Un hombre fenómeno

Esta producción de 1945 esta concebida para que su principal actor Danny Kaye se luzca con todo su repertorio de muecas y gestos. El argumento, un tanto disparatado, se deja ver por el simple hecho de pasar el rato, pero acusa esta producción el paso del tiempo, pues es muy poco encajable este tipo de humor en la sociedad actual. Existen momento brillantes en la intepretación de este actor, pero no es lo suficiente para que la película guste. Además se ha ce un poco pesada por el abuso de la presencia constante de este cómico gesticulando todo el film.
Cuando ví por primera vez esta película me gustó, me reí y pase un rato agradable, pero eran los años cuarenta y la sociedad española era otra y yo era un niño de la postguera.


José Antonio ZG

Hay que situarse en la perspectiva adecuada para asistir a un espectáculo de Danny Kaye, una grandísima persona reconocido por todo el mundo, embajador de buena voluntad de la UNICEF, como lo fueron en la misma medida Roger Moore o Peter Ustinov. De acuerdo que su humor se basaba en sus exagerados gestos, sus tics y sus gesticulaciones a la hora de actuar y cantar, pero no olvidemos que luego han seguido estos mismos métodos de hacer reír consagrados actores-humoristas como Louis de Funes, el mismísimo Jim Carrey e incluso Eddy Murphy y nadie dice nada de ello; además, Danny Kaye, o Louis de Funes presentaban un humor blanco para todos los públicos, el primero incluso más hacia el público infantil, mientras que ahora ese humor ya va siempre seguido de ordinarieces y gestos soeces, o sea, mal gusto, que para los tiempos que corren, parece que eso hace más gracia.

Este hombre fenómeno tiene similitud con La vida secreta de Walter Mitty, vuelve a compartir cartel con Virginia Mayo y otros secundarios e igualmente se trata de una comedia romántica en la que un hombre tímido e inocentón en gran medida, ya comprometido, le llega al corazón a una mujer pizpireta y hermosa como Virginia Mayo que se cruza en su vida por culpa de un asunto peligroso. Es tema clásico y trillado pero con actores como estos siempre es un placer verlos.

Un artista de cabaret es asesinado a fin de evitar que testifique contra un jefe de la mafia. Su fantasma se aparecerá ante su hermano gemelo para pedirle que vengue su muerte.

Comedia fantástica con el polifacético Danny Kaye asumiendo el doble papel protagonista, a quien acompaña Virginia Mayo tras su colaboración en "Rumbo a Oriente". La historia, tan disparatada como divertida, proviene de un cuento de Arthur Sheekman y ofrece varios números musicales entre los que destaca uno a cargo de la pizpireta bailarina Vera-Ellen. Los efectos especiales fueron premiados con un Oscar.



"¡Ensaladilla rusa!"

Que sea añeja no la devalúa necesariamente. De esas fechas eran "El solterón y la menor" o "La mujer del obispo" y, al no estar condicionadas por los limitados registros de un cómico mediocre (Danny Kaye), sus guionistas podían ofrecer un divertido recital al público que acudía a las salas. En esta cinta lo importante no era el guión, era el señor Kaye desplegando sus tronchantes, desternillantes, jocosas y fastidiosas muecas. Para el que tuviera el gusto, claro.

La filmaron en color para que, envolviéndola en caramelo, la píldora fuera más digerible. Sin embargo en esta película sí hay algo digno de disfrutar que sobresale entre todas las patochadas de Key que saturan la historia. Es, hacia la mitad de la proyección, el fantástico baile de claqué que nos obsequia Vera-Ellen a ritmo de trompetazo que tanto se prodigaba en las bandas sonoras de la época. La música no es particularmente atractiva pero el arte de Vera destaca como una magnífica guinda sobre un pastel mal cocinado. Bravo por ella, aunque tragárselo solo por esta golosina no lo justifica. Grábela si le es posible y dele p'alante, cómase la guinda y deje el resto para los golosos irredentos.

No se deje engañar por el notable de su calificación. Al tenerla grabada, pudimos saltarnos los insufribles numeritos musicales de Key que abarrotan la película y, por consideración a mi esposa, llegamos hasta el final, pero no lo vale.

En esta película salen diferentes actores reconocidos por películas "rápidas" hecha para un uso rápido como esta.

Una comedia de travesuras y canciones y chites fáciles, para hacer un consumo rápido de este tipo de cine. Danny, su segunda película, ya prometía, por su interpretación de comedia física, que seguramente hizo reír mucho en su época. Para mí, vista a día de hoy, hay trozo que me han parecido muy largos, sintiéndolo mucho...

Ganadora del Oscar a los mejores efectos especiales, creo que es bien merecido porque hay unos efectos muy buenos.