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To the Wonder

Romance. Drama Neil (Ben Affleck), un norteamericano aspirante a escritor, y Marina (Olga Kurylenko), una madre soltera europea, se conocen en París y disfrutan de un momento de idilio en la isla francesa de St Michel, revitalizados por las sensaciones de estar de nuevo enamorados. Neil ha dejado su país buscando una vida mejor, dejando atrás una serie de hechos dolorosos. Mirando a Marina a los ojos, Neil cree estar seguro de que ha encontrado a la ... [+]
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Críticas 93
Críticas ordenadas por utilidad
8 de abril de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan vacua como el agujero de un donut, Terrence Malick (La Delgada Línea Roja) vuelve a hacer de las suyas.
To the Wonder parece una continuación de la bella pero inocua El Árbol de la Vida, concatenando todos los errores que hicieron de la película protagonizada por Brad Pitt una cinta sin un referente narrativo lastrado por un guión casi ausente. Ahora, Malick continúa ese esquema. Pero lo hace de una manera aún más frágil, con más puntos débiles que su predecesora: un guión nulo, diálogos insustanciales, abuso de la voz en off con frases sin sentido, planos innecesarios (pero bellos) y, sobre todo, soberbia. Sí, la soberbia de un director que se cree con todo el derecho de entregar al público semejantes rarezas por haber rodado antaño unas buenas películas, alguien que piensa que es la panacea del mundo cinematográfico, pretencioso al borde de un ataque de rélax a base de cloroformo en vena... Esto y más es en lo que se ha convertido Malick, un director ególatra que no piensa en sus actores. Una lástima, porque ellos merecen no perder el tiempo aquí y suelen ser de los buenos, nada de tip@s de serie B.
En el reparto de esta cinta se hayan Ben Affleck (Argo), Olga Kurylenko (Oblivion), Rachel McAdams (Sherlock Holmes) o Javier Bardem (Vicky, Cristina, Barcelona). O lo que es lo mismo, kilos y kilos de talento tirados por la borda. No es que estén mal, es que apenas actúan porque no les han llamado para hacerlo: simplemente permanecen delante de las cámaras y hablan. Cómo tiene que ser la cosa, que el que mejor está es Affleck. Olga, en lugar de actuar, parece que está haciendo un anuncio de compresas (tal y como dice la usuaria Arakiri en su crítica) con tanto paseo con salto por el prado junto a bisontes, paseo por colina con verde vegetación, saltos en la cama recién levantada, corriendo por la playa en un día nublado... Pero eso sí, todo con una fotografía maravillosa a cargo del gran Emmanuel Lubezki. También se desaprovecha a Bardem, que hace de un cura que ni sabemos cómo encaja en la ¿acción? ¿inacción? de la película. Un sacerdote con crisis de fe, pero que el iluminado de Malick no nos advierte por qué la tiene. Simplemente sale, y punto. Es la forma de introducir sus mensajes religiosos a calzador dentro de la historia de amor del eje principal de la cinta.
To the Wonder es un copia y pega descarado de El Árbol de la Vida, pero más desafortunado a pesar de llevar un mismo esquema narrativo... Si narrativa es la palabra correcta para designar esta obra introspectiva, sin alma, a pesar de lo que quieran transmitir sus bucólicas imágenes. Fría e inconexa, no intenta calar en el espectador, siendo un fiel reflejo de la personalidad megalómana de su director.
Siferval
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31 de octubre de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta curioso cómo Terrence Malick dirigió solamente tres películas entre 1973 y 1998, y sin embargo luego le ha entrado la prisa y ha filmado 7 desde 2005, incluyendo la que estrenará en 2021 (y todo esto sin contar sus dos documentales para IMAX).
El problema es que ese estilo que ha entusiasmado a sus seguidores y ha puesto a prueba la paciencia de los que no lo son (ya saben... mucho metraje, ritmo enormemente lento, escasísimos diálogos, mucha voz en off) no aparece por ningún lado en To the Wonder, y aunque Malick esté intentando ser más comercial con una película más corta y dialogada de lo que es costumbre en él, las cosas no funcionan. Dejando de lado que el oficio de Malick como director es innegable, y la alabada fotografía de Emmanuel Lubezki es excepcional, la película no funciona básicamente por tres motivos.
El primero es que, siendo francos, resulta bastante aburrida y de ritmo bastante lento, pese a que dura menos de dos horas. El segundo es que la conexión emocional entre personajes y público es escasa, y el tema de la pareja separada geográficamente está más visto que el tebeo. Y el tercero es que ni Ben Affleck ni Olga Kurylenko son precisamente los mejores actores del mundo, y su química, imprescindible en una película romántica, tampoco es nada del otro mundo.
Escasa a todos los niveles.
Sibila de Delfos
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19 de agosto de 2013
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menuda paranoia.
Un tipo de película que acabas de ver por el mero hecho de saber si el final merece la pena tras tanta escena absurda, abstracta y paranoide perdida.
Mariam32
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14 de abril de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"To the Wonder" es un drama romántico que sin predecirlo en los primeros minutos uno puede deducir rápidamente que se trata de la última película del amado y odiado Terrence Malick, un director que en los tiempos de “La Delgada Línea Roja” (The Thin Red Line, 1998), su tercera película en más de veinte años pretendía hacerse más estrecho que Kubrick y sus secretismos profesionales con declaraciones de lo más variopintas relacionadas a la hora de seleccionar los actores. Pero si ya en ese film bélico contaba con un reparto bastante célebre que iba de George Clooney, Sean Penn o Woody Harrelson.

La relación entre Neil (Ben Affleck) un viajante norteamericano y su novia Marina (Olga Kurylenko) se consolida cuando él la propone irse a vivir en Estados Unidos y dejar atrás Francia. Pero la inadaptación de Tatiana (Tatiana Chiline) hija de Marina, entre otras circunstancias, forzarán la pareja a una separación anunciada. Esa desunión comportará consecuencias para ambos y, a su modo, la quebrantada y temprana separación les arrastrará a unos melancólicos refugios: ella nuevamente en Francia y él reconciliándose con una antigua novia (Rachel McAdams). Mientras tanto un sacerdote (Javier Bardem) se plantea su fe mientras visita los hogares de los suburbios; símbolo de una decadencia de lo que fue una tierra de promesas y oportunidades. Algo que, en el presente, Marina no parece ver con buenos ojos.

Malick se limita a engrandecer con intensidad en las imágenes (excelente fotografía del mejicano Emmanuel Lubezki colaborador habitual en las películas de Alfonso Cuarón) y diálogos en off con ecos Wagnerianos de fondo. La belleza se disuelve cuando se le pide más grima a la narración fílmica, por lo que se echa de menos sentido del ritmo, pero ya se sabe conociendo a Terrence Malick y te echa esa clase de prolongado anuncio de perfume: no esperéis sorpresa alguna, pero de conclusiones, las que queráis. Sus imágenes pueden equivaler a miles de palabras que por eso estudió filosofía antes que cine.

Lo Mejor: sin duda la fotografía, gran protagonista
Lo Peor: las excesivas volteretas de cámara
Natxo Borràs
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15 de abril de 2016
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que no soy fan precisamente del cine de Malick (prefiero antes un film de Spielberg, Coppola, David Fincher, Tim Burton o Ridley Scott), al que encuentro cargado de pomposidad pero sin tramas verdaderamente matizadas, trabajadas y profundas que acompañen a sus siempre cuidadas fotografías. Su filosofía barata jamás me llega a convencer con potencia, y sus tramas son tan escasas que se me olvidan nada más verlas. Así que evidentemente ya iba predispuesta a toparme con un largometraje de mucho ruido y pocas nueces, de una gran puesta en escena visual... pero de una historia para el olvido durante y tras su visionado.

Y eso es precisamente lo que me he encontrado en "To the Wonder". La verdad es que esperaba la excepción de la regla... una especia de "Cisne negro" que nos otorgó el también rara avis de director que es Darren Aronofsky. Pero no, en "To the Wonder", Malick no atina ni con su obra maestra ni con su mejor obra siquiera (la por entonces sobrevalorada (comenzó con una nota de 8 en filmaffinity y ahora apenas pasa del 5 sobre 10) "El árbol de la vida" resulta una obra maestra en comparación con "To the Wonder"... que ofrece más de lo mismo pero sin temas de música clásica tan inolvidables y sin interpretaciones tan acertadas como las de aquella cinta de 2011).

El film nos presenta a una pareja encarnada por el actor/director/guionista Ben Affleck y la supermodelo Olga Kurylenko (pareja a la que más adelante el personaje de Affleck sustituye por una confundida Rachel McAdams). Y esta pareja de guapísimos se dedica a modelar durante el film (ya sean solos o en compañía) de dos horas: corretean por trigales, se sumergen en piscinas, se abrazan en la hierba, en la cama, en la alfombra de la casa, juguetean con la niña (bastante cargante, por cierto) del personaje de Kurylenko, miran al infinito (impagable la cara de ida de McAdams divisando la nada rodeada de bisontes en el campo), saltan en la blanca e impoluta cama, juegan con los visillos (recordando irremedablemente a los anuncios de perfume como los de Carolina Herrera o DKNY)... Kurylenko por imitar anuncios de perfume... hasta se echa uno durante uno de los planos.

Y así todo el film, un film sin diálogos (de vez en cuando Malick ofrece al espectador alguna voz en off de sus personajes que sueltan frases como "Tú, nube: tú también me amas" (esto no evitó que recordara cierto anuncio de compresas que se preguntaba a qué olían las nubes con el mismo despliegue de planos en la naturaleza que "To the Wonder"), "bondadosa" o "te amo tanto...". Que sí, que son frases bonitas (y también perezosas y tópicas)... pero no es que presuman de una filosofía intelectual y profunda precisamente. Pues es la misma filosofía que nos encontramos en los anuncios publicitarios de pocos segundos de colonias de Paco Rabanne).

Así pues la cinta se hace un tedio pretencioso de casi dos horas como si de un eterno comercial videoclipero se tratara. Pues "To the Wonder", a pesar de no ser un desastre total gracias a su plasticidad visual (desde luego el film cuenta con una bonita fotografía... como si de un bonito anuncio de Tampax se tratara) con plano acuático por aquí... plano subjetivo de hombre o mujer (modelazos perfectos con el cabello impoluto, eso sí) paseando por el campo por allá), carece de alma. Es una cinta completamente fría y distante para con el espectador, al que aleja de su atención constantemente.

Y esa indiferencia se da porque "To the Wonder" no trabaja en absoluto a sus personajes en ningún momento, son meros maniquíes que modelan por el film, pero ni reaccionan, ni evolucionan, ni tiene un simple diálogo que dure más cinco segundos. Todo en "To the Wonder" es un escaparate holgazán y superficial en el guión, una cinta expositiva sin narración recóndita de acontecimientos de ningún tipo.

"To the Wonder" no presume de una historia rica y cuidada, ni de hondanadas y vicisitudes a las que aferrarse para con el cinéfilo (que nadie espere en "To the Wonder" un libreto de la intelectualidad, albures y dilemas como los que pudieran ofrecer obras maestras (estas sí) del cine como puedan ser "El padrino", "Milion Dollar Baby" o "El club de la lucha"... por poner algunos ejemplos de relatos de ficción con trama trabajada, cuidada y recóndita sin dejar por ello de presentar cavilaciones y reflexiones humanas). Y eso le pesa al film como una losa inexpugnable, una losa que hace al conjunto no servir ni siquiera como entretenimiento pasajero ("¡Ánimo al que aguante su visionado durante sus dos horas!... y al que lo soporte... ¡ánimo con no desviar su atención en cualquiera de sus escenas.

Los actores por su parte ni elevan ni bajan el nivel del metraje, ni molestan ni se destacan (al menos en "El árbol de la vida" nos congratulábamos de observar unas interpretaciones cargadas de garra, personalidad y empatía): Kurylenko viene del mundo de la moda y debutó sin pena ni gloria como chica Bond en "Quantum of Solace"... y aquí Malick parece que quiera retrotraerla a los anuncios de Armani, Ben Affleck sigue en su parsimoniosa línea, McAdams parece estar diciendo a grito al espectador que Malick no le ha dicho absolutamente nada sobre su personaje, y Bardem realiza una de las peores interpretaciones de su carrera (curiosamente sus peores actuaciones siempre coinciden cuando le toca encarnar a un sacerdote, pues su horrible y caricaturesco cura en "Los fantasmas de Goya" aun se me viene a la cabeza por desgracia), quedándose a millas luz de su gran Ramón Sampedro o sus memorables e irrepetibles villanos de "Skyfall" o "No es país para viejos"... demostrando así que es un intérprete capaz de lo mejor y lo peor.

En absoluto recomendable ni como cinta filosófica (las reflexiones son necias y de tres pelotas diez) ni como película de pasatiempo (suerte a quien intente visionar todos sus minutos). De lo peor de Terrence Malick (y eso significa el espanto total).

Lo mejor: La fotografía.
Lo peor: El lamentable guión.
Spark
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