Stay Alive

Cuando te planteas ver esta película, te imaginas que va a ser mala. Ya vas predispuesto a cascarle el 1 o el 2, porque este las de este tipo suelen ser aburridas y demasiado típicas, pero Stay alive me ha sorprendido... no es buena ni mucho menos pero aparte de entretenerme tiene un detalle que siempre echo de menos en las películas de terror: ¡Hay un funeral!

Estamos acostumbrados a que en las pelis de miedo empiece a morir gente, y ya puede ser tu vecino del sexto o tu propia madre que aquí todo el mundo pasa del tema, apenas 4 lagrimitas sobre el cadáver y ala, a otra cosa mariposa. Aquí al menos con el primer muerto vemos a una familia hundida (a la hermana no mucho, pero bueno...) a unos amigos afectados,. un funeral, un cura... ¡¡eso si es forma de morir!! Resulta que te pasas un montón de años haciendo amigos y queriendo a una familia y cuando un asesino en serie te mata, te dejan ahí tirado como un saco de cebollas.

Un aplauso a Brent Bell, que me ha devuelto la esperanza de que si alguna vez un monstruo/asesino /psicópata o similar se cruza en camino al menos alguien lloraría por mi...

Ya está. Todo elemento tecnológico puede matar. Tras niñas atormentadas de grandes cabellos saliendo de televisiones, atemorizando a través del móvil y de Internet, quedaba por explotar el tema de los videojuegos. Así nos encontramos con una cinta convencional totalmente desaprovechada. El argumento es tan simple como que existe un videojuego que si juegas y mueres en él, mueres en la realidad. Sin embargo, han creado un guión bastante mediocre que podía haber dado mucho más de sí. Que se le va a hacer. Las reglas del juego van y vienen como pelotas de tenis, la figura malvada sigue siendo un misterio porque a día de hoy no sé cuál era su problema y porque ha vuelto del infierno en forma de juego de consola, el suspense es escaso por no decir nulo y no inquietará a nadie mayor de diez años, las escenas gore están mal hechas llenas de tonos grises y desenfocados que realmente no sé que fin tienen y los actores tampoco ponen demasiado entusiasmo. Por supuesto no faltan las casi obligadas subidas de volumen o los ruidos chirriantes y mucho flashback y trucos de imagen de esos que se aprenden con el photoshop. Por cierto, por la peli se pasea Frankie Muniz, el chico de ‘Malcolm’, del que tengo que anotar que parece que no crece y no sólo interpretativamente. Pues nada, prescindible y monótona.

Lo mejor: El videojuego.
Lo peor: El guión se va contradiciendo a sí mismo una y otra vez.

Stay Alive es una película que parte de una idea interesante: un videojuego que puede matarte (¿Será una crítica a los "freakys" que juegan horas y horas al PC? Quien se pica es porque ha jalado ajos). Nos presenta unos protagonistas de un "considerable" calado psicológico y un más que "correcto" trasfondo. Vamos, lo justo para los 15 minutos de película que dura cada uno, porque mira que duran poco.

Quitando este primer escollo, unos protagonistas muy bien "definidos", continúo viendo la película, esperando que el argumento se salve por alguna parte. Pensaba yo que con la idea que da pie a la película se podía jugar mucho. Joven e ingenuo de mí... Qué forma más triste de desperdiciar una buena idea. El guión es MUY previsible, a la par que inconsistente. Hay muchas incógnitas que no se desvelan (todavía no me queda claro quién fabrica el videojuego ocultista). Además, qué manía con definir a los protagonistas de estas películas de terror adolescente como empanaos mentales. Hija mía, si hay un fantasma en la casa, NO ENTRES, PARDIEZ.

Total: una peli de terror adolescente más. No arriesga, y por eso, no gana. Una lástima. Me extraña que se dé este tratamiento a una buena idea, dado la escasez de las mismas que se aprecia últimamente en el cine americano. Por lo demás, para pasar el rato sin cuestionarse mucho lo que pasa.

Si enumeramos todos los avances tecnológicos usados últimamente en el cine de terror (móviles, ordenadores, televisiones, cintas de vídeo...) resulta intrigante que nadie hubiese tenido la idea de mezclar este género con el mundillo del videojuego. Claro que, teniendo que soportar un escalofrío recorriendo tu columna vertebral cada vez que piensas en la asociación videojuego-peli-Uwe Boll, a la cosa había que echarle valor.

Así que, si Sadako usaba una vieja cinta de VHS para perpetuar su maldición, ¿por qué no iba a recurrir Elisabeth Báthory, más conocida como "La Condesa Sangrienta" (recomiendo leer algo sobre las poco agradables prácticas de la condesa transilvana) a un videojuego de última generación para sus fines? A nadie le debió importar mucho esta pregunta, porque en ningún momento nos dan esa información, así como no se nos explica cómo es que el videojuego mata. También lo de que ella pasase toda su vida (y muerte) en el Viejo Continente no debió ser óbice para que maldijese a los USA de tan cruel manera, pero bueno, qué se le va a hacer.

Otra cosa interesante es que, por lo desgranado en el tráiler y en la película, la regla principal es que "si mueres en el juego, mueres en la realidad". Este elemento, que podía funcionar como una fuente de tensión si estuviese bien aprovechado, deja de cumplirse cuando al guionista le interesa. Hay gente que muere en la realidad sin morir en el juego, hay gente que muere en el juego que no muere en la realidad, y tiro porque me toca. Además, anochece no cuando toca, sino cuando hace falta, y las cosas extrañas se suceden sin orden ni concierto.

En la parte buena, las escenas en las que vemos el juego en funcionamiento, lo cual ya debería indicar lo interesante del resto. Pero, a pesar de que durante el principio vemos bastante el desarrollo de las partidas, al final acaban por no aparecer demasiado, no sea que el público se divirtiese, caramba. Los actores están a la altura de sus papeles, y se limitan a poner cara de pena, de cabreo o de susto cuando la ocasión más o menos lo requiere. Destaca ligeramente Frankie Muniz, aunque sólo sea por no hacer de Malcolm.

Ah, por cierto, tampoco existe información de quién, por qué o para qué se programa un juego destinado a matar gente, pero bueno, como la explicación se supone ridícula, se han ahorrado el trago, para no chafar más la cosa. Digo yo que, como corre en Windows, el culpable de todo será Bill Gates, que para eso se rumorea que es el mismo demonio.

Un videojuego que te mata. Lo oyes así y dices: "vaya tontería", pero luego te acuerdas de cuando oíste aquello de "una cinta de vídeo que te mata" y viste The Ring y te encontraste con una magnífica película de terror. Total, que haces un acto de fe y le das el beneficio de la duda a Stay Alive, aun a pesar de que en lo más hondo de tu alma de cinéfilo sabes que te vas a tragar una parida de las buenas. Dicho y hecho.
Stay Alive tiene un punto de partida tonto, pero con un poco de inteligencia hubiera salido una película cuanto menos curiosa, incluso atractiva. Empieza mal, prosigue peor y acaba en la más grande tontada que yo haya visto. Los personajes son estúpidos, el guión es pésimo y la dirección es mala, llegando a ser molesta en algunos momentos. Sólo parecen haberse esmerado un poco en el diseño del videojuego, y tampoco es que eso salve de la quema a esta patata. La escena final, tópica donde las haya, es el remate perfecto a las risas que provoca toda la película. No creo que ni siquiera se pueda decir eso de que gustará a aquellos a los que les gusten los videojuegos. Ni eso.
Lo único que se le puede agradecer a Stay Alive es que se acabe pronto. Aun así, será una hora y cuarto de mi vida que nunca recuperaré.