El perro mongol
2005
Documental, Intervenciones de: Batchuluun Urjindorj, Buyandulam Daramdadi Batchuluun, Nansal Batchuluun ...
1.960
Drama. Documental
Nansal, la hija mayor de una familia de nómadas mongoles, encuentra un cachorro mientras recoge leña para su madre en un campo cercano a la casa familiar. Desde el primer momento se encapricha del perrito, pero su padre tiene miedo de que les traiga mala suerte, ya que cree que puede haber convivido con lobos, y le pide que se deshaga de él. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2009
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésta fue la primera película que vi en un cine de Inglaterra, y debo decir que no noté demasiada diferencia, porque los personajes no hablan apenas!. Tampoco hace falta, la belleza y claridad de las imágenes reflejan de sobra la historia que se quiere transmitir.
La vi hace ya tiempo (perdón si doy algún detalle inexacto), pero me dejó mucha huella de la manera que voy a relatar en el spoiler:
La vi hace ya tiempo (perdón si doy algún detalle inexacto), pero me dejó mucha huella de la manera que voy a relatar en el spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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21 de noviembre de 2006
21 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien hiciese un resumen de la principal y única trama de “El perro mongol” no llegaría ni a las nueve líneas. No hay mucho más... y “La cueva del perro amarillo” era mejor título.
El cuento que le narra la anciana a la niña y lo del grano de arroz en el alfiler para que valore la vida es lo mejor. Con permiso de esa preciosa fotografía y exteriores, y de esa familia repleta de personajes para adorar y enmarcar.
Las anécdotas que forman de su vida aburren más que añaden algo. Debería fijarse más en “La isla desnuda” y apuntar al relato de supervivencia y tragedia, pero el filme de Byambasuren Davaa va por otros derroteros más cercanos al buen rollito de vivir.
Despierta en su recta final y el conjunto se deja de ver por su duración, aunque en un corto de 20 minutos o mediometraje el resultado final hubiese sido más satisfactorio.
El cuento que le narra la anciana a la niña y lo del grano de arroz en el alfiler para que valore la vida es lo mejor. Con permiso de esa preciosa fotografía y exteriores, y de esa familia repleta de personajes para adorar y enmarcar.
Las anécdotas que forman de su vida aburren más que añaden algo. Debería fijarse más en “La isla desnuda” y apuntar al relato de supervivencia y tragedia, pero el filme de Byambasuren Davaa va por otros derroteros más cercanos al buen rollito de vivir.
Despierta en su recta final y el conjunto se deja de ver por su duración, aunque en un corto de 20 minutos o mediometraje el resultado final hubiese sido más satisfactorio.
1 de mayo de 2008
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película perfecta, no sólo desde el punto de vista de las bellas imágenes del paisaje y el interior de la "yurta" (casa transportable), sino también del relato, de la música y de "la buena onda" de una familia de pastores nómades mongoles con tres niños pequeños y una calidad humana propia del Paraíso (que ya habíamos visto en "La historia del camello que llora", del mismo director). No son actores profesionales, son una familia real que transmite algo que el cine casi nunca transmite. Muy premiada, es absolutamente para ver y disfrutar. Como decía comentando aquella historia del camello: "Deliciosa historia de humanos, animales, naturaleza (y tecnología)". En la época de las historias de "familias disfuncionales" esta película es un cambio radical que deleita.
13 de marzo de 2007
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de gran belleza visual que nos transmite, de manera directa y real, la vida de una familia nómada mongol. El argumento es sencillo, el día a día de esta familia que vive en la estepa con su ganado alejados del bullicio y el estrés de la sociedad que nosotros conocemos. Sin embargo, esta tranquilidad y cotidianidad estará llena de valores, mensajes que nos acercarán a una cultura con inquietudes tan diferentes a las nuestras. Es de resaltar la actuación de los niños que dota de un mayor encanto si cabe a la película. Por último, un aviso para gente despistada: si estás buscando una película con una mínima dosis de acción o suspense, la película se te hará bastante pesada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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8 de marzo de 2007
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine oriental siempre me ha atraído de una manera especial, quizá por ese relato suave y sin prisas que nos narra verdaderas maravillas de un continente tan lejano como es el Oriental.
Por ello me animé a ver esta película, que tiene como base un argumento tan sencillo como la vida misma, en la que una niña, recogiendo estiércol, y no leña como dice la sinopsis, se encuentra un perro y decide luchar por él, quizá con una valentía poco común para una edad tan temprana. De ahí nada en especial, porque las luchas no son ni cruentas ni tan siquiera dialécticas, sino que es un intento infantil porque su padre no sepa que está en la casa. Esa casa de nómadas trashumantes, que vaga por el país de Mongolia buscando nuevos pastos para sus rebaños.
En fin, los escenarios buscados son cuanto menos una delicia, con esos verdes impresionantes, salpicados por algún que otro barranco, que hacen de ellos una delicia para la vista. También está el hecho de que los actores no sean famosos el hecho de que se le imprima una frescura sutil, casi inocente, que a la par de resultar conmovedora, hace que sea un film de lo más tierno.
Está rodada de tal manera que parece un documental, y eso que existe una trama, que si bien es demasiado simple, deja muchos enteros a la improvisación y esto es otra cosa a señalar. Es como el cine antiguo donde se tenía la idea de lo que se quería contar, pero todo iba surgiendo a medida que se rodaba, a esto se le llamaba "cine en estado puro".
Para acabar, recomendarla a todos los seguidores de cine oriental, y para los que no lo sean tanto, estoy seguro que les decepcionará a la vez que les aburrirá, pero ¿qué se le va a hacer? No se puede agradar a todo el mundo.
Por ello me animé a ver esta película, que tiene como base un argumento tan sencillo como la vida misma, en la que una niña, recogiendo estiércol, y no leña como dice la sinopsis, se encuentra un perro y decide luchar por él, quizá con una valentía poco común para una edad tan temprana. De ahí nada en especial, porque las luchas no son ni cruentas ni tan siquiera dialécticas, sino que es un intento infantil porque su padre no sepa que está en la casa. Esa casa de nómadas trashumantes, que vaga por el país de Mongolia buscando nuevos pastos para sus rebaños.
En fin, los escenarios buscados son cuanto menos una delicia, con esos verdes impresionantes, salpicados por algún que otro barranco, que hacen de ellos una delicia para la vista. También está el hecho de que los actores no sean famosos el hecho de que se le imprima una frescura sutil, casi inocente, que a la par de resultar conmovedora, hace que sea un film de lo más tierno.
Está rodada de tal manera que parece un documental, y eso que existe una trama, que si bien es demasiado simple, deja muchos enteros a la improvisación y esto es otra cosa a señalar. Es como el cine antiguo donde se tenía la idea de lo que se quería contar, pero todo iba surgiendo a medida que se rodaba, a esto se le llamaba "cine en estado puro".
Para acabar, recomendarla a todos los seguidores de cine oriental, y para los que no lo sean tanto, estoy seguro que les decepcionará a la vez que les aburrirá, pero ¿qué se le va a hacer? No se puede agradar a todo el mundo.
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