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The Equalizer (El protector)

Acción. Thriller Robert McCall, un antiguo agente de la Agencia Internacional de Defensa que lleva ahora una vida tranquila, abandona su retiro para ayudar a Teri, una joven prostituta que está siendo explotada por la mafia rusa. A pesar de que aseguró no volver a ser violento, contemplar tanta crueldad despertará en Robert un implacable y renovado deseo de justicia... Versión cinematográfica de la serie de televisión de los 80, 'El justiciero'. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 140
Críticas ordenadas por utilidad
17 de diciembre de 2014
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno empiezo esta pequeña y ligera crítica recordando los momentos llenos de acción que no ha regalado a través de sus películas, mencionarlas estaría demás pero... Men on Fire (2004)será de lejos una película que se recordará siempre.
Haciendo memoria no se hace una crítica así que pasando a la película esta seria un poco mas de lo mismo claro pero estando usted esto cambia; no me malinterprete no digo que por el simple hecho de que usted esta película se vuelva excelente. Resumiendo esta es una película buena cumple con sus mayores objetivos generar emoción y claro esto se ve muy simple pero la mayoria de las películas que hay ahora no cumple con este objetivo. También cumple con la regla esencial que toda película debe tener desarrollo de la trama y desarollo de los personajes.
Buena película aunque me quedé con ganas de mas...

Para terminar me despido de usted diciendo esto:
Esta es la película con un actor muy grande pero que se queda solo con ese nombre .

Posdata: Se sobrentiende que esta película no me gusto y que Denzel Washington no va leer esto
Tarantinesco
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4 de febrero de 2015
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una película de acción pura, se presta mucha atención a conflictos existenciales del protagonista, lo cual ralentiza el ritmo. Pero no es tan grave porque el justiciero no es otro que Denzel Washington y su desbordante carisma, aplomo y bondad no suponen una mala compañía para las dos horas y cuarto que dura el filme. Eso sí, la primera mitad mejor que la segunda y sí, es lo suficientemente violenta.
El Extranjero
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18 de abril de 2017
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A todos los fans de la acción nos gustan los héroes, los actores con personalidad en los que confiaríamos nuestra seguridad personal en caso de ser millonarios, gente con carisma, habilidad para salir de situaciones extremas y que, vistos en la pantalla grande, nos entretengan.
Tras la caída en desgracia de Steven Seagal, varios candidatos parecen intentar ocupar su puesto. Denzel Washington está cada día más cerca de ello. The Equalizer no es una película que quedaría descuadrada en los años 90s, aunque la factura técnica actual ayuda. Es la típica película de justiciero salvador, por mucho que Fuqua quiera disfrazarlo del toque urbano que tanto éxito le dió en Training Day, y meter tópicos algo actualizados en temas siempre presentes como la trata de blancas, la venganza, la amistad...
Pese a ello, la película tiene varias escenas muy bien planteadas, y Denzel consigue darle personalidad al típico justiciero, con lo que va por el camino bueno de actor de película taquillera de golpes y explosiones. Quien busque algo más profundo, aquí no lo va a encontrar. Entretenida sin más.
kidcreole
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4 de noviembre de 2014
6 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sinceramente, de la nueva empresa auspiciada bajo el empeño del acreditado dúo de personalidades artísticas que fue capaz de la magnífica TRAINING DAY cabía esperar cualquier resultado menos el inesperado fiasco que representa esta más que prescindible THE EQUALIZER. Podemos convenir que, en pantalla, la pétrea intensidad característica de Denzel Washington sigue soportando la mediocridad que le echen en cara, sin embargo, Antoine Fuqua demuestra que tratar de convertirse en Tony Scott de urgencia no le sienta nada bien a su capacidad para la turbiedad cabalgada a lomos de una narración abundada de ramificaciones. El autor de LOS AMOS DE BROOKLYN se muestra completamente incapaz de sortear todos y cada uno de los peligros que le sirve un guión más comprometido de lo que debiere.

La acción del film nos traslada hasta Boston. Allí, en una cafetería coinciden muy temprano, aún de madrugada, un maduro hombre solitario que lee a Hemingway y una jovencita de apariencia muy atrevida. La conversación entre ambos permite atisbar que coinciden a diario antes de irse cada uno de ellos a sus respectivos trabajos. Él, a un gran supermercado; ella, podemos intuir que a ningún negocio limpio tras recibir una llamada telefónica que le avisa a dónde debe acudir. El meollo argumental se disparará cuando una noche ella reciba una brutal paliza por parte de los hombres que la obligan a prostituirse. En ese momento, la visión que disponemos del personaje adulto cambiará por completo. El hombre solitario, calmado, metódico, austero, querido por sus compañeros de trabajo esconde a un eficacísimo profesional de la violencia: un antiguo miembro de las fuerzas especiales del aparato de seguridad estadounidense que ha decidido retirarse de su oficio y disfrutar de una vida completamente alejada de la tensión siempre temeraria de su antigua profesión. El afecto por la joven apaleada le hará volver a demostrarse que sigue en forma para imponer la justicia que él cree necesaria.

Lo mejor de la propuesta es el intento por parte del guionista de hurgar en la impenetrable disposición profesional del protagonista: los esfuerzos de éste por llevar a cabo su venganza sin que nadie a su alrededor sospeche de su doble identidad, sin que se resquebraje la estabilidad lograda una vez concluida su etapa en la ratonera de las misiones secretas oscuras. Durante la primera parte del film, el realizador sabe adecuar cierta disposición reflexiva, justificatioria, cerebral de los brotes de violencia convocados a la omnipresencia de la astuta solidez interpretativa que dispone Washington a un papel concebido por, para, desde y según él (no en balde figura como coproductor del film). THE EQUALIZER, en ese tramo, deviene un film esquemático, unidireccional por demasiado pendiente del magnífico personaje central, pero no exento de interés al tolerar una puesta en escena nocturna, abundante en reencuadres que, de alguna manera, definen la conducta protocolariamente confiada, sobrada y sabuesa de McCall.

Sin embargo, la segunda mitad del film es un verdadero manual de conductas catastróficas, un auténtico festival de insensateces alegremente conllevadas para desbaratar las bondades descritas en el párrafo anterior. La película se desparrama por entero desvinculándose de la seriedad, la validez y el vigor ambiental condensados hasta la aparición del matón soviético. THE EQUALIZER se hunde al conformarse con emular tristemente los modos del peor thriller de acción de los ochenta: aquel dechado de fascistoides simplezas capitaneadas por Chuck Norris, Steven Segal y demás matona compañía, brindando, por ejemplo, una larguísima secuencia final sólo apta para fanáticos desanabolizados de Jean Claude Van Damme. Ni Antoine Fuqua es capaz de reparar los desperfectos dirimiendo una imprevista dosis de vulgaridad telefílmica, ni la suficiencia apabullante y ladina de Denzel Washington sirve como coartada. THE EQUALIZER (EL EXPANDABLE SOY YO o JUSTICIA NO HAY MÁS QUE UNA Y A CHARLES BRONSON LO MATÉ EN LA CALE).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Musiczine
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19 de marzo de 2017
3 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo tenía a Antoine Fuqua como un buen director, y aún así lo sigo considerando, pesé a algunos trabajos mediocres como "El rey Arturo" (2004), "Shooter: El tirador" (2007) o "Objetivo: La Casa Blanca" (2013). En concreto, todos alaban su "Training Day" (2001) pero considero superiores su "Lágrimas del sol" (2002) y "Los amos de Brooklyn" (2009), una de las mejores obras de los últimos años. Sin embargo, de nuevo me encuentro en este trabajo con el Fuqua malo, el exagerado, ultraamericano y fantasma. Lo que ha pretendido aquí con la adaptación de la serie de los ochenta, "El justiciero" o "The Equalizer" (1985-1989), es una especie de "El fuego de la venganza" (2004) pero sin fuego ni venganza, un largometraje que comienza muy bien pero que termina en caída libre hasta niveles increíbles de inverosimilitud.

El argumento de "The Equalizer" se antojaba de antemano como muy estimulante: chica guapa obligada a prostituirse es salvada por el héroe implacable que machaca a la mafia rusa. Sin embargo, Fuqua consigue lo que parece un imposible metafísico: que simpaticemos más con los traficantes de mujeres, que son lo más asqueroso que hay en el mundo, que con Robert McCall (Denzel Washington). Denzel lo hace bien en su interpretación pero su McCall despliega tal cantidad de habilidades que es imposible tomarte en serio "El protector": el hombre no sólo es que se carga a toda los malos si no que encima lo hace ¡sin pegar un tiro! Bueno, ahora que lo pienso, sí da un par al principio. La película se vuelve tan absurda y descabellada que Chloë Grace Moretz se escapa, despareciendo realmente.
Reaccionario
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