Haz click aquí para copiar la URL

Niebla en el alma

Drama. Cine negro. Intriga Queriendo ayudar a su sobrina, Nell Forbes (Marilyn Monroe), su tío Eddie la ofrece como niñera de ocasión a una pareja del hotel donde él trabaja, para que cuide de su hija mientras ellos van a la fiesta a la que han sido invitados. Pero, cuando Nell comience a flirtear con Jed (Richard Widmark), el rechazado pretendiente de la cantante del hotel, irreprimibles impulsos de su fuero interior van a querer salir a flote... y la niña va a ... [+]
<< 1 2 3 4 >>
Críticas 17
Críticas ordenadas por utilidad
14 de noviembre de 2013
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Marilyn Monroe consigue su primer papel protagonista en un melodrama de bajo presupuesto titulado DON´T BOTHER TO KNOCK (no te molestes en llamar), o como se retituló en España: NIEBLA EN EL ALMA.
La trama: una joven perturbada tras la muerte de su novio, ejerce de niñera de canguro en un hotel, mientras se encapricha de un joven piloto hospedado allí.
La acompañanan Richard Widmark y la debutante Anne Bancroft. Película en blanco y negro de presupuesto limitado, escenas rodadas en una sola toma.

El resultado, una buena película en que la futura rubia de oro se come la pantalla, eclipsa a el resto del reparto, y te conmueve hasta lo más profundo.Para muchos (entre los que me incluyo), la interpretación más emotiva de marilyn, especialmente una vez conoces el caos que fue su vida.
Despues de esto la gente ya sólo quería a Marilyn. La marilyn producto: rubia, tonta, sensual, sexual, aparentemente actriz de usar y tirar. A pesar de ello, siempre luchó por demostrar lo estupenda actriz que era. Nos regaló interpretaciones memorables, incluso en películas deplorables, para quien quiera ver más allá de sus curvas perfectas, su tinte platino o su lunar artificial.
Para todos los que les cueste mirar más allá del mito, aquí verán una actriz sólida y creíble en un drama sólido y honesto en el que es la Marilyn actriz quien hace grande un papel y no una estrella intentando dignificar un papelucho hecho a lo que los torpes magnates creen su medida.
Hoy, 50 años después de su muerte, aún sigue luchando contra la tremenda multinacional creada alrededor de su mito, que la permitió demostrarlo única que ella, Norma Jean, quería demostrar: que era una excelente actriz. descansa en paz Norma Jean, fuiste, eres una de las grandes.
piensaencines
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de febrero de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este sencillo melodrama de presupuesto más bien corto, sería una película más, de esas que no quedan en la retina o en la memoria de los que siempre andamos en el descubrimiento de viejas cintas, olvidadas y no valoradas en su época. Pero tuvo la suerte de contar con un cartel, nada despreciable integrado por un solvente Richard Widmark, actor interesantísimo que demostró en todos sus personajes la seguridad, el talento y el registro singular que lo caracterizaría por siempre. Y aquí no iba ser la excepción. Una Anne Bancroft, morena, bella, ella sí en un personaje menor a lo que sería su seria y larga estadía en las pantallas. Ellos dos serían más que suficiente para valorar con creces, un guión algo flojo en su génesis, pero con un tránsito decente, normal. Sin embargo no es así, y aparece la figura joven, hermosa, exuberante de una hasta esa fecha, poco conocida Marilyn Monroe. Entonces, ya con el tiempo, deja de ser un simple film, a convertirse en la primer real prueba dramática como protagonista principal de esa diosa terrenal.Porque Marilyn, ya había tenido una corta carrera como secundaria en cintas de distinto género, pero faltaba su graduación de figura principal del reparto. Y le llegó la oportunidad. Como resultado, una magnífica Marilyn dramática, emotiva, seria, con la angustia reflejada en su hermoso rostro, característica de un personaje atormentado, enfermo, de un sufrimiento interior que la lleva a no medir sus actos y que nos hace querer abrazarla para calmarla y protegerla a pesar de ellos. Obviamente, ella, opaca a cualquiera que se le ponga enfrente, es ella toda la razón de ser de la película y nos olvidamos que el otro protagonista, vive una situación paralela que confluye para formar el todo del film.Que la película no tenga la suficiente fuerza para mostrar esa otra faceta en la que Marilyn siempre procuró el resto de su vida que la valoraran como gran actriz dramática, y que realmente era, quedará para la historia. Ya que evidentemente sí era una gran actriz, y podía desempeñarse con creces en cualquier papel que le presentaran. Desafortunadamente, el mito de chica superficial y sensual, que también demostraría ser una maestra en interpretar como lo confirman sus posteriores personajes en memorables cintas de comedia,la acompañaría por el resto de sus días.Los que la admiramos y los que lo harán en el infinito futuro, tenemos cintas como "No te molestes en golpear" o "Niebla en el alma", "Niágara", "Río sin retorno","Los inadaptados" entre otras, para demostrar que Marilyn era mucho más que una excelente actriz cómica. Era una insuperable actriz dramática también y eso el mito y la leyenda que terminó siendo, lo puede arropar sin reparos. Ya la historia lo sentenció.
cineclasico73
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de septiembre de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buen film a pesar de que no tiene el renombre de otros. Richard Widmark en su línea: intenso, eficaz y brillante. Y Marilyn Monroe en uno de sus mejores papeles. Lo cierto es que consigue que su personaje me ponga continuamente nervioso.
Total, que en el escaso metraje uno se lo pasa muy bien con esta historia de amores, desamores y problemas psicológicos.
gonzalo120w
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de abril de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tarda en entrar en materia pero incluso la falta de acción despierta interés porque los diálogos resultan sugerentes y la parsimonia, en este caso, no pertenece al ámbito de lo inexpresivo.
El mérito también corresponde a R. Widmark, a M. Monroe y a la magnífica dirección de R. W. Baker.

Poco a poco el fuego lento hace acto de presencia, una fuerte carga psicológica se adueña de todo, el presagio se levanta de su sueño, los susurros de la niebla toman voz propia, el fondo oscuro del vacío se cierne como una pesadilla que hace temblar al celuloide como una premonición de mal agüero.
A partir de ese momento no es posible apartar los ojos de la pantalla.
En eso consiste la magia del cine.
ABSENTA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de mayo de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué tan distante está la persona inocente de la perversidad? O a la inversa, ¿Qué tan distante de la inocencia está la persona que ahora juzgamos perversa? ¿Se podrá, acaso, ser inocente y perverso a la vez? Preguntas cómo estas me las he hecho en numerosas ocasiones, sobre todo cuando escucho a personas que se sienten culpables y profundamente arrepentidas por algo que hicieron sin siquiera pensarlo, por un impulso que no pudieron controlar. También, cuando conozco la historia de personas que parecen corderitos, pero, cuando se confiesan, exudan odio y alientan deseos que bordean la criminalidad latente. Supongo que, en la televisión o en la internet, han escuchado sobre los horrendos crímenes cometidos en serie por alguien que es descrito como un temible psicópata… y cuando nos enseñan al sindicado -habiendo casos en que los tipos asustan hasta en la foto-, también encontramos algunos cuya figura no nos sugiere en nada al terrible criminal que acaban de describirnos, y llegamos hasta a sentir lástima por él. Pongo, como ejemplo, la figura del llamado en Colombia, “El monstruo de Monserrate”. Mírelo y no logrará ver usted en él, ni al monstruo ni al terrible asesino que, sin ahondar en su esencia, sentencian algunos medios sensacionalistas. En lo personal, su figura me sugiere a un hombre débil, carente de afecto y atención a todo nivel, al que, el efecto de alguna sustancia psicoactiva le daba valor, y entonces, en cada mujer que ahora le rechazaba, veía reflejada la imagen de otra (u otras) que, en su infancia o adolescencia, probablemente lo maltrataron una y otra vez… y entonces, asesinaba a éstas para desfogar los resentimientos del pasado.

Son muy poderosas las fuerzas del inconsciente y son muchísimas las ocasiones en que se han cometido actos atroces por impulsos incontenibles que someten cualquier débil voluntad. Es por esto que, lo que la verdadera Justicia reclama, no es castigo sino resocialización, pero con el apoyo indispensable de profesionales en todas las áreas sociales que, además, posean el más alto sentido humanitario.

Partiendo de otro efectivo guion de Daniel Taradash, quien se basó en la novela “Mischief” (1951) de Charlotte Armstrong, “NIEBLA EN EL ALMA” (título en España muy atinado), cuenta una historia admirable, porque, sin exceso ni sensacionalismo alguno, logra la más sutil descripción de un carácter neurótico con impulsos criminales, efectiva y conmovedoramente interpretado por Marilyn Monroe, quien luce aquí una envolvente belleza juvenil, fresca y arrobadora, de esas que no se olvidan jamás.

Singular papel en el historial de esta mágica actriz quien, como Nell Forbes, empieza siendo un frío ángel aparentemente dispuesto a rehacer su vida sirviendo de niñera en la ocasión en que, su tío Eddie, la ofrece a una pareja hospedada en el hotel donde él hace las veces de ascensorista. Pero, gradualmente, vamos a ir conociendo historias de su pasado; comenzaremos a identificar sus apremios y aspiraciones del presente; y también veremos, o presentiremos, la suerte de impulsos que pugnan por escapar de ella contra cualquier persona que surja como un escollo. Triada perfecta que aplica para reconocer cualquier enfermedad mental y para poder entender lo que, simultáneamente, convierte a un ser humano en víctima y victimario, sin potestad de condena ante los ojos de Dios ni ante la psicología holística.

El otro personaje importante es Jed (Richard Widmark), ejemplo del hombre común “carecedor” de ese ‘corazón comprensivo’ que reclama toda mujer, y así se lo hace saber la cantante del hotel, Lyn Lesley (Anne Bancroft), quien, por esta razón, no ve futuro en su relación con él. De nuevo, interviene aquí el destino para que dos carencias se junten y cada una sirva a la otra de apoyo y quizás de despertar.

Roy (Ward) Baker logra un filme que se merece un mayor reconocimiento por su honestidad, mesura y aleccionamiento… y que, además, nos ofrece a una Marilyn más bella que en cualquier otra ocasión.

Título para Latinoamérica: ALMAS DESESPERADAS
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow