To the Wonder

Cuándo hablamos de Terrence Malick, hablamos de palabras mayores, aún que vilipendiado por una parte amplia de la crítica profesional y del público, indudablemente su nombre está relacionado al de un artista, al de un director que hace películas de autor, que sabe a que juega y cómo juega. Sus propuestas se suele componer de elipses temporales de recuerdos seleccionados junto lecciones de carácter místico que crean un hilo narrativo sosegado y profundo respecto de alguna idea. Aquí tratamos de las contradicciones que supone el amor, el problema es de qué amor hablamos exactamente...

Tras el éxito de "El árbol de la vida", Terrence Malick aplicó el mismo tratamiento a este drama romántico que recorre la difícil relación amorosa entre un inspector medioambiental de Oklahoma y una bailarina ucraniana afincada en París. El autor presta atención al silencio de Dios a través del personaje de un sacerdote católico cuyas preguntas sin respuesta conectan con las de la pareja protagonista.
Dicho argumento, intrascendente sobre el papel, en pantalla se convierte en una sinfonía poética gracias a la fotografía de Emmanuel Lubezki y a la banda sonora, donde brillan las piezas de Rautavaara y Górecki. La sublimación de la obra de Malick, una película que se aleja de toda convención formal y nos regala los planos más bellos filmados del Mont Saint-Michel.



"El amor que nos ama... Gracias."

Hay que sentarse a ver y escuchar To the Wonder sabiendo que estamos ante un poema, no un film convencional, con sus planos convencionales, sus diálogos convencionales y su desarrollo argumental típico.
Si no te interesa el Amor, con la "a" en mayúscula, si no te interesa la fe, y en concreto la fe cristiana, y si no te interesan las imágenes sensibles, tiernas y bellas, porque las interpretas como muy cursis y bobas, no veas este film, no pierdas tu tiempo con un producto fílmico que te va a cabrear.
To the Wonder es incluso mejor al anterior trabajo de Malick, El árbol de la vida; en el sentido que es más redondo puesto que no tiene una secuencia final bochornosa que se aparta de lo que hemos estado viendo hasta el final, es decir, la historia de una familia, el amor cristiano, el origen de todo, y los valores esenciales en esta vida.

To the Wonder es un tratado, un tratado sobre el Amor, desde una perspectiva cristiana y romántica.

Ninguno de los aforismos que ecuchamos los espectadores en forma de pensamientos, tanto de la chica protagonista como del cura, tienen desperdicio.

El estilo narrativo del film es único, puede gustar más o menos, pero es único. Sigue la estela de El árbol de la vida, de tal manera, que este film parece una continuación del mismo. La cámara se mueve con soltura acercándose a los actores y distanciándose, como bailando. Los actores están bien en sus papeles pese a no actuar prácticamente, en un no-hacer haciendo. La música clásica da elegancia y tranquilidad a las imágenes.

Una vez más recalco que To the Wonder es un poema audiovisual al que el tiempo le hará justicia, y que para mí ya es una obra de arte. Pura honestidad de un creador cinematográfico que comulga con la fe y las grandes cosas pequeñas de esta vida.

"El amor de pareja es volverse dos personas un solo ser". - dicho en el film-

¿Hay algo más importante para nosotros los seres humanos que el Amor, que amar y ser amados en correspondencia?
Si no amas, teniendo capacidad para amar, tu vida pasará como un destello.
Sin Amor estamos perdidos. Amor caritativo, amor desprendido y compasivo.
En el fin de tus días serás valorado en el Amor, en el Amor que hayas sembrado. No pierdas el tiempo.

¿Crees tú en el Amor, crees en las personas, tienes sensibilidad para reconocer la belleza natural de las cosas? Si tu respuesta es positiva esta película te parecerá un encanto con mucha singularidad. Te emocionará y te hará llorar como a mí.

En este film se escuchan verdades como catedrales, de grandes y bonitas.

Una película típica de su director que ensalza el amor a la misma vez que la desesperanza. Personajes erráticos. Personalmente no me gusta este tipo de narrativa, prefiero las películas lineales que presentan una historia horizontal sin mas pretensiones. Para pensar ya están los problemas del día a día.

Sosa, deslavazada, cursi, tonta, aburrida, desconexa, personajes desarticulados, marionetas, ridículos, metraje excesivo, trama endeble...
Eso sí, bella fotografía, aunque casi siempre estropeada por una pseudopoesía que da grima.
De esas películas que se soportan porque se advierte la intención de hacer algo distinto, para descubrir que no interesa. El trío de Ben, Olga y la niña hace cosas tan bobas que hasta da vergüenza.
Y para rozar el rizo Javier Bardem de cura, con cara de camionero.
Admiro a quienes le han puesto buena nota por su comprensión y su aguante.
¿Y por qué todo el mundo habla como sí fuese lo más excelso que se puede decir en la vida, siendo casi siempre lugares comunes?
La vi en la tele. Una ventaja es que te puedes ir un rato a hacer otra cosa y cuando vuelves todo sigue igual. Intuyo qué sí se deja de ver toda entera tampoco se pierde mucho,