. De todas formas tiene la capacidad de no hacerte renunciar a ella hasta haberla concluido, pues esperas que en todo momento suceda algo que te despierte el interés. Todo un mérito.
Bill Nighy está fantástico en su papel protagonista y se hubiese merecido algo más, no era necesario llegara a "The Kingsman" pero un poco más de acción se hubiese agradecido.

Una película de intriga sin intriga. No es capaz de crear suspense. Puede que haya uno o dos momentos que despierten un cierto interés, pero no se mantiene.
La trama resulta a ratos absurda y forzada.
Y algo que detecto en la ficción: que metan con calzador una relación amorosa. ¿Por qué en el momento que hay un hombre o una mujer tienen que convertirlos forzosamente en pareja romántica? Los guionistas son incapaces de crear una relación de complicidad, amistad, comprensión entre hombre y mujer, sin incluir el beso o el polvo de rigor, que en algunos casos, como éste, es tan forzado y sintético que resulta molesto.