El experimento

Me interesa lo que cuenta pero no como lo cuenta. Se queda en que podría haber sido una maravilla si se hubiera cuidado más el argumento hacía mitad de película. Hasta entonces el director de la estimulante "El hundimiento" realiza un sobrio trabajo más que digno. Pero a mitad algo se le va de las manos y los excesos se convierten en algo común en "El experimento". Aún así, se ve por el interés que me suscita el tema.

El argumento de ver el comportamiento de una serie de personas en una situación sirve como argumento. Pero todo el experimento se le va de las manos cuando los guardias empiezan a comportarse de una manera más violenta. Y es a partir de ahí cuando falla. Veo unas cuantas tonterias a partir de entonces. Especialmente el desenlace que es ridículo. Por supuesto la relación entre el protagonista y su novia es flojilla.

En general correctas actuaciones del reparto especialmente del guardia que se contiene en sus acciones (pese a que acaba teniendo una de las escenas más gratuitas de la cinta) y del amigo del protagonista. Los demás cumplen aunque también es cierto que hay alguna actuación que no me ha gustado mucho como la del guardia que desnuda a la doctora entre otras por citar alguna.

Al final queda como una buena película que podría haber sido sobresaliente debido a unos cuantos motivos. Una verdadera lástima. Esperemos que el director alemán siga en la línea ascendente en la que va. Ya veremos de que trata su proxima película aunque supongo que tocará otro tema delicado para variar un poco.

Le hubiera puesto más nota si no llega a ser por las escenas románticas intercaladas en medio de la acción a modo "vamos a relajarnos un poco". En general la idea está bien y mantiene bien el ritmo (si obviamos las susodichas escenitas, claro).
Quizá ocurre todo demasiado rápido, pero me parece una película muy acertada que trata de uno de los vicios sociales más extendido. Es una película que vale la pena ver, aún a riesgo de que te quite el sueño.

Hacía bastante que la tenía en mi lista de espera y por fin la he visto. No me ha decepcionado. Los actores que hacen de malos hacen muy bien de malos y la sensación de ver venir un increcendo de violencia es equiparable a la sensación de claustrofobia. Arriesgado film, el concepto de base permite excesos libres que el guión sabe aprovechar.
No es recomendable al sector de público que no aguante malos rollos, porque de eso hay mucho.

Se dice de esta obra que es sugestiva, inteligente, visionaria y reflexiva, por ejemplo.

Y yo digo que es obvia, manipuladora, pretenciosa y burda. Por ejemplo.

De acuerdo en que la premisa es muy interesante. De acuerdo. De acuerdo con que esté basada en hechos reales, ahora, ¿hasta dónde? Pues eso. De acuerdo con que el ser humano es fácilmente corrompible y el poder es siempre peligroso, de acuerdo. De acuerdo también con que el número de tarados por metro cuadrado debe ser muy alto, bastante más en Alemania, lo acepto. De acuerdo que haya muchas personas enamoradas de este filme si para éstas no existen errores de peso o en realidad soban del tema, pues no hay muchas historias como ésta, de acuerdo. Del mismo modo, no obstante, pasemos a jugar con las palabras:

-No hay sugestión si se cae machacona e ingenuamente en la obviedad (el hombre es malo).
-No hay inteligencia si es todo mera manipulación (los hechos como yo los quiero).
-No hay visión, o la hay pero en grado escaso, si se dispara a través de la pretenciosidad.
-No hay reflexión posible siendo tan burdo el resultado. Miento, la hay, pero caemos de nuevo en la obviedad (el hombre es malo). Prueben a hacer el experimento.

Aun así la recomiendo, pues resulta curiosa de ver y en ningún momento aburre. Ahora bien, menos vender motos de profundidad psicológica y estudios sociológicos. Aquí no hay de eso.

Inmensa película inspirada en hechos reales, que no pretende reflejar los acontecimientos que ocurrieron en realidad, sino que cogiendo como base el Experimento de la Cárcel de Stanford, lo desarrolla hasta las últimas consecuencias, intentando con ello realizar una reflexión, al principio sutil pero progresivamente más evidente, acerca del fenómeno del triunfo del nacionalsocialismo y su impacto en una población germana a priori normal, pero que al serle concedido el poder sobre sus otrora vecinos como quien dice, terminaron transformándose en crueles asesinos y carniceros de su propio pueblo.
Lo mejor de este orwelliano drama carcelario, es que provoca la continua reflexión en el espectador y al mismo tiempo le mantiene en una constante tensión que no decae en ningún momento.
Las reacciones de las diferentes personalidades unidas para el experimento, te hacen sacar terribles conclusiones sobre la directa relación existente entre sentimientos como frustración, mediocridad, inseguridad en si mismo y la tendencia al abuso de poder y crueldad sobre el indefenso prójimo.
En el fondo Hitler o Himmler no eran más que unos frustrados y mediocres bichos raros que abusaron del poder que se les fue otorgado.
Poco a poco los uniformes se van apoderando de los carceleros, mientras que los prisioneros cada vez se van pareciendo más a detenidos de campos de concentración nazi, rapados, desnudados y privados de su dignidad.
Todo bajo la no tan atenta mirada de los responsables del experimento, tan fríos y calculadores como los son los científicos con los ratones de laboratorio.
Las actuaciones son perfectas destacando a un inquietante Justus von Dohnanyi, no es casualidad que destacara años después interpretando al general nazi Wilhelm Burgdorf en El Hundimiento.
El final, aunque excesivo para los que buscaban algo más fiel a los hechos reales, funciona aportando un suspense y acción trepidante, si quiero ver algo basado en hechos reales me veo un documental, para mi la película funciona a la perfección, una perfecta mezcla de drama, suspense y acción.