Película que si bien debería brillar por su elenco de estrellas principales, lo hace por ser un sencilla representación de la vida del santo al que se le hace este pequeño Biopic. Sin grandes pretensiones, afloran sentimientos preciosos en su visionado. No quiero decir nada sobre la historia, que puede ser buscada en la biografía del santo. Pero si uno quiere acercarse a la vida de San Francisco de Asís, desde una óptica más humana, abierta a lo trascendental, ésta es tu película. Alejada de la melosa representación del Santo de otras películas del mismo tema, que suelen ir en sentido descendente (de Dios a las personas), esta lo enfoca en sentido ascendente (de las personas a Dios), lo que le confiere un valor implícito, pocas veces representado en el cine religioso. Véanla y juzguen por ustedes mismos.

¿Qué puedo decir de esta película que no se haya dicho ya? Pues que no es fácil su visionado, pero si vas sin prejuicios, sin falsas pretensiones, si le ofreces las debidas concesiones; no te dejará indiferente ante un descenso a lo más primario del ser humano: la fragilidad que reside en los convencionalismos sociales y los deseos más salvajes de felicidad que todos anhelamos. En fin, una Obra Maestra como hace mucho que no veía. ¡Pasen Señores y Señoras, el recorrido por la montaña rusa, bien les merecerá la pena!

El típico meme de un unicornio vomitando los colores del arco iris, en este film se ve truncado. Este bello animal, esta vez vomita roja y pestilente sangre a medio coagular. Y la cosa es que si bien tiene un comienzo lento, sentado las bases similar a la película de G.A. Romero en su "Noche de los Muertos Vivientes", luego se torna más "macarrilla", acabando con un clímax algo estúpido y con muchísimos flecos por cortar. Cierto que parece un producto sin muchas pretensiones y es por eso por lo que en el fondo y si vacías tu cabeza por un rato, puede ser disfrutable. Pero su final, ¡ejem...! Mejor verlo para no desvelar nada. En fin, si hubiese una imagen con la que me quedaría de la película, tras vela es el sádico meme que construyo como título de la presente crítica. Una lástima que gustándome, al final, se rompiese la magia. En fin, Aubrey Plaza está genial, el resto son sus comparsas, pena que no pudiésemos ver sus saltos emocionales en su pequeña metamorfosis, porque a su Director le diese por dedicarle el protagonismo a la persona equivocada.

Película sin pretensiones, con la habilidad justa como para que el interés no decaiga. Correcta, inteligente, centrada en dos puntos fundamentales:
- El valor de la Familia.
- La apertura a la trascendencia.
Ninguno de los dos ejes se ve forzado, sino que fluyen, uno al lado del otro durante todo el metraje, salpicado aquí y allá por unas dosis de humor, a veces blanco y otras ácido.

Buena para un cine-forum sesudo, como producto ligero o como entretenimiento sin más. Pero para quien vaya buscando tramas superelaboradas, guiones contraeclesiales recalcitrantes tipo "Spotlight" o películas de corte eclesialistas moralizantes, de verdad que no van a encontrar aquí lo que buscan.

Si bien no es de obra maestra, y ciñiéndonos a la obra de A. Dumas, hay cosas que se han tomado como licencias algo propias. También es cierto que, cuenta con suficiente dinamismo propio como para no resultar empalagosa, ni remilgada, ni pesada de ver. Con esa traducción española en versión castellano-clásica, unos uniformes bastante bien logrados y un vestuario en general más que correcto. Con una ambientación entre lo genial de sus exteriores y lo recargado de las calles de París, que hacen que se vea como lo que son, meros platós de rodaje. He de decir que me he sentido más que satisfecho con lo que he visto. Por lo pronto espero más. Seguiremos expectantes a ver que es lo que pueden dar estos cuatro de Dumas.