Primero de todo recalcar que estamos ante una película que podemos considerar entretenida, al estilo de “Furia de Titanes” o “Dioses de Egipto”, donde se quiere dar una versión 2.0 de los mitos primando más el espectáculo que la fidelidad o congruencia de la historia.

Guy Ritchie, al que considero un buen director, en este film pone el piloto automático. En su intento de modernizar la leyenda, aplica una fórmula similar a Sherlock Holmes introduciendo a diestro y siniestro sus típicos flashbacks desenfadados, la combinación de efectos a cámara rápida y ultralenta, creando un Arturo chulo y repartidor de leña. Sin embargo, la fórmula que pudo ser original en Sherlock aquí no da buenos resultados y todo queda demasiado frío y sin alma.

Para empeorarlo más, los personajes de la leyenda han sido cambiados sin mucho cuidado y se han incluido elementos fantásticos bastante exagerados que le restan realismo a la cinta y nos hacen pensar que estamos inmersos más en un videojuego que en una película.

Así que si buscamos una representación seria, épica o poética de la leyenda de Arturo y su espada Excalibur, aquí no la encontraremos. Si buscamos una película entretenida en la que bien se podría sustituir a Arturo por un personaje de nuestra Playstation, aquí nos lo pasaremos pipa.

Baby Driver podría haber sido la típica película de atracos con escenas espectaculares y un guión pasable, sobre todo si nos dejamos engañar por su trailer. Sin embargo, esta película no solo nos deja con las mejores escenas de acción de los últimos años, sino que nos aporta más alicientes, entre ellos una banda sonora muy acertada y un guión inteligente que mantiene la tensión hasta el final.

La banda sonora se sitúa casi como el eje principal de la acción. Puede que esto nos resulte chocante al principio pero es lo que hace a la película diferente, la que transforma el filme en una especie de musical hecho con mucho mimo y cuidado al detalle. Pero no sólo la película es estética, el guión es curioso, tiene acertados toques de humor y unos guiños cinéfilos con sabor a clásico. Por último, los personajes también le aportan calidad a la cinta, no son planos sino que están dotados de carisma. Nos dejarán diálogos para el recuerdo.

Animación de primera con sello valenciano y hollywoodiense que recuerda al estilo de películas como Tadeo Jones o Atrapa la bandera y que nos hace recordar que en España también existe gran talento. Unos 150 trabajadores trabajaron en el filme en Paterna (Valencia) contando con las voces de Emily Blunt, Sylvester Stallone, Danny DeVito o Ian McKellen para los personajes de la versión original.

La película narra las desventuras de una familia dedicada al circo que no pasa por sus mejores momentos. La factura técnica de la colorida animación es perfecta y el problema lo encontramos con el guión, que aunque tiene puntos de originalidad y mala leche, comienza con una mezcla de desorientación y desenfreno para poco a poco ir ganando fuerza y consistencia. Como producto final se nos ofrece una historia original, fresca, bastante divertida y con buenos valores. Gustará a los más pequeños por la acción, por los personajes hilarantes y por la gran cantidad de animales que pasan por la pantalla. Al resto de la familia les hará pasar un rato agradable.

(Vista en la gala inaugural de Cinema Jove, Festival Internacional de Cine de Valencia)

Covenant viene a arreglar el desbarajuste argumental de Prometheus. Parece que Ridley Scott haya cogido los ingredientes de Prometheus, los haya dejado reposar y con la mente ya más clara haya logrado darles un sentido.

Su argumento vuelve a girar en torno al enigma de la creación pero esta vez está mejor contado, ya no existen lagunas argumentales y los giros en la historia están bien logrados y son efectivos. Los decorados son más consecuentes con lo que nos tiene acostumbrados la saga, logrando un ambiente más opresivo. También los personajes están un poco mejor trabajados y Fassbender borda un papel para el recuerdo. En definitiva, vuelve un cierto aroma a las películas 1 y 2, aunque sin llegar a alcanzarlas, culpa tal vez de la nueva era digital que se empeña en mostrarnos unas imágenes tan pulcras y perfectas.

Por último, recordad revisionar Prometheus antes de ver ésta, de lo contrario os perderéis un poco en el argumento.

No nos dejemos llevar por las apariencias. Con unos comienzos que recuerdan a una historia de amor demasiado vista en las pantallas, esta película tiene el mérito de transformar una situación banal en un thriller de altura, un misterio lleno de rompecabezas en el que las piezas comienzan a encajar poco a poco y de forma muy acertada. Su largo metraje no se nos hará pesado, es más, conforme avance la película la tensión se hará más patente y nos llenará de desasosiego. Su visceral recta final nos dejará literalmente pegados a la butaca.

Grandes actuaciones de Leonardo Sbaraglia y Clara Lago con su perfecto y asombroso acento argentino. Federico Luppi borda con carisma su pequeño papel.

En definitiva, una producción argentino-española muy recomendable.