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Con el agua al cuello

Intriga El investigador privado Lew Harper es contratado por una antigua amante para descifrar lo que parece ser un simple caso de chantaje. (FILMAFFINITY)
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
8 de febrero de 2009
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de "La leyenda del indomable" y "Los indeseables", Stuart Rosenberg volvió a dirigir al gran Paul Newman en "Con el agua al cuello", secuela de la magnífica "Harper, investigador privado", donde volveremos a disfrutar con las andanzas de este audaz detective cuya arma más importante es la ironía y su mayor virtud el meterse constantemente en líos.

Al igual que en el film original, el relato se mueve en la línea clásica del cine negro. Una investigación que no parece fuera de lo común termina convirtiéndose en un asunto delicado que implica a gente de un estatus social y económico importante. Falla un poco en la intriga, ya que la trama no es quizá todo lo absorbente que cabría esperar, pero dicha carencia está suplida con creces por el buen hacer del elenco de actores.

Paul Newman es uno de esos intérpretes que dejan huella. Su encanto en la gran pantalla no tiene parangón, tanto en los momentos en los que intenta increpar a los villanos mediante astutos y cínicos comentarios, como cuando embelesa a cualquier mujer con su exitosa sonrisa. Su facilidad para la interpretación es tan natural que uno jamás diría que estuviera actuando, algo que aquí tiene más sencillo ya que su esposa en la vida real, Joanne Woodward, forma parte del reparto. También aparecen el malvado Scorpio de "Harry el sucio", Andrew Robinson y una jovencísima Melanie Griffith, en un personaje que destila desparpajo y descaro.

"Con el agua al cuello" siempre será recordada por la mítica secuencia que da nombre a la película, momento en que Harper y una atractiva dama están a punto de perecer ahogados por una de esas ocurrencias peligrosas que suelen bullir en la mente del protagonista. Los amantes del género sabrán disfrutarla.
Edgar
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8 de noviembre de 2008
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueve años después de “Harper, detective privado”, el señor Paul Newman y uno de sus directores fetiche, Stuart Rosenberg, con el que hizo la mítica “La leyenda del indomable”, se unieron para revivir a uno de esos personajes descantados, nihilistas, antihéroe y desesperanzados que tanto gustaban al bueno de Paul.

Siendo sinceros la película no tiene excesivo interés, la trama como suele ocurrir en cierto cine negro es forzada hasta convertirse en un culebrón, si acaso puede merecer la pena por ver a una espléndida y jovencísima Melanie Griffith y recordar toda esa estética y moda setentera en la ropa, las gafas, los coches o la decoración de las casas.

Tampoco es un papel memorable el de Paul Newman, más histriónico y “caritas” de lo habitual. Pero incluso una actuación de menos brillo es mejor que muchos de otros cuando las hacen buenas. Además tenemos el interés de verle en acción con su esposa Joanne Woodward, aunque son excesivamente fríos y distantes en las escenas que comparten.

No cabe otro calificativo que el de discreta, si la anterior de Harper por lo menos tenía pedigrí -aunque tampoco fuera demasiado buena- debido al reparto y a la atmósfera conseguida, “Con el agua al cuello” se queda en producto más televisivo que otra cosa.

Le doy un seis casi por homenaje a Newman, pero podría tener menos nota y no pasaría absolutamente nada.
vircenguetorix
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3 de febrero de 2006
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paul Newman no realiza en esta ocasión uno de sus mejores papeles, pero sabe sacarle jugo a una historia criminal, en la que tiene que hacer frente tanto a peligrosos asesinos como a guapas mujeres qué, como no, se rinden a sus encantos, aunque él resiste estoicamente sus asedios. El título de la película se ajusta a una de las secuencias más notables, en la que, efectivamente, el agua le llega peligrosamente al cuello, pero el héroe siempre se reserva el recurso inesperado para salvar la difícil papeleta. Discretamente entretenida.
ANTOINE
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27 de septiembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mitad de los años setenta y con el género policíaco reinventado (con los televisivos Starsky & Hutch y Harry Callahan en la gran pantalla), Stuart Rosenberg, todo un especialista con una trayectoria algo irregular y que ya había contado con Paul Newman en la célebre “La Leyenda del Indomable2 (Coool Hand Luke, 1967) retomó una continuación del film “Harper, Investigador Privado”, film ya intepretado por Newman y que rodó Jack Smight en 1967.

En ésta ocasión, y como es predecible tratándose de un detective, la película es un caso más en el que se debe enfrentar el personaje interpretado por el actor de “El Golpe” (The Sting, 1973) y que es contratado por una antigua amante (Joanne Woodward, que fue esposa inseparable hasta la muerte del actor en 2008), para evitar un posible chantaje organizado por un codicioso millonario rival (Murray Hamilton). Harper se verá inmerso en un turbio asunto que incluso se jugará su propia vida para salir vivo. De allí el título de la película, tomado de forma literal y con una magnífica secuencia acompañado de la chica-storbo Gail Strickland, sin olvidar también de paso la presencia de una joven Melanie Griffith que también había participado en la notable “La Noche se Mueve” (Night Moves, 1975) de Arthur Penn.
Natxo Borràs
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8 de junio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Famosa continuación de Harper de 1966. Casi diez años más tarde, en 1975, Newman cogió a su amiguete Rosenberg e hicieron este segundo film del famoso detective de Ross Macdonald. Newman, a pesar de lo que han escrito algunos, sí actúa de forma parecida, incluso con la delicadeza de quitarle al personaje la tontería de una década atrás, de manera que en esta ocasión Newman está menos sobreactuado, pero pone caras y hace gestos que nos recuerdan que es el Harper original. La trama no es muy interesante, pero se deja ver. La Woodoward sale poco porque la peli era de su media naranja, y este se rodea de buenos secundarios como el chico Anderson, el Scorpio de Harry el Sucio; de Richard Jaeckel, que era coleguilla desde que hizo con él Casta invencible. Pero sobresale Murray Hamilton, que siempre está bien en todas las pelis. La Griffith hizo doblete ese año, actuando con Hackman y con Newman, lo cual con 16 o 17 años no está nada mal, pero tenía pocas tetas. Lo mismo que Gail Strickland, que además es un poco feucha. La más guapa de la función es Linda Haynes, pero Newman rechaza su ofrecimiento de cama porque Paul estaba harto de ser un sex symbol ya a mediados de los setenta. El iba de actor y padre de familia. La peli es recordada por la famosa escena del agua, pero el trasfondo es el petróleo. Creo que se inspiraron en ella un poco para la trama de El informe pelícano.
Bayoneta66
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