China

"China" narra la historia de dos americanos que se ven envueltos en el conflicto bélico entre China y Japón de principios de los 40. Uno de ellos, Mr. Jones, rudo y egoísta, terminará apoyando la causa china ante la barbarie del ejército japonés.
Excelente película de John Farrow en la que demuestra que en menos de ochenta minutos se puede hacer una pequeña joya del séptimo arte plena de acción, emociones y un ritmo prodigioso. Farrow no sólo maneja con asombrosa agilidad la cámara sino que sabe 'llenar' cada escena, a veces de un lirismo estremecedor. El uso del blanco y negro y la excelente fotografía de la cinta contribuyen a ello en gran medida.
Cuenta, el buen director norteamericano, con un notable guión y unos diálogos memorables. Se establece con ellos la eterna pugna entre el bien y el mal, entre el amor y el odio. La Srta. Grant (adorable Loretta Young) refleja la bondad, la dulzura y la compasión. Mr. Jones (colosal Alan Ladd) egoísmo, frialdad y desconsideración. Cuando entra en contacto con la barbarie del enemigo ya no le detiene ni el amor. Se convertirá en un valiente y luchará por una causa justa, pero seguirá su camino siempre marcado por el odio.

No defraudará nada a quien se ponga con esta película de guerra, una aventura en manos del siempre vivaracho Alan Ladd. Sólo a un americano se le puede ocurrir ponerse a vender gasolina a los japoneses en China cuando llevan nueve años invadiendo esas tierras. La acción se sitúa justo antes del bombardeo de Pearl Harbor y el señor Jones (Alan Ladd) es amigo de los japos, el tema de la guerra le aburre y se muestra altivo con los chinos presumiendo de ser americano. En fin, que tras un inicio muy bueno con William Bendix frente a la cámara avanzando bajo el fuego de las bombas y buscando a su colega para marcharse de allí, las cosas cambiarán.

Sorprende el ritmo y el avance del argumento sin altibajos, siempre mantiene a uno atento y la acción da para conocer a una mujer que supone el aspecto romántico de la aventura. La película añade su fondo religioso de una forma razonable, sin tintes fanáticos, y tiene su lado cruel, no esconde el drama de la guerra, siempre sin salirse de los márgenes de ese guion que marca, podríamos decir, la carretera por la que intentarán escapar.

Mezcla de road movie y caravana de mujeres, esta breve pero intensa película, excelentemente fotografiada en unos desolados y pedregosos paisajes dignos de un buen western y producida como cine de propaganda sobre la cruel conquista japonesa de China durante la segunda guerra mundial, antes del ataque a Pearl Harbor, excede ampliamente su aparente modestia con buen pulso narrativo, emotividad y entretenimiento para mostrarnos una historia más, una de tantas, de cómo los horrores de la guerra sirven para que un descreído y cínico a Alan Ladd -un poco inexpresivo, as usual- tome partido contra la injusticia nipona. Loreta Young acompaña con sus enormes ojos al héroe mientras William Bendix hace de bondadoso Sancho Panza como juicioso contrapunto.

Fallida, en mi opinión, y convencional cinta bélica que nos relata el período de la invasión japonesa a China, poco antes de que los americanos entrasen en la contienda.
Alan Ladd encarna a un cínico americano que negocia con los japoneses, a los cuales vende petróleo, totalmente indiferente a la guerra desatada entre ellos. Loretta Young entrará en su vida, una maestra que lucha por la causa china y durante la huida en una camioneta de Ladd, colará en su interior a un puñado de alumnas para salvarlas de los bombardeos y llevarlas a sitio seguro. Durante el viaje, Ladd tomará conciencia y se unirá a su causa.
El guion es muy plano y sin ningún desarrollo dramático. Los personajes están muy esquematizados y pasan de un estado a otro de manera artificial ( spoiler). El discurso resulta impostado y carente de naturalidad. Las escenas de acción sí están bien narradas, con algunos momentos muy bellos ( la escena cruzando el río, el tiroteo en el puente...), pero no compensan la artificiosidad de la historia.
Siento de veras estar en desacuerdo con los tres usuarios que me preceden con sus críticas en este film pero, para mí, que una película sea modesta no debiera ser obstáculo para que la historia, aunque sea corta, fluya con naturalidad y pueda mostrar el cambio de los personajes de una manera más paulatina y comprensible.

Es de esa serie de films USA realizados en plena IIGM, lógicamente, con la finalidad principal de ayudar mental e ideológicamente al esfuerzo bélico de Estados Unidos y sus aliados. Dentro de eso, esta película presenta unos caracteres atractivos y una peripecia igualmente atractiva y muy bien contada para hacer patente la brutal invasión japonesa de zonas de China, las atrocidades y la heroica defensa de las fuerzas resistentes chinas hasta donde les era posible.

A destacar el calor que desprende siempre William Bendix en sus personajes, y la evolución del personaje de Alan Ladd, en uno de sus mejores papeles, con su capa de indiferencia y dureza, considerándose un hombre de negocios aventurero en la China invadida, procedente de un país aun en aquel momento neutral, y que va implicándose según lo que va viendo. El personaje de Loretta Young es el más irreal y de una sola pieza, pero combina bien con todo lo demás.

No es un trabajo rutinario, no. John Farrow, director no bien conocido y que habría que revisar más, se lo planteó muy en serio y consiguió una película tensa con una ambientación y una excelente fotografía en blanco y negro que transmite las sensaciones físicas de incertidumbre y peligro constante, teniendo también algo de "Road Movie" mientras seguimos a esa camioneta por pasajes pedregosos de montaña o de noche bajo una intensa lluvia muy bien captada. Maestría y perfección también en las escenas de bombardeos y combates.

Al igual que, por ejemplo, "Senderos de gloria" de Kubrick, esta película hace honor al dicho de "Lo bueno, si breve...", sin caer en la aberración en que han caído muchos después, de recargar hasta aburrir para que la película tenga una duración desmesurada y parezca "más importante", consiguiendo todo lo contrario. Creo que ésta es una de esas películas a las que, por decirlo así, se les pedía "8", y todo el equipo se lo tomó tan en serio que les salieron "80".