El maquinista

El thriller psicológico de las características de El maquinista presenta un inconveniente y es que hay muchos precedentes en el género y a estas alturas es difícil sorprender y ser totalmente original.
Sin embargo, pese a que los ingredientes no sean nuevos y a nuestra mente acuda en algunos momentos tal o cual película, es innegable que están muy bien manejados y logran crear tensión y un interés creciente al espectador hasta un final que, al menos, no estropea las cosas, como muchas veces ocurre.
Christian Bale está excelente, no ya por la apariencia, sino porque logra dar la carga dramática y humana que requiere a ese hombre que se ve inmerso en una sucesión de extrañas situaciones y que presenta un progresivo detereioro físico, aunque, como él dice, no está enfermo, ni bebe habitualmente, ni consume drogas.

Tras un segundo visionado de esta película, ya no me quedan dudas acerca de lo buena que es, si es que acaso en algún momento las tuve…

Hay varios elementos a destacar positivamente.

Empezamos con la actuación de Christian Bale. Está claro que la preparación física previa del actor impresiona sobremanera, lo que unido a un excelente trabajo interpretativo dota al personaje de credibilidad y facilita la identificación del espectador con su estado de demencia y decrepitud. Probablemente, no hubiese sido necesario que el actor apareciera tan famélico y debilitado, sin embargo, que suceda así nos ayuda a conectar con el infierno de incomprensión y paranoia en el que se aloja su existencia. Trevor Reznik se nos antoja muy vulnerable, física y anímicamente. Es un hombre perdido no sólo entre sus ropas, sino especialmente en los recovecos de su mente, acuciada ésta por las consecuencias de la falta de sueño, es un ser frágil que acaso encuentra un mínimo de amparo en los brazos del personaje de la prostituta. Su día a día es confuso, como nuestra percepción de la historia durante la mayor parte del metraje.

La atmósfera de confusión, así, está muy lograda. Sabemos que todo lo que parece estar sucediendo, probablemente no está sucediendo y que, por el contrario, hay una realidad que, a merced de dicha confusión, se nos escapa, aunque intuimos que está ahí, y no cabe duda de que desde el paulatino desarrollo del guión, se nos invita a intentar desvelarla mientras acompañamos a Trevor en su descenso al averno. Para ello contamos con algunas pistas, algunas muy evidentes (la presencia de Iván, un personaje cuya existencia es negada por el resto y tan sólo percibida por Trevor); otras, un tanto más sutiles (que aparezca “El Idiota” de Dostoievski no es casual).

Aunque algunos afirmen que es previsible, yo no creo que sea así. Las pistas son dosificadas y su inclusión en la película va acercando al espectador a la clarificación de muchos aspectos de ésta. Con ellas, vamos deshaciendo los nudos de la madeja hasta llegar a un desenlace explicativo que, al menos yo, no esperaba.

Grandísima película, con una capacidad para crear angustia en el espectador que es poco frecuente de ver últimamente.

Técnicamente me parece sobresaliente, con una fotografía muy convincente en todo momento que, en conjunción con la soberbia interpretación de Bale (cada día me gusta más este tío), le dan ese toque desolador y opresivo que acompaña a toda la cinta. Las actuaciones del resto de personajes están también a la altura, y resultan igual de convincentes en todo momento. Su ritmo me ha parecido estupendo, con el reposo necesario que necesita la trama (alguno pensará que es lenta, pero yo al menos, cuando me meto en una película, no mido el tiempo ni tengo prisa por deshacer el nudo... incluso diré que me apasionó Solaris jejeje).

Con respecto al argumento en sí, comentaré antes que nada que ya vi los comentarios de otros usuarios de Filmaffinity, así que tenía un pie en tierra por si resultaba ser una castaña, lo cual, conjuntado con que la primera media hora es tal vez la parte más tibia de la película, me hizo temer lo peor... pero nada más lejos de la realidad. Sinceramente, no entiendo las críticas de aquellos que dicen que tiene un argumento previsible y muy trillado.... y paso a explicarme en spoiler, para los que aún no han visto la película:

La pesadilla de El maquinista se despliega en la pantalla mostrándonos diferentes grados; diferentes realidades rodeando la trama que no parecen tener una conexión directa pero que mediante el uso de pistas aisladas ubicadas EN EL MOMENTO JUSTO logra dar un sentido único a una obra que parecía bifurcarse nuevamente en cualquier momento.

Cristian Bale se ha consagrado, este papel podrá no ser premiado, pero jamás podrá olvidarse. Participa como el personaje principal de una pélicula armada cual una red, y si deja cabos sueltos son lo suficientemente intrascendentes como para no disminuir su valor. Lo cierto es que el espectador debe estar muy atento, porque si deja escapar una pista es muy posible que pierda el centro principal de la película.

La locura aparece de nuevo como el centro de atención. Pero a diferencia de, por ejemplo, Naboer (otra obra muy recomendable si gustan de este tipo de géneros), en este caso el reconocimiento que establece el personaje en relación a su propia culpa en cierto modo lo aleja del camino sin salida y lo acerca un poco más a ese camino de redescubrimiento que exige la locura para escapar de la trampa.

"No se quién soy", afirma el personaje y varios sujetos secundarios lo van ayudando a modo simbólico para resolver el conflicto. Una obra muy, pero muy buena y en su contra solo puede argumentarse cierta frialdad en la puesta en escena, cierto esfuerzo métodico en vano que solo atenta con el profundo sentimiento que acompaña a la historia. De todas maneras, creo que el punto supremo, la mayor virtud de esta obra radica en la mirada desde una primera persona obligada: salvo excepciones (ej. toma aérea de la camioneta del prota estacionada en medio de una avenida transitada), el espectador vé las cosas conforme las percibe la psiquis fragmentada del personaje. Esto contribuye a generar esa atmósfera desasosegada, paranoide y borrosa que tiñen a la peli de un color alucinatorio constante.
Salvo detalles, notable, recomendable.

Resulta complicado, a veces, justificar por qué extraña razón una peli aparentemente bien construida, bien interpretada y bien desarrollada no acaba de convencerte. Supongo que el cine, tanto en su faceta discursiva como en su rol de objeto de fascinación artística no siempre es susceptible de ser analizado empíricamente y, por consiguiente, trabajos de incuestionable manufactura no trascienden mientras que otros de menor envergadura funcionan a la perfección.

A priori eso mismo me sucede con “El maquinista”. A pesar de sus buenas hechuras, la peli de Anderson no me atrapa del todo y cuando eso sucede en un thriller, malo. Yo me aventuraría a sostener que esa falta de punch viene determinada por el hecho de que el espectador espera encontrarse con una peli de terror, o con un thriller como poco, y lo que se le sirve en bandeja es una peli de intriga moderadamente pretenciosa que pierde fuelle a medida que va avanzando y cuyo estandarizado desenlace desbarata cualquier esperanza de remontada ‘in extremis’.

Lo siento. La faena de Anderson es más que correcta, pero creo sinceramente que ha pinchado hueso en la estocada final. Ya sé que una mala tarde la tiene cualquiera pero como aborrezco los toros, no voy a concederle a este maquinista más que un estricto ‘interesante’. Por más que la producción sea española y por más que la interpretación de Christian Bale sea soberbia. Es lo que hay.