The Equalizer (El protector)

Los rusos son malos. Tienen mala suerte. Desalojan a los zares, después de siglos y siglos de tiranía y represión, y caen en las garras de Pepito Stalin. Se viene abajo aquel capitalismo de estado llamado comunismo, y en lugar de quedarse con Gorvachov, se entregan a un borracho desalmado y patán, Yeltsin. Ahora tienen como presidente a un asesino, probablemente de tendencias psicóticas. Los sicarios rusos de The Equalizer son malísimos, un horror, y todo el mundo babea cuando nuestro héroe se los va cargando. "Una película con Denzel Washington" se ha convertido en un subgénero por derecho propio. Sabemos que vamos a ver a un héroe solitario, de pasado brumoso y atormentado, que se enfrentará él solito a la amenaza de turno, para desaparecer en la noche al llegar la última escena, rumbo a un futuro igualmente brumoso y atormentado. The Equalizer es una de las películas más inútiles de los últimos tiempos. Es un pimpampum sospechosamente fascista que no cesa, sólo el acto de matar repetido hasta la saciedad, coreografiado como si fuera algo guay, algo ejemplar. Fuqua debe creerse que es un autor, pero de momento, salvo en Los amos de Brooklyn, no ha demostrado ser otra cosa que un presuntuoso histrión. Tiemblo sólo de pensar que le han confiado el remake de Los siete magníficos. ¡Basta de manosear a los clásicos! Confieso no haber visto la serie en la que se ha inspirado este engendro, pero se me han pasado las ganas de verla. Para matarifes frustrados y fans de Denzel, un actor notable en tiempos lejanos.

"The equalizer", una buena película de Antoine Fuqua, con abundante acción criminal de buena factura y una consistente trama. Parece que el director redima a Denzel Washington tras su anterior trabajo juntos en "Training Day", por la que el actor recibió el Óscar en el año 2002. De ser un policía superlativamente corrupto en esta última, pasa a ser un culto, ordenado y honrado superhéroe en la recién estrenada. Basada en una serie televisiva, parece que tengamos en ciernes a un nuevo Bond o a un nuevo Bourne, si bien al estilo de Marvel, y que se llamará Robert McCall. Denzel Washington está tan bien como siempre en su interpretación, con un personaje que le va a medida. Y cabe destacar también la interpretación de Marton Csokas como malvado, al que por cierto, como antes ya lo he nombrado, apareció en una secuencia como enemigo de Bourne en la segunda entrega.
La película me ha sorprendido, teniendo en cuenta lo que esperaba de ella a priori. Me han sobrado los fuegos artificiales, que no podían faltar en una cinta de este género, si bien es cierto y también de agradecer que hayan sido muy pocos, solo aparecen en una secuencia, y también podría estar atenuada una Matanza de Texas a lo Junta de Cristal un tanto excesiva, con el que pone broche a su trabajo el nuevo justiciero y protagonista. Está visto que la violencia parece estar reservada casi en exclusiva, y aceptada de buen de tono, en el cine de Tarantino, aunque realmente su tratamiento es bien distinto al de esta película y otras de su estilo.
En definitiva, la película tiene todos los ingredientes del género, muy bien narrados cinematográficamente, y resulta atractiva y muy entretenida para el espectador, que, en ocasiones, y dado lo que circula por ahí, ya suele ser suficiente.

El actor y director de "Training day" vuelven a colaborar en una historia de acción y género negro que realmente merece la pena ver.
Denzel es una apuesta casi segura. Si repasamos su filmografía, tiene poquísimos títulos que sean malos ("Two guns", "El fuego de la venganza" y pocas más). Se nota que tiene acierto a la hora de escoger sus trabajos, y esta vez no es una excepción.
El argumento tiene un planteamiento muy simple, pero está tan bien desarrollado que da lo mismo.
Además de contar con buenas actuaciones (tremendo Marton Csokas como malo), la realización y el ritmo no dejan nada que desear.
Hay que reconocer que la acción no se come a la historia. De hecho, en el fondo tampoco tiene demasiadas escenas. Más importante es ver la forma en la que este justiciero ayuda a los demás, y el juego del gato y el ratón que se trae con la banda de mafiosos.
La escena del centro comercial está muy bien hecha y con una canción de fondo que le encaja bastante bien.
Es un claro ejemplo de película en la que no hay originalidad en su guion, pero que gracias al buen hacer del reparto y del equipo de realización, da lugar a un resultado más que digno, que entretiene y que al mismo tiempo está bien hecha, sin necesidad de recurrir ni a grandes efectos especiales ni a enrevesadas tramas.
Muy bien.

Tiene todos los elementos para ser una película mala: el antiguo agente de la CIA que ha cambiado de vida, la historia de amor vacía con la chica, los superpoderes terrenales, el megamagnate mafioso ruso y demás ítems que a todos nos suenan. Si la película no naufraga es por culpa de Denzel Washington, que capea, bien, el temporal. Una película más.

Tremenda película de acción de la vieja escuela. Denzel Washington es capaz de dar credibilidad a cualquier personaje en el que se meta, sin duda uno de los mejores actores de la historia que tenemos el lujo de ver. A pesar de todo, los cliches del guión son semejantes a muchas otras películas, aunque Denzel la hace especial.

Un notable alto, 8.