Till Death. Hasta que la muerte nos separe

Regreso de Megan Fox que no podemos decir que sea a lo grande aunque, ¿cuando ha hecho esta chica algo grande? Nuestra Megan es la acomodada esposa florero de un alto cargo político, y arrastra un trauma debido a una agresión. El marido intenta congraciarse con ella de la manera más retorcida que imaginarse pueda.

Los primeros veinte minutos son para salir corriendo. Todo poses, todo lujo y apariencia al mejor estilo de los telefilmes de domingo pero con más caché. Y unos diálogos que harían sonrojar al guionista de una telenovela turca. Y en estas se produce el golpe de timón y, hombre, algo se anima la cosa. Al principio parece que el invento va a ir por unos derroteros similares a "Gerald's Game" (2017) pero no tardamos en encontrar que esto es un thriller del clásico juego del gato y el ratón mil veces visto.

La pobre Megan no para de correr y ocultarse mientras intenta disimular sus escasas dotes actorales, al tiempo que entran en escena los clásicos secundarios. Estos se dedican a jugar al poli bueno y poli malo y sabes como van a terminar y en qué orden. Aunque intentan dotar de algún sentido a sus motivaciones la verdad es que apenas tienen peso y pasan a importarnos un pimiento. El diseño de producción de resiente de un escenario helado más falso que Judas, en especial ese vaho digital que exhalan los actores y que siempre queda fatal, y la nieve en ningún momento se siente auténtica. Entre el corre que te pillo y malo que no se quiere terminar de morir llegamos al final que todos esperábamos. En unos años la pasarán un domingo cualquiera en Antena 3 y lo encontraremos de lo más natural.

Para mí no funciona. Megan Fox no puede actuar (¿quién lo hubiera creído?) y por ende la película que debe sostenerse en su capacidad interpretativa no deja de ser una payasada constante.

Esto tipo de thrillers independientes de producción “minimalista” (un solo set principal con unos 3 o 4 actores en total) suelen cagarla en cuanto al guionista le da por creerse muy original y comienza a forzar situaciones para incrementar la tensión, pero ninguna tiene sentido. Las decisiones que toman los personajes son inexcusablemente estúpidas o las situaciones son muy rebuscadas. Hay cierto nivel de entretenimiento, pero al final no basta para salvar una película que podría haber sido mucho más memorable con unas buenas repasadas al guion y una actriz de verdad.

Y si la idea es ver a una mujer vengándose de hombres de mierda entonces prefiero I Spit on Your Grave o Revenge. Si van a ir allí, vayan enserio.

No entiendo cómo Megan Fox se involucró para realizar semejante esperpento.
Una auténtica decepción, mire por donde se mire. Y casi lo peor de todo es que se lo toman en serio.
La trama además de parca, está llena de incongruencias y fallos por doquier, sin contar que casi todo el metraje, incluido el final, es lo más predecible que te puedes echar a la cara.
Entiendo que las películas puede contener fallos, es normal, pero otra cosa es que nos tomen por pardillos, y es algo que me fastidia, por mucho entretenimiento que sea, por lo menos un mínimo, solo pido un mínimo de sentido y coherencia, (explico en spoiler).
Se salvan las actuaciones, que en términos generales hacen un trabajo digno.
Lo mejor: Ver a Megan.
Lo peor: Predecible, los fallos de guión son estratosféricos.

Megan Fox es una actriz absolutamente explosiva pero ahí empieza y termina todo su talento. Si hubiera empezado en los 90, seguramente la habrían encasillado en el thriller erótico. Actualmente, no parece terminar de encontrar su sitio en Hollywood y sigue dando tumbos. Posiblemente termine anclada en la serie B, al igual que otras “sex bomb” de escasas dotes interpretativas, como por ejemplo Denise Richards.
Al menos Fox tiene aquí el protagonismo absoluto, en una floja historia de suspense con un reparto mínimo. Aislada en una casa de campo en invierno durante una nevada, su marido la pone en una complicada situación que me recuerda vagamente a lo que Stephen King planteaba en “El juego de Gerald”.
La película es muy corta, y aun así sus primeros compases son lentos y su estilo más bien se parece al de un telefilm al principio. Lo malo es que luego sigue igual.
Una vez que la protagonista está metida en este follón, la cosa parece que se va a poner mejor, pero se queda en el intento porque esto, en realidad, no da tanto juego como pretenden.
Para empezar, la actuación de Megan Fox es penosa y no transmite jamás lo mal que lo debería estar pasando su personaje. Pero es que el propio guion nunca me llega a enganchar, emocionar o entretener. Lo que sucede es que si uno ha visto muchos títulos de este género, “Till death” sorprende bastante poco, con situaciones de peligro muy repetitivas y en el que es fácil adivinar todo lo que va a pasar. Personalmente, no le veo ningún giro impactante, con lo cual es como si fuera una comedia sin gracia.
Se me ha hecho pesada y larga, durando solo 88 minutos. Tal vez pueda ser disfrutable por espectadores casuales o poco exigentes, pero a mí no me convence.

Till death (2021) es un entretenido thriller en el que una mujer es atacada por su marido, un personaje obsesivo y calculador. Primera película del director S. K. Dale con Megan Fox en el papel principal. Estreno en cines de Estados Unidos.

Por Nicolás Bianchi

El suspenso en Till death transita por distintos caminos. Primero se presenta una relación de pareja a todas luces disfuncional, como una olla a presión a punto de estallar. Luego la protagonista se encontrará en situaciones de encierro y frente a un ambiente hostil, siempre con la supervivencia como meta. No hay nada del todo nuevo en la película aunque logra construir un digno pasatiempo de fin de semana.

Emma (Megan Fox) decide terminar la relación con su amante Tom (Aml Ameen) justo en el día de su aniversario de bodas con Mark (Eoin Macken), un prestigioso abogado. Los personajes se mueven en un mundo de riqueza, en el que solo las relaciones entre ellos importan. Desde el punto de vista material no hay limitantes. Los autos, las casas y las cenas son a todo lujo.

Mark demuestra una gran capacidad de planificación en la organización de su noche de aniversario. La salida a un muy elegante restaurante, la entrega del regalo y, sobre todo, el momento posterior están diseñados al detalle. Mark lleva a Emma a la casa de verano que la pareja tiene frente a un lago. Pero ahora es invierno y todo es nieve o hielo. La noche luce ideal, entre velas y pétalos de flores, aunque Mark nunca abandona una actitud pasiva agresiva y un férreo control sobre todo.

Al día siguiente comienzan las sorpresas y los giros en el guión que no vale la pena spoilear. El tema central de la película es el matrimonio y cómo la protagonista se verá encadenada a esa relación mucho más allá de su voluntad. Un mérito importante de Till death es haber instalado la capacidad de planificación de Mark, lo que hace plausible a las situaciones posteriores.

De todos modos algunas escenas no favorecen al desarrollo del film, que cuenta con diálogos sosos e incluso alguno, como el que tiene la protagonista en el baño del restaurant con otra mujer que se está por casar, que roza el ridículo. A Megan Fox, a su vez, le sientan mejor las escenas en las que la pose o la acción son más importantes que el pulso dramático.

No todo funciona aceitadamente en la película, aunque la carga que el matrimonio significa para la protagonista basta para estructurar la narración. Al borde del verosímil y sin muchas luces actorales, Till death consigue que el espectador se interese por llegar hasta el final para ver cómo Emma resuelve la situación. Puede ser un buen plan para una tarde de fin de semana sin plan.

Se estrenó en cines de Estados Unidos y se encuentra online. Contacto: [email protected].