Maribel y la extraña familia

Aunque prefiero el original literario que la adaptación cinematográfica, sobre todo tratándose del genial Miguel Mihura, hay que decir que la película es aceptable. No una maravilla, pero sí pasable. Correctamente dirigida por José María Forqué, en blanco y negro (hablamos de 1960), una buena ambientación, tanto interior como exterior y algunas escenas divertidas, pero creo que al guión se le podía haber sacado más humor, a ratos queda demasiado soso y sensiblero. Y recordemos que Mihura es sobre todo humor y ácida ironía. Por ahí tal vez flojea algo la película.

Sobre las interpretaciones, pues de todo. Correcto Adolfo Marsillach, aunque demasiado soso y monocorde. Cumple sin alardes la diva mexicana Silvia Pinal, aunque creo que no era la más adecuada para el papel (parece ser que fue una imposición de la productora, supongo que algún capitalista mexicano pondría dinero). Notables Julia Caba Alba y Guadalupe Muñoz Sampredo, que raras veces defraudan, así como Gracita Morales, con esa personalidad tan propia, personal e intransferible.

Como bien ha apuntado otro opinante, hay algún guiño a clásicos como "Arsénico por compasión" (Capra) y a "Rebeca" (Hitchcock). Bien visto.

En fin, recomendable, aunque se le podía haber sacado más partido a la obra de Mihura.

Escribo cuando esta peli va a cumplir 60 años. Un clásico, por eso se deja ver como una joya.
Antes una comprobación: se pueden hacer buenas películas (y malas) bajo una dictadura como en una democracia.
El arte bueno, por suerte, no depende de la política. Y cuando se mezcla la política, salvo excepciones, suelen salir auténticos bodrios.
Aquí, sobre la obra del gran Mihura, hay cine, voluntad de planos, de encuadres, de enfoques. Y servido por magníficos actores y actrices a los que, insisto en esto, a diferencia de algunos de hoy mismo se les entiende, saben recitar.
La trama es ingeniosa, entretenida, jugosa.
Toques de humor surrealista y a la vez realista.

Es una adaptación magnifica de la obra de Miura, en la que vemos que existen mentes limpias, que no pueden pensar mal de nadie. A mi, además de por su humor surrealista, me encanta Miura por esto, porque se trate del tema del que se trate, siempre la puedes ver como un niño, e, incluso, caerte bien todos los personajes, tanto unas chicas de vida alegra como las figuras angelicales, que son "la extraña familia". Con una interpretación excelente, nos encontramos a Marsillach demostrándonos, una vez más, sus grandes dotes interpretativas, dado que puede hacer de un inocente muchacho, hasta del peor de los mafiosos en "La pandilla de los once". Es absolutamente redonda desde el principio hasta el final.

El ritmo es lento ya que la película no tenía ninguna necesidad de liberarse del todo de la esencia teatral y asi acogemos al film tal como es o sea un respetable trabajo realizado en torno a la obra del genial Miguel Mihura que combina bien lo teatral con lo cinematográfico. Es una comedia con pinceladas de intriga que nunca llega a aburrir porque la reseñada lentitud narrativa se traduce en sentido del equilibrio y en comodidad para el espectador que reconoce en el film las virtudes de Forqué. Silvia Pinal siempre será un mito en el país azteca y aquí en España hizo varias incursiones cinematográficas destacando por su bonita voz y por el refinamiento interpretativo. Adolfo Marsillach una de las glorias del teatro español hizó con Forqué varios de sus mejores papeles en el cine ya que en "El secreto de Mónica" bordó su personaje y aquí en "Maribel y la extraña familia" compone el nada fácil personaje con gran elegancia. Con entrañables personajes a cargo de Guadalupe Muñoz Sampedro y Julia Caba Alba hay que destacar también de la película la música de los títulos de crédito que es realmente maravillosa. Al igual que otras adaptaciones fílmicas de Mihura supone el film un entretenimiento de calidad con buenas pinceladas de finura y encanto. Se puede incluir entre las obras maestras de Forqué. Por supuesto que si. Tiene muchos alicientes.

Sylvia Pinal era una muñeca en el año 1960. Y es ella la que lleva gran parte del encanto de esta obra cinematográfica hecha de una obra teatral de Miguel Mihura. Una película con mucha magia y unos actores al nivel del papel. Sobran sólo la tal Pili (Carmen Lozano), y Gracita Morales, que chocan algo con las demás actrices en muchas escenas. Sí, que pueden hacer de prostitutas en una película, pero rompen con el buen devenir del resto de actrices (porque es una historia de actrices). Marsillach está muy bien como apocado muchacho de pueblo y la historia tiene mucha magia. La tía y madre de Marsillach en la película hacen un muy buen papel.

La historia queda ya muy antigua, sí, pero es una delicia verla y se pasa muy rápida. Recomendable. Un 7

Por cierto, el rollo ese que es una comedia de intriga que he leído en alguna crítica es una milonga. Se inventan una chorrada de que puede ser un asesino por una memez y lo meten con calzador. Es un poco fallo no sé si del guion o de la obra de teatro, pero sobra... Mihura no lo hace todo bien... xD