El experimento

El experimento promete y desaloja en un instante crucial. La fuerza de la película se diluye en el mismo instante en que su proposición queda finiquitada por su resolución. Traslada al espectador de la incertidumbre inicial sobre el manejo de su propuesta, al tedio más absoluto por la falta de genio en su desenlace. De un thriller psicológico a una peli cutre de acción, de medidas desesperadas a medidas esperadas, del cachondeo al navajazo...

Lo que ocurre es que en medio no hay nada, porque lo que nos muestra en el cambio es aire vestido de cólera. Un absurdo jerárquico que se impone al fin principal: el dinero. Y los elementos perturbadores ni son elementos ni perturban. Además, cortar la secuencia del Elvis con nuestra directora me parece un insulto a todos los que presuponíamos alguna emoción desde las tripas. Y aquí no hay nada de eso, más que control, control, control... pero del malo, ineficaz y resuelto por una mente que debe de controlar tanto de psicología como yo de paleoastronaútica.

Aún así no la suspendo. Esta película me da que pensar...

Durante años se ha debatido si la verdadera esencia del ser humano es buena o mala, si es la sociedad la que nos corrompe o si hemos nacido con una tendencia natural a ser "malos".

Evidentemente el concepto de maldad nace en la sociedad debido a que sin la existencia de ésta nunca se habrían creado los estamentos necesarios para la creación de lo que hoy se llama bueno o malo.

Para mí, que estoy de acuerdo con que el hombre sólo es bueno porque la sociedad lo hace bueno, en este filme veo un claro alegato en mi favor. Otros verán el contrario, siendo esto una de las cosas que hace tan grande este filme.

Imaginaros veinte hombres, todos en principio en igualdad de condiciones. Doce de ellos serán presos con la única función de acatar unas normas. Los otros ocho tendrán que ser guardas cuya única función será que se mantengan las normas. Para mí, instintivamente unos tenderán a no querer respetar las normas y los otros a endurecerse cada vez más. Lo peor llegará en una ausencia del poder establecido, pura anarquía.

Si os interesa el tema, disfrutaréis de una película que en sí no es más que pasable, hay cosas que sobran, pero la esencia es de lo más interesante.

Me he sentido bastante defraudado con esta película, pues me había acercado a ella por recomendaciones potentes de gente fiable y tras haber visto con gusto El Hundimiento (la posterior obra de Hirschbiegel). También me atraía, con prevenciones, el hecho de estar basada en hechos reales, aunque luego comprobé que era una adaptación muy libre del experimento llevado a cabo por Zimbardo en la Universidad de Stanford.
La idea es poderosa: un grupo de personas decide, a cambio de dinero, encerrarse en una cárcel "artificial" y luego allí dividirse en dos subgrupos, guardianes y presos, para observar cómo interactúan, y a qué situaciones puede dar lugar ese encarcelamiento. Sin embargo, creo que esto está viciado desde el principio, dado el un tanto absurdo interés científico que puede sacarse del asunto, ya que al ser voluntarios pagados pienso que sus acciones están claramente mediatizadas de base. Obviando esto, tampoco me parece que la peli fluya correctamente, la narración está repleta de acciones sumamente cuestionables y producto del capricho de los guionistas, que se pierden a la hora de contar el tema con un mínimo de coherencia. Precisamente esa inverosimilitud manifiesta ha impedido que no disfrute ni un ápice de la historia, lo que se agrava cuando la trama deriva en una peli de acción bastante chusca.
En definitiva, creo que se ha perdido la oportunidad de hacer una obra mucho más estimulante, ya que de atmósferas cerradas en las que sujetos están sometidos a presiones casi intolerables se han hecho pelis bastante más estimulantes, como Cube o El Método.

¿Realmente esta película se merece un 10?
Pues puede que no, no la historia de amor es muy fría y está metida a base de flash-backs lo que rompe con el tono casi documental de la película. Además de ser innecesaria.
El resto está muy bien, aunque no sea perfecta, pero un 8 se merece seguro.
¿Entonces por qué le doy un 10?
Pues porque cada vez que la veo me siento como uno más de los presos, cada vez que la veo me produce dolor de barriga, como si estuviesen retorciendo mis tripas, y cada vez que la veo acabo odiando al "malo" como creo que nunca he odiado a nadie y eso ocurre porque me la creo y eso es mucho. Por todo eso le doy un 10.

Si hacemos una encuesta, para saber en que país debería realizarse una película que trate acerca de los efectos que produce el exceso de poder en las personas, estoy seguro de que más del 50% respondería Alemania. A causa del temible Adolf Hitler, muchos conocimos de lo que es capaz un hombre si se le asigna demasiado poder. No es casualidad, que a pesar de haber existido muchas dictaduras luego, cada vez que aparecía una, era mirada con bastante recelo. Hemos aprendido, gracias a nuestros antecesores, que el poder debe estar dividido, y que los que gobiernan no son los candidatos elegidos, sino que es el pueblo a través de ellos. He decidido introducirlos a la película con esta breve reseña, ya que el film trata sobre los efectos psicológicos que puede provocar en una persona, contar con más poder del que pueda manejar su cabeza.

El género carcelario casi siempre es bien recibido por los espectadores, ya que en la mayoría de los casos, el guión se centra en como podrá escapar el protagonista, sorteando a todos los guardias. Ello siempre nos atrapa, manteniéndonos expectantes, hasta que el convicto logre salir. A pesar del comprobado efecto de este tipo de films, aquí el director nos ha preparado otro espectáculo. Ya no se trata de si, el protagonista va a escapar, sino que en "El Experimento" estamos ansiosos para saber si el carismático actor va a seguir soportando estar "preso".

Hemos sido bombardeados por Realitys durante los últimos años, han salido personajes muy extraños de la casa de Gran Hermano, se han filmado personas adentro del baño, pero... todo se ha esfumado. Casi nadie recuerda a los personajes (solo unos pocos han podido subsistir a la fama repentina), y ya a nadie le interesa quien ganó. Si todo ello ocurre, entonces, ¿Por qué siguen teniendo éxito los Realitys? En mi opinión, la razón del triunfo de este tipo de programas, se debe a una manipulación inigualable por parte de los productores. Ellos deciden quien es el malo, quien es el bueno, a quien debemos querer, y lo más importante, deciden quien gana. Sí, no se asombren, ellos eligen al ganador, y luego las personas "hipnotizadas", como lo estaba el Sultán a causa de Jafar, malgastan su dinero enviando mensajitos de texto para darle los votos necesarios, y así coronarlo ganador del Reality. Muchos se estarán preguntando, ¿para qué nos cuenta todo ésto? Se los cuento porque estoy seguro que este reality será diferente para ustedes, y no lo van a olvidar tan fácilmente, como lo hicieron con todas las interminables ediciones de Gran Hermano. El Experimento es más que un Reality, es un análisis de las personas metido dentro de una película.

Espero que sepan apreciar que además de actuaciones, música, guión y dirección, en las películas también hay actitudes, emociones, trastornos, comportamientos y sentimientos.