Fringe (Serie de TV)

"¿Te gusta X-files? ¡Mirate Fringe!" Bajo estas premisas llegue a conocer esta serie muy pero que muy de los 2000 en adelante que mezcla...un poquito de todo, pero la ciencia ficción son las bazas mayores, junto con una tendencia bien marcada por la exageración. Fringe, por suerte, odio los plagios, no es X-files. Como dijeron en alguna crítica comparten estructura pero Fringe pone el acento en otras cosas (énfasis por las mega explicaciones, desprecio por el policial, construcción de personajes planos desde lo conceptual pero ricos en motores psicológicos), se rearma distinto y el resultado termina siendo un producto propio con gran sabor a micro universo.

Si algo destaca en Fringe, esto es su falta de escrúpulos. Su ausencia de mesura interna. Cada caso se nos presenta como la suma de todas nuestras preguntas y culmina con la suma de unas diez preguntas más. Si a esto le sumamos ese afán por la explicación border-line (las explicaciones metafísicas/científicas del profesorcillo loco), tenemos como producto final a una criatura tan obsesiva por que todo cuadre que termina por generar un efecto casi cómico en los episodios. Fringe es tan desbordada que por momentos su tono final es impreciso: uno no sabe si ese dama de fondo no derivará en una comedia grotesca de efectos especiales y realidades paralelas, o si esa aparente comedia de circos metafísicos no esconderá algo trágico y bien dramático.

Lo que le falta a Fringe es regularidad: algunos episodios cuadran como una hipotenusa ebria; en cambio otros se abren y se cierran sin solución de continuidad dejando vacíos conceptuales que luego en otros episodios se focalizan con precisión de cirujano. La serie muestra dos caras: esa que observa todo a través de los ojos de ese científico lunático y otra cara, la menos agraciada, que evidencia el interés por los efectos visuales, las escenas de acción atropelladas en medio de teorías parapsicológicas que pasan a un segundo plano.

En resumen, Fringe es ambiciosa, un poco paranoica, un poco histérica. La combinación final deviene en un producto hipnótico, un caleidoscópio de posibilidades, algunas más posibles que otras. Hay mucha pasta invertida que se evidencia en grúas espectaculares y digitalizaciones varias. Fringe no le esquiva a nada, se lleva todo por delante. Es su magia y su karma.

Fringe, la nueva creación televisiva de J.J Abrams a sido vista con lupa por varios, y es que ser la sucesora de Lost no se antoja nada fácil.
La trama gira entorno a un grupo de especialistas que se hacen llamar la Disión Fringe y que se dedican a investigar todo tipo de sucesos extraños que se conocen como el Patrón. Entre sus integrantes tenemos a Olivia ,una atrevida, valiente y fría agente del Fbi, a Peter Bishop un asesor civíl que se ha unido al equipo por su gran inteligencia y a Walther Bishop, sin duda el mejor de la serie y sobre el que recae gran parte del peso, descrito como un científico chiflado que ha estado internado en un psiquiátrico por realizar experimentos ilícitos en personas.

La serie ha sido bautizada por varios seriéfilos como un genoma malformado de Expediente X, aunque realmente no tienen nada que ver, sólo la resolución de sucesos extraños.
Desde mi punto de vista la serie no está mal del todo, de no ser porque en mi opinión peca de dos grandes fallos: el primero de ellos al que a mi me gusta llamarle “el efecto Abrams “. Este consiste en hacer series procedimentales(es decir aquellas que cada capítulo parte de una premisa diferente e independiente pero que en todas ellas tiene su resolución al final del episodio) con temporadas de ventitantos episodios y en los que como mínimo el 50 % no aporta nada a la serie(creo recordar un musical,un episodio de los años 80, e incluso hasta uno de dibujos animados), vamos colega, paja de toda la vida.
Al principio son atractivos los diferentes sucesos inexplicables, pero cuando ya vas por la 3º temporada y después de haber visto más de 45 episodios y te hueles que verás nada nuevo, ya empieza a mosquearte un poco.
Respecto al segundo gran fallo, es que este joven director que nos cautivó con Lost, sigue empeñado en utilizar el mismo sistema que le dio la fama por aquel entonces, que es cerrar algunos episodios con grandes Cliffhangers. ¿ Es eso un error? Para nada, todo lo contrario, me encanta que se cierren capitulos de esa manera, pero el fallo viene con el Cliffhanger del final de la 3º temporada, que en mi opinión,ya se le fue totalmente de las manos, vamos colega, una ida de olla en toda regla
.CONTINUO SPOILER POR FALTA DE ESPACIO.

La tercera temporada de esta serie presagia que va rumbo a la cancelación. Desde el comienzo me pareció un clon de Expedientes X, con nada novedoso que ofrecer. Pero hacia el final de la segunda temporada tomó un rumbo interesante con la historia del mundo paralelo. Desafortunadamente no lo han sabido explotar en la tercera temporada y se están enredando en la historia. Eso de mantener un capítulo en “nuestro mundo” y a la siguiente semana presentar la historia en “el otro universo” está comenzando a fatigar. Y no lo digo yo, sino la audiencia en Estados Unidos que está cayendo dramáticamente semana tras semana. Lo complicado para el público, pienso yo, es mantener la atención (y los recuerdos) sobre los eventos que han pasado en cada universo y que son retomados cada quince días... ¡Por favor, J.J. Abrams en que estabas pensando al estructurar esto!

Acabo de ver el cuarto capítulo y me resultó decepcionante. Están perdiendo el norte tal como sucedió con Lost que terminó siendo un retazo de buenas ideas mal desarrolladas. Lamentable.

Estoy deaseando dejar de ver esta serie, de veras. A pesar de lo dicho me he tragado las dos primeras temporadas y he comenzado la tercera.

¿Por que esta serie no me gusta? El punto principal es que el tema que trata no solo no me agrada, sino que me parece de mal gusto. Hablan de telequinesis, de las posibilidades del cerebro, de física moderna pero al final lo que yo veo son escenas desagradables, una y otra vez escenas desagradables.

Aparte, estamos ante una serie procedimental, donde casi todos los capítulos tratan sobre un caso que se presenta y se resuelve durante el episodio (respeto el formato pero no creo que sea la mejor forma de contar una buena historia). Es cierto que Fringe tiene su propia atmósfera, con juegos de luces y demás, pero se tiran casi todo el rato paseándose por los mismos escenarios, interiores en su mayoría y repitiendo su estructura semana a semana. Los casos que presentan no me parecen originales, yo que soy un extranjero en el género no veía nada nuevo. La trama conductora tiene mas miga (quizás no la tenga pero al verla gota a gota..), aunque una vez que queda todo dicho, uno se percata que estamos ante algo ya visto.

Los mecanismos de la serie son aquellos que tan de moda están ultimamente en series de éxito, giros inesperados al final de cada episodio, supergiros al final de las temporadas etc (parece que estoy diciendo algo bueno pero no es asi, los que sepan de que hablo asentirán disimuladamente).

No puedo hablar muy mal de los personajes, pobres ellos; a decir verdad me gustan, aunque me parece que los roles que desempeñan son totálmente inverosímiles.

No se que más decir, aparte de que no la recomiendo, no por malísima, sino por REGULAR.

Y en este caso no se cumple. Hasta la tercera temporada, el guión estaba escrito antes de empezar a emitir ningún episodio (o eso tengo entendido) y aunque había alguno más flojo, la trama era buena, tenía sentido y era interesante. Los personajes tenían todos un punto curioso. Merece la pena ver esas tres temporadas.
La cuarta empezó a empeorar, buscando nuevos giros en la historia, que se volvía demasiado enrevesada y hacía inevitable pensar en un nuevo "Lost".
Hasta donde he visto de la quinta la decepción es colosal. No pierdo aún la esperanza de que vuelva a encauzarse, y si lo hace modificaré esta crítica, pero hasta entonces mi recomendación es quedarse con el final de la temporada 3.