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Fue la mano de Dios

Drama. Comedia El oscarizado guionista y director Paolo Sorrentino presenta la historia de un chico, Fabietto Schisa (Filippo Scotti), en el turbulento Nápoles de los años ochenta. En "Fue la mano de Dios", hay lugar para alegres sorpresas, como la llegada del legendario futbolista Diego Maradona, y para una tragedia igual de imprevista. El destino interpreta su papel, la alegría y la desdicha se entrelazan y el futuro de Fabietto echa a rodar. ... [+]
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Críticas 84
Críticas ordenadas por utilidad
31 de diciembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menuda sorpresa mayúscula me parece ‘Fue la mano de Dios’, principalmente, por lo alejada de la grandilocuencia de sus obras anteriores. Paolo Sorrentino, el habilidoso cineasta italiano, se abre en canal para hacer su propia versión de ‘Roma’. Sorrentino quiere narrarnos hechos de su adolescencia, pero, a diferencia de la de Cuarón, sí que veo una historia detrás de todo esto.

Fabietto es él (brillantemente interpretado por el joven Filippo Scotti), pero podría ser cualquiera. Es un chico al que le gusta el cine y el fútbol. Es el eje sobre el que se mueve el filme, pero lo rodea de un montón de personajes carismáticos que te van robando poquito a poco el corazón. En especial mención, a la figura de sus padres, a los que Sorrentino retrata con auténtica belleza, como dos bellísimas personas que, cuando se van, le dejan un enorme vacío en su alma. También es importante el personaje de la tía, que es el despertar sexual del chico y que es de lo más adorable. O esa vecina anciana que jugará un importante e insospechado papel.

Pero a la vida de Fabietto hay que añadirle otro factor: Diego Armando Maradona, el mejor futbolista de todos los tiempos según él. Todo el filme transcurre durante la época en la que “el barrilete cósmico” deja el Barcelona para fichar por el Nápoles hasta hacerle campeón de liga, pasando por el Mundial en el que Maradona maravilla con sus dos goles en aquel partido contra Inglaterra. Si no eres amante del fútbol, no pasa nada, pues te parecerá una curiosa nota a pie de página que da origen al título. Pero, si lo eres, sabrás apreciar la simbología entre los cambios del chico y los momentos cumbre en la carrera del futbolista.

“Si haces cine es para contar algo”. Pues todo lo que cuenta es absolutamente brillante. ‘Fue la mano de Dios’ me parece una película mayúscula.

Más en: https://alquimistacinefilo.wordpress.com/
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Hickeystyle
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8 de enero de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Fue la mano de Dios” resulta ser la enésima demostración de que Paolo Sorrentino es uno de los cineastas contemporáneos más imprescindibles de mi vida, junto con Woody Allen, Paul Thomas Anderson, Lars Von Trier, Jacques Audiard, Yorgos Lanthimos, Fernando León de Aranoa o Manuel Martín Cuenca.

La última película del genio italiano es una absoluta obra maestra y un clásico instantáneo que se queda a vivir contigo para siempre desde el primer visionado, una maravilla donde su capacidad omnímoda para crear cine sublime se remansa y descansa conforme el ejercicio se convierte en introspectivo para abrirse a corazón abierto y mostrarnos su propia vida, como hicieran genialmente también Quentin Tarantino en “Érase una vez en Hollywood” o Pedro Almodóvar en “Dolor y gloria”.

Y digo que se remansa porque tanto el ritmo de la historia como su estilo visual ampuloso y barroco tirando a rococó que tanto me apasiona, se toman un respiro para hacer, por una vez y sin que sirva de precedente, una cinta tierna, de cocción lenta, dirección a ratos incluso sencilla, donde el meollo del asunto casi tarda una hora en aparecer, pero que conmociona como todas las demás de su propia filmografía o puede que aún más por certeramente creíble.

Sorrentino nos cuenta cómo fue su propia adolescencia en Nápoles, haciendo coincidir el arranque de la película con la llegada de Maradona al equipo de la ciudad. Y nos va desgranando, como la vida misma, momentos divertidos con otros profundamente trágicos. Conforme avanza su metraje, la película va calando, se va haciendo cada vez menos superficial y tendente a la comedia para profundizar con una hondura y un buen gusto exquisito hacia un drama iniciático de aliento clásico. Sorrentino nos lo cuenta todo y lo hace como sólo él podría hacerlo, a lo grande. Por eso también su cámara va perdiendo su adorada ampulosidad para relajarse en la segunda parte de la cinta, cuando todo ocurre.

Todo ello acunado por la extraordinaria partitura musical de Lele Marchitelli y una hipnótica dirección de fotografía de Daria D´Antonio. Pero, sin duda, el pilar de este triunfo absoluto del dios Sorrentino pivota sobre la interpretación de su “alter ego” juvenil que encarna el actor adolescente Filippo Scotti, en un lección magistral de contención, credibilidad y honestidad, justamente reconocido con premio en el Festival de Venecia.

Y, por supuesto, cuando uno termina de verla en plena levitación, comprende que lo que ha contemplado supone la resurrección de Fellini, a quien tanto debe, homenajea y recuerda esta obra maestra. Y tan en pleno dominio de su arte se encuentra Sorrentino, que se permite incluso unas pinceladas de realismo mágico para iniciar este maravilloso metraje en un plano secuencia antológico.
Sergio Berbel
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13 de diciembre de 2021
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Dolorosa y a la vez divertida. Una mezcla de humor y tragedia a la italiana en el Nápoles de los 80, con Maradona de fondo. Ésta película lo tiene todo para triunfar. Sorrentino no defrauda una vez más. La mezcla entre la sociedad napolitana decadente, el fútbol y la primera juventud funcionan perfectamente. La luz y la imagen son una absoluta pasada, es increíble como se logra transmitir lo que el director quiere. El film te transporta de una forma mágica a la época y la actuación de Filippo Scotti es memorable, un gran actor. La película es dinámica y entretenida y prácticamente sin contar nada, sólo la vida de un chico que empieza a vivir. Brutal.
Pablo_San44
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8 de enero de 2022
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Demasiado parecida al modo Fellini. No es necesario aplicar la norma tanto para rendir culto al maestro. La fotografía y la sucesión de pantallas, es de primera calidad. Servilio se oscurece en su interpretación que no llega a la altura de la suya en La Grande Belleza. El cine de Sorrentino es de primera división, pero esperaba más en esta peli. Recomendada a quienes, como yo, seguimos a este director que pretende ser la reencarnación felliniana del cine italiano. Siento dejar mi nota en un 6.
Juan Guillamon
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14 de enero de 2022
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Leí que asociaban este film con “Amacord” y creo que un aire lejano tiene, pero muy en el principio. Porque al menos en 45 min del comienzo, todo es jolgorio y alegría, uno ríe y tiene idea de todos los personajes, pero pasando la segunda mitad, en el segundo tiempo, todo declina cómo la vida misma.
Y habla de eso, de la vida, de reír y llorar, la tanada se muestra llorona, cómo los tangos en Argentina que no paran con los lamentos, el protagonista está en eso, en un tango a la vida, anhelando la ausencia. Y afuera, jolgorio, vida, canto alegre, pero el cuore del pibe llorando, y má sí, para que festejar cuando se está perdido, para colmo él, al que todo se le derrumbo.
Capaz con Chalamet, la cosa funcaba mejor, pero bueno, debe estar caro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jack cienfuegos
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