Sin Límites

Si uno se para a pensar no tiene demasiado sentido, pero me gusta que la narración sea como la de una película de acción clásica. Hay un componente fantástico, pero no siento que estoy viendo una película de ciencia ficción, sino que 'Sin limites' funciona como un trepidante thriller urbano, con pistolas, peleas, persecuciones... El montaje es frenético, hay una voz en off que usa el sarcasmo y la ironía (al igual que el propio protagonista) a la hora de comunicar y al revisarla lo he pasado muy bien, la peli entretiene y hace reír. Bradley Cooper está electrizante, va a mil por hora (al igual que la película) y su arrogancia del final es propia de alguien que se siente vencedor.

Cuando partes de diversas adicciones, tu novia te acaba de dejar y te persigue une editora que te ha pagado por un libro que ni has empezado, cualquier ayuda, venga de donde venga, se agradece aunque la mano te la tienda alguien que no te inspira demasiada confianza. Si aceptarla supone únicamente tomarte una aparentemente inofensiva, transparente y delicada pastillita, casi como una gominola, las dudas se reducen a la mínima expresión. A partir de ahí explosión mental, percepción al cubo y un desarrollo de capacidades desconocidas llevadas al extremo.

Si además a esa personalidad, inicialmente derrotada, la envuelve el físico de Bradley Cooper, que al principio aparece afeado físicamente para ir tuneándolo poco a poco hasta alcanzar el esplendor físico que lo caracteriza, pues la cosa pinta bien.

“Sin límites” es una película bastante solida que cuenta con Robert de Niro como secundario de lujo de este actor guapo, no hay duda, pero que aún tiene mucho que demostrar.

Tiene ratos aburridos, pero el director consigue resolverla de manera sensata y creíble haciendo que, al final, te lleves la sensación de que es una buena historia.

Recomiendo verla “con límites” si el resto de las opciones son dudosas. La moraleja que nos vende es que por mucho que avance la ciencia siempre irá por detrás del hombre ya que, al fin y al cabo, es a él a quien debe su nacimiento. ¡Nos encanta ser los más listos!.

El saber se convierte en este film en la droga de su protagonista, insaciable ante la posibilidad de acumular conocimientos y hacerse de oro con ellos. Una pastilla es capaz de convertir a un ciudadano mediocre en un erudito respetable capaz de campar en cualquier conversación, pero hay un precio muy caro que pagar, el de la imposibilidad de retorno al ciudadano corriente que fue una vez.

Sobre esta base se construye un film entretenido y original con un estilo muy cercano al de la reciente Destino oculto, disfrazando un relato de ficción de historia cotidiana, con unos personajes sencillos que giran en torno a ese elemento fantástico, que en esta ocasión es la pastilla milagrosa que convierte la mente en un torrente de ideas.

Destaca la lectura que subyace en la trama de la historia, sobre la esclavitud del individuo hacia cualquier droga, no necesariamente fabricada en laboratorio, y la dificultad y peligro que conlleva el convertirnos en algo que no somos, obligándonos a mantener una vida que no es la nuestra.

Si hay algo que reprochar a este film es su iluminación poco natural, que recuerda en gran medida a la empleada por Spielberg en Minority Report, rodeando a los personajes de un aura artificial y eliminando la profundidad de los espacios. Si bien utiliza muy bien los efectos visuales, tal vez se recrea demasiado en ellos y resultan reiterativos.

Sin duda una cinta donde prima el guión por encima de la dirección o los elementos técnicos. Muy recomendable para plantearnos quiénes somos y dónde queremos llegar. Si nuestro cerebro no tiene capacidad para asumir todo el conocimiento, mejor escoger qué queremos saber.

"Sin límites" en un principio me llamó la atención por Bradley Cooper (actor principal) y Neil Burger (director). El primero porque me cae muy bien, no suele hacer peliculones ni actuaciones notables pero logra transmitir cierta simpatía al espectador no muy usual, me encantó en "Resacón en Las Vegas", y por ello esperaba con ganas su aparición en esta película. Y Neil Burger porque a pesar de que cuenta con una corta filmografía no ha hecho ningún film que merezca el suspenso, "El ilusionista" fue una película que me encantó, si bien no es nada del otro mundo, me pareció original, entretenida y cumplidora, para mí es una de esas películas normalitas a las que les cojo cariño y me encanta verlas una y otra vez.

La película gira en torno a un escritor: Eddie Morra (Bradley Cooper), que sufre una crisis de creatividad. Un día se encuentra con el hermano de su ex mujer -que tiene fama de camello- y le da a probar una nueva droga que lo pone en condiciones de usar al máximo todas sus facultades mentales; a pesar de su negativa finalmente decide probarla y comienza a potenciar su mente y su inteligencia hasta límites insospechados -puede recordar todo aquello que alguna vez leyó, vio o escuchó aparte de poseer un irresistible carisma-. Gracias a esta droga consigue triunfar en Nueva York y un poderoso financiero de Wall Street: Carl Van Loon (Robert De Niro) siente una extraordinaria curiosidad por averiguar qué se esconde detrás de tanto éxito; Morra también se pondrá en el punto de mira de personas que harían cualquier cosa por poner sus manos a la droga (NZT-48) que posee. Poco después irá descubriendo una serie de detalles que desconocía, y es entonces cuando el fármaco muestra su verdadera cara... ¡No cuento más!

Para mí un detalle a destacar es la maravillosa dirección de Burger, la gama de colores que se puede visualizar cuando el protagonista se ha tomado la pastilla y la atmósfera que se crea cuando no se la ha tomado (con luz natural, más cercana a la realidad) es muy llamativa.

Las interpretaciones nada especiales pero sí correctas, sobre todo Bradley Cooper, que lleva todo el peso del filme y que consigue que nos creamos lo que le está ocurriendo. Por otra parte decir que Robert De Niro no logra destacar, puede que sea el personaje, que no da para más, pero en un principio solamente contribuye a atraer al espectador al cine -últimamente acepta todo lo que se le ofrece, esperemos que no siga por este camino- y Abbie Cornish no deja de ser "la chica de la película" sin destacar en nada.

CONTINUA EN SPOILER- SIN DETALLES.

La verdad es que quería haber esperado a verla en casa, en el sofá con una bebida fría en la mano, pero me ha picado la curiosidad y la he visto en el cine. El nuevo trabajo de Bradley Cooper antes de verlo en la secuela de The Hangover. Buena, sirve para pasar una tarde que encuentres aburrida. Como su vida cambia de 0 a 10 por azares del destino. Todo por una pastillita, fíjate tú. Ah, sí, y DeNiro, pasaba por allí.