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El devorador del océano

Terror. Acción. Thriller Un diabólico animal surca las aguas del mar del Caribe, producto de un experimento genético. (FILMAFFINITY)
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
7 de junio de 2010
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí un auténtico exploit a la italiana de “Tiburón” (Spielberg,1975) en toda regla.
Si señor, con sus santas narices se plantaron a hacer una seudo copia, con un puñado de liras y poca, poca imaginación…Y claro, el resultado es el que es…algo cutre, mucho, pero que tiene en el fondo su encanto, la verdad.
Una simple historia sobre un híbrido marino, que ha sido manipulado genéticamente y que se vuelve asesino…como no…y si a ello le sumamos la arquetípica historia amorosa y su consabida conspiración científico-militar, ya tenemos el trabajo terminado. Listo para rodar, con apenas medios, efectos especiales nulos, con un bichejo de plástico de risa y con actores americanos sacados de vaya usted a saber ...como es el caso del protagonista Michael Sopkiw, que hizo alguna otra película italiana, también en plan copia, como 2019: Tras la caída de Nueva York a los ordenes de un director clásico en series Z italianas, como es Sergio Martino (Caimán, 1979). Del resto ni hablamos….alguno salio en algún spaghetti-western y poco más. Su director Lamberto Bava, con una larga filmografía en cine de terror (Demons,1985), es lo único destacable en la parte de artística del film, que además es hijo del famoso director italiano Mario Bava que nos dejo esa joya del sci-fi que es Terror en el espacio (1965).
Y del resto del film poco que decir, banda sonora mediocre y montaje insulso…pero lo dicho, aunque se que figura en alguna lista oficiosa de las cien peores películas de la historia, sinceramente, el que la incluyó no ha visto todas las que se pueden incluir en semejante lista, ya que está en concreto, no se lo merece. Eso sí, por los pelos.
Juggernaut
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28 de noviembre de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos años antes de que en Syfy abordasen su rompedor proyecto "Sharktopus", los italianos ya habían explorado las posibilidades de la mezcla de un Tiburón-Pulpo. Puede que os haga llorar, amigos míos, leer lo que tengo que decir, pero debéis saberlo; Sarktopus es un remake.

Por increíble que pueda parecer, eso que he dicho es totalmente cierto. En esta ocasión un híbrido, mitad pulpo mitad tiburón prehistórico y con alguna que otra sorpresa más, campa a sus anchas por las aguas del caribe después de haberse escapado durante un experimento. El híbrido en cuestión (a partir de ahora lo llamaremos Sharktopus, por comodidad) había sido creado para ser una especie de perro guardián marino que protegiese los futuros "terrenos en el mar" con los que una malvada compañía pretendía hacerse rica. El caso es que ademas de todo eso dotaron a Sharktopus de una malignidad tan grande que no es capaz de ocultar ni en su voz -en palabras de uno de los protagonistas "un sonido terrible... lleno de odio"- ni en sus actos, y se pasa el día matando gente.

A partir de ahí tenemos la típica historia de sheriff que quiere matarlo, científicos que quieren estudiarlo, protagonista al que le da igual que maten a su novia porque así puede quedarse con la chica, etc... Todo es bastante anodino y tópico, y en general bastante aburrido. Por momentos ni siquiera parece italiana; no hay sangre ni apenas desnudos femeninos. Ni siquiera se nos permite ver en condiciones a nuestro querido Sharktopus; durante toda la película solo vemos algunos primeros planos de sus dientes, tentáculos por aquí y por allá y su silueta bajo el agua. Y con eso es más que suficiente para darnos cuenta de lo cutre que es el muñeco de plástico empleado.

Aun así hay cosas dignas de mención. Como la música épica de película porno (¿existe eso?) que suena casi todo el tiempo, o la presentación del protagonista; dejando a McGyver a la altura del betún. Tampoco está mal la ola de asesinatos que lleva a cabo la compañía malvada para tratar que nadie sepa que están involucrados, o los ordenadores a los que puedes engañar para que te den datos de archivos clasificados simplemente preguntando "¿Si fuese XXXX que me dirías?". O el hecho de darnos cuenta de que todas las escenas submarinas están rodadas en lugares con menos de 4 o 5 metros de profundidad (y no lo digo por decir, es que se ve el fondo), aunque luego Sharktopus a veces esté 30 o 40 metros por debajo del barco.

Lo extraño, tras ver el pobre resultado general, es que el director parece un hombre con algo de ojo tras la cámara. Consigues sacar alguna que otra secuencia visualmente bastante resultona, lo que no parecía fácil viendo el percal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
AlexSM
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24 de mayo de 2022
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tardía explotation italiana sobre monstruos marinos, muy lejos ya de la mítica Tiburón (1975, S. Spielberg) y que coincidió en el tiempo con una pésima película del mismo estilo, la española "Serpiente de mar".

El filme que nos ofrece Bava está rodada en Florida, casi todo en exteriores, con bastantes medios, aunque falla en lo más importante: el monstruo. Y es que en aquellos años no existían CGIs como los que nos muestran ahora los bodrios de "The Asylum" y que parece que se inspiraron en este filme. En esta época se empleaban animatrónicos y aquí no tienen suficiente parné para ofrecernos algo solvente, así que nos lo ocultan. Apenas veremos al bicho y cuando aparece es de manera visualmente confusa. Si quieren ver el bicho, vean el poster, aunque no parece el mismo. En la peli parece una especie de tomate asesino o de albóndiga con dientes. Lo que queda claro es que necesita ir al dentista para que le arregle los dientes, puesto que todos se le montan. No dejará de "maravillarnos" la pantalla del sónar que parece un videojuego de marcianitos.
Bien dirigida. Previsible en el guión pero en absoluto aburrida. Una trama policíaca como añadido novedoso en este tipo de filmes. Pero un añadido muy postizo. Todo lo demás lo hemos visto en la franquicia de Tiburón o en "Piraña". Tenemos policía valiente, vecinos que van a pescar cuando no toca y científicos abnegados. A nivel interpretativo, los actores ruedan las escenas sin reírse demasiado, pero no parecen creerse sus papeles, en especial los protagonistas, poco preocupados con la muerte de sus amigos.
El clímax final se resolverá de noche, bien dirigida y una interesante novedad -otra- en esto de los monstruos marinos.
El filme puede verse. No será gran cosa, pero digno si lo es.
Quinto Sertorio
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13 de abril de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las preciosas costas de Florida un reguero de cadáveres se esparce sin control...así que es tanto más increíble cuanto que del caso han de ocuparse ese grupo de ineptos formado por dos ictiólogos, una paleontóloga, un manitas de la tecnología y un sheriff.
Qué Dios pille confesados a los habitantes de la ciudad.

Parece mentira que la gente tuviera aún ganas de bañarse en las playas no sólo tras el estreno y posterior bombazo que supuso "Tiburón", sino al ver que otras decenas de escualos aparecían en el cine y no con precisamente muy buenas intenciones. Es cierto, Spielberg nos regaló una obra maestra del terror y la aventura, sin embargo sus efectos hicieron más daño que bien, sobre todo dentro de la serie "B"; ya casi llegando su décimo aniversario, conmemorado con una falsa 3.ª entrega por parte de Universal para seguir explotando el debilitado filón, otro primo hermano de aquel gran tiburón blanco surgiría de las aguas, un tanto extraño esta vez.
Todo por culpa de Sergio Martino y su hermano Luciano, que tras haber enredado a Luigi Cozzi para escribir un guión basado en el film de Spielberg, deciden abandonar el proyecto y pasárselo al poco después a un Lamberto Bava que se encontraba a sólo un año de colaborar con Dario Argento en el film más memorable de su carrera. El problema es que el legendario productor de explotación Mino Loy no le bendijo con un gran presupuesto, y dichos límites se sumaron al caos de rodar en Florida con un equipo mitad italiano, mitad norteamericano...

Esta falta de dinero provocó que el guión, al principio muy espectacular, virara sobre sí mismo y el de Roma tuviese que buscar otras vías para llevar su criatura a buen puerto. Por lo menos, y eso es algo que nos deja claro desde el mismísimo principio, es honesto y presenta la historia sin prólogos innecesarios ni medias tintas: en mitad del mar un equipo de rescate descubre el cuerpo de un hombre devorado por la mitad. Esta introducción abrupta impide por tanto que conozcamos a los protagonistas antes del desastre, pero como no son un dechado de virtudes tanto da...
El caso es que Bob y Stella son los encargados de capturar al responsable de las muertes. Poco a poco numerosos personajes llenan la pantalla, hasta la asfixia, y la mayoría o no tiene nada interesante que decir o sólo están pensando en fornicar (y resulta bastante burdo meter erotismo sin motivo teniendo en cuenta ante qué clase de producto estamos); y mientras los investigadores piden ayuda a un chulo que no deja de decir idioteces (Peter), hay una especie de subtrama misteriosa de fondo con un armatoste sin seso (Paul Branco, aborrecible, hasta la náusea) matando, demasiado indiscriminadamente, a todo el que se le cruce por delante, en especial mujeres.

De hecho el nivel de violencia y la falta de compasión en los asesinatos es tal que la sensación es de estar viendo una película de monstruos intercalada en un "slasher", y no al revés; pero esto se lo sacó Bava de la manga para ocultar los pocos medios y la falta de presupuesto, no se le puede pedir más...o quizás sí, un poco de coherencia, ya que, llegado cierto punto, los personajes se hallan desconectados de la historia, pues mientras ésta se conduce por la lógica del tópico (un monstruo marino amenaza las playas y ha de ser capturado, pero no asesinado, en contra de la opinión del sheriff) ellos sólo toman decisiones incongruentes y extrañas...
Si no, ¿a qué venía lo de quitar a Sandra de enmedio? (en primer lugar, ¿qué hace aquí?, si Peter se olvida de ella...), ¿y por qué el sheriff sólo da vueltas de aquí para allá?, ¿y por qué demonios se van Peter (liberado de sus obligaciones, claro) y Stella a echar polvos en la playa de los Everglades cuando es evidente que en las inmediaciones amenaza un extraño monstruo? De esas incongruencias que llevan la historia al absurdo hablo; historia que se ve menos inspirada por "Tiburón" y más por sus "rip-offs" y films de monstruos ("Piraña", "El Último Tiburón", "Tentáculos", "Monster"), todo revestido de un toque a lo Roger Corman que no le queda a Bava tan bien como se cree.

Al menos el nativo de Detroit tenía las agallas de mostrar a las criaturas en sus películas, por cutres que pareciesen (un buen ejemplo esa "El Ataque de los Cangrejos Gigantes"), pero el anterior opta por ocultar la suya, cosa que le funcionó a Spielberg...pero hasta la mitad de la historia. En "El Devorador del Océano" nunca llegaremos a ver del todo a la bestia del título, y desde luego es más amenazante y peligrosa la presencia de ese Miller.
Bava, según la versión que se vea, despliega un cúmulo de violencia considerable, y la subtrama de intriga alrededor de un centro de investigación que guarda relación con el origen del monstruo no es una mala idea, pero sí desaprovechada, como todo lo demás. Su ritmo es tedioso y es díficil entretenerse con ella; todo habría sido distinto de estar Castellari o el mismo Martino al frente.
Chris Jiménez
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19 de mayo de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes del pelotazo "Demonios" (1985) Lamberto Bava firmó un par de obras bajo el pseudónimo John Old Jr. "El devorador del océano" fue la segunda de un contante de tres que hizo bajo esa rúbrica. Una monster movie heredera de la "Tiburón" (1975) de Steven Spielberg a la que, por su condición de fantasioso pasatiempo de serie B sin más aspiración que esa, quizás le habría venido mejor llevar en su sangre los genes de la "Piraña" (1978) de Joe Dante.
Un misterioso ser marino anda suelto por las costas de Florida liquidando bañistas. Lo que en un primer momento parece un fósil viviente acaba resultando un letal híbrido, modificado genéticamente en un laboratorio, que mezcla el ADN de un tiburón prehistórico con el de un pulpo, todo ello con la inteligencia de los delfines. Un científico, una bióloga colega suyo y el sheriff local unirán fuerzas para acabar con el monstruo.
A esa inconfundible y más que suficiente trama de monster movie le acompaña una subtrama, a modo de thriller de baratillo, bajo la argucia de intentar encontrar al culpable de la creación del temible ser. Una vertiente de la cinta que, no solo ni interesa ni aporta nada, sino que quita espacio a la verdadera atracción de "El devorador del océano": el monstruo. Esa subtrama florero, unida a una tecla del tono con la que Lamberto Bava nunca acierta, dan como resultado un producto disfrutable aunque raquítico que quedará como obra menor del cineasta romano.
Isaac Paskual
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