Abandoned

Un periodista a la caza de la noticia (Dennis O´Keefe) con la ayuda de un jefe de la policía (Jeff Chandler), hará más de policía que la propia policía para a ayudar a una mujer (Gale Storm) a buscar a su hermana. Con esto se mostrará la estrecha colaboración existente entre los profesionales de la información y la policía. Si además añadimos a los detectives privados (Raymond Burr) tendremos las tres profesiones que más casan para poner de protagonistas en las películas policíacas. Aquí, lo Noir cumple de sobra pues tenemos las tres figuras en acción más los muertos en extrañas circunstancias, las sombras en la noche, malvados torturadores, violencia no de género sino completa, chantajistas que hacen chantaje hasta a los suyos y corrupción solapada en un aceptable ambiente de tráfico de recién nacidos.

La película, bien narrada, sobrepasa en momentos el romance del periodista con la mujer al más lógico desasosiego de ella por la desaparición de su hermana, pero lo hace de forma aceptable y la película sigue aumentando la intriga según avanza. Con Mike Mazurki —el conocido sargento del 7º de Caballería— llega la violencia, la angustia y el colofón esperado. Un relato más que cumple con sus escuetos comentarios en off como tantas excelentes películas americanas del mismo estilo que se hicieron en aquella época del blanco y negro.

Película de bajo (o bajísimo) presupuesto y bastante olvidada, que incursiona en el sordido mundo del tráfico de bebés, cosa muy poco habitual en las producciones de la época y bastante valiente, con un look bastante siniestro. Protagoniza uno de los actores más o menos habituales de serie B, Dennis O'Keefe ("La brigada suicida", por ejemplo), junto a Gale Storm, que hizo varias pelis de bajo presupuesto en los 40 y 50, pero que quizá sea más conocida por su trabajo televisivo y discográfico, y Jeff Chandler, uno de los actores más populares de los 50 ("Flecha rota", "Female on the beach"). Acompañan Raymond Burr, encarnando a otro ser despreciable de los que hizo a montones en esta época de su carrera, y otra cara conocida del género, Mike Mazurki, haciendo como siempre de gorila. La intriga del caso no es la repanocha, y tiene algún agujerillo de guion, pero es una película simple y eficaz, con una tensión bien dosificada, que cumple como entretenimiento con gran dignidad. En fin, que uno puede ser feliz con poca cosa.

Realmente es sorprendente y no hay duda de que hay que escarbar en el género negro B de la época para tropezar con temáticas que de ningún modo podrían abordarse en las A, donde casi podríamos concluir que, a mayor presupuesto, menos riesgo se corría en inquietar al espectador con tramas que verdaderamente pudieran afectarle en su cotidianeidad mientras que en las pelis modestas, quizá porque sus mercados se encontraban más restringidos, los realizadores se veían libres de abordar asuntos más escabrosos para la sociedad en general como podrían ser las drogas, la trata de blancas o la venta de niños robados para los mercados de adopción ilegal como es el caso de esta película y que sigue presentándose plena de actualidad.

Concebida a modo de documental ficción con un narrador omnisciente (en este caso, el policía que llevó el caso, un Jeff Chandler muy joven), la película comienza advirtiéndonos que esa historia puede darse en cualquier lugar, ya que esas bandas operan en todas partes y abre con una escena de la protagonista Gale Storm dirigiéndose a comisaría a denunciar la desaparición de su hermana, escapada de casa y a punto de ser madre.
Allí tropezará con un periodista (Dennis O'Keefe, habitual de estas cintas) y con un detective siniestro (Raymond Burr), contratado por su padre para localizar a la evadida.
Encontrarán a la muchacha muerta en la morgue, un caso de aparente suicidio y de parto reciente pero no se sabrá nada del paradero de la criatura recién nacida.
Gale no creerá en el suicidio de su hermana y el periodista tampoco pero la policía se mostrará reticente a iniciar una investigación que presenta pruebas endebles.
Así es como se embarcarán en esta tarea de investigación que los conducirá hasta una red de adopción ilegal comandada por Marjorie Rambeau, una madura y respetable dama de doble cara y venas de acero.

La película funciona como un policial de primer orden, entretenido, intrigante, con algunos buenos diálogos a remarcar y buenas escenas, algunas violentas, llenas de suspense. El guion presenta alguna costura sin remachar y cierta negligencia acomodaticia en su final, en aras a plegarse a las convenciones del género, pero es una cinta que se disfruta muchísimo y que, además, cuenta con ciertos detalles críticos implícitos que al espectador que guste de leer entre líneas no le pasarán desapercibidos.
En conclusión, una cinta muy interesante, valiente y tristemente actual. Muy recomendable.

Es curioso visionar una película de la época clásica que aborda sin rodeos un tema que sigue siendo controvertido hoy en día, nos referimos a una modesta producción de serie B, “Abandoned”, que avala el buen pulso de su director, un Joseph M. Newman que había desarrollado una extensa andadura en el terreno del cortometraje y el documental, y que a finales de los cuarenta, se foguearía en el ámbito del largo de complemento de programa doble, junto con cineastas como Don Siegel, Richard Fleischer, Robert Wise… Una escuela que le facultaría como ese vigoroso artesano de género, especialmente de aquellos que combinaban acción y tensión.

Esta es una película sobre el dinero que se puede ganar quitando recién nacidos a sus atemorizadas madres y vendiéndolos después a ricos sin hijos. Aunque el escenario nunca se menciona por su nombre, los créditos iniciales transcurren con un telón de fondo, el del Ayuntamiento de Los Ángeles, acompañados por la advertencia de un narrador que nos indica que lo que sucede en “Abandoned” puede haber ocurrido en cualquier lugar de los Estados Unidos. La historia comienza con Paula Considine (Gale Storm) introduciéndose en la oficina de personas desaparecidas para preguntar por su hermana, quien huyó a Los Ángeles para tener un hijo ilegítimo lejos de los ojos críticos de sus vecinos; el protagonista masculino, el cínico reportero Mark Sitko (Dennis O'Keefe) es el primer personaje que se encuentra con Paula Considine a su llegada al Ayuntamiento, la presencia de Sitko nunca se explica, pero cuando ve a Considine se siente más atraído por sus piernas que por su triste historia, hasta ahí llega su preocupación inicial, en su afán por pasar un buen rato se ofrece a ayudarla hasta que se da cuenta de que su problema podría convertirse en una buena noticia. Los matones de “Abandoned” son el sórdido investigador privado Kerric (Raymond Burr) y su jefa, la anciana señora Donner (Marjorie Rambeau), Donner es seguramente una de las villanas más despiadados del cine negro, una variación intrigante de la mujer fatal, habla de asesinato y venta de carne humana con una naturalidad que incluso hace dudar al corrupto Kerric, consigue sus víctimas repartiendo biblias gratis en hospitales de "Jovenes descarriadas", junto con promesas de dinero, ropa bonita y amabilidad para estas pobres mujeres, su barniz de respetabilidad acentúa la profundidad de su maldad, una anciana con bastón, maternal, culta y rica, la idea de que el peligro y el mal acechan justo debajo de la superficie en alguien que podría ser tu vecino o tu abuela es realmente aterradora.

“Abandoned” tiene la valentía de describir al público de la época una problemática siniestra e inquietante, apenas abordada en el cine norteamericano -y no solo de su tiempo-, esto le dota un plus de singularidad dentro del cine policíaco de su tiempo, pero es que además, ya se puede apreciar la querencia del realizador por una planificación cortante, afilada, y por su clara apuesta por la fisicidad y nervio interno en sus secuencias de acción, es algo que incluso se percibirá, a la hora de apostar por cortantes y entonces novedosos encadenamientos de secuencias, o en el alcance nocturno que preside buena parte de su metraje, adquiriendo en sus secuencias más logradas, una creciente sensación de desasosiego, una tendencia que irá alcanzando una notable temperatura, según se vaya insertando un climax por momentos atroz, escalonando una serie de pasajes dominados por la tensión, la violencia e incluso el sadismo.

Una excelente película con una trama tensa e intrigante, a pesar de algunos fallos en la construcción de ciertos personajes, el director consigue mantener el ritmo en todo momento y que pases unos entretenidos minutos con su visionado.