Drácula

Esta película tiene una puesta en escena que atrapa, que engancha, tiene ese sabor de cine clásico que es medido y envolvente.

Sin duda estamos ante uno de los clásicos del cine y uno de los Dráculas más icónicos que existen. No suelo ver cine doblado pero el doblaje de esta versión tiene unas voces exquisitas, los escenarios son oníricos y te sumerges en la película como una delicia de esas que debería tener su espacio reconocido en la historia del cine.

Me gustó más que la versión de Universal. Esta va a lo concreto, no le interesa en lo más mínimo el preámbulo, sino presentar rápido a los personajes y todo el tema de los vampiros y la forma de combatirlos.
Clean Mucho más en cuanto al tema de la sangre y la sensualidad.
Igual el personaje más interesante en esta adaptación no es Drácula, quien es retratado solo como una bestia sedienta de sangre, apenas si durará 15 minutos, sino Van Helsing.
Lo peor: para que la historia avance por momentos se vuelve arbitraria y hace que muchos personajes sean tercos o directamente estúpidos.
Es más fría y menos romántica que el resto de las adaptaciones.
Por momentos se interesa más por la sangre y los escotes que por la trama.
Lo mejor: Peter Cushin perfecto en este tipo de roles, hace un Van Helsing analítico, sagaz, pero también empático.
Christopher Lee, le aporta oscuridad y sensualidad a Drácula.

Es una buena película de terror, pero que ha envejecido muy mal. Es interesante ver a Christopher Lee, famoso por estas interpretaciones.

Lo bueno que tiene, es que tiene bastante trama, no es la típica película que van muriendo y ya está. Aquí pues hay cambios, giros, nuevos personajes, que hace, que al menos, no te aburras.

Creo que en un momento, di un respingo. Así que, la encuentro bastante interesante.

El bien y el mal se enfrentan en dos personajes, teniendo en el doctor Van Helsing un antagónico que tiene la misma importancia que el conde Drácula, dotada de gran misterio y fuerza. El soso Jonathan Harker funge cómo discípulo del doctor y es enviado como carne de cañón a matar al conde. Crucifijos, ajo y estacas serán sus armas para mostrar en una bellísima paleta de color, sangre de un vivo rojo escarlata.

Verdadera película de culto sobre el mito del vampiro, si bien el film se toma una serie de licencias brutales con respecto a la célebre obra maestra de Bram Stoker. No obstante, todo sirve para comprimir en poco más de una hora el mito de Drácula, destacando, como de costumbre, la poderosa presencia de Christopher Lee como el malévolo conde.

Encuentra una réplica de altura en Peter Cushing, formidable desde el principio como el profesor Van Helsing, siendo ya desde su estreno una de las encarnaciones más reconocibles y apreciadas del célebre antagonista de los vampiros. El éxito fue tal que pronto dio lugar a una secuela.

Haciendo maravillas para el presupuesto de la época, si bien sus efectos especiales hoy nos pueden parecer ridículos, "Drácula" entra bien por los ojos y brinda algún momento espectacular que serían recurrentes y copiados en el género.

Una lástima que se dejen en el tintero algunos de los elementos más significativos de la epopeya literaria original.

Con todo, alcanzará rango de culto en algunos mentideros.