Algo más que un jefe

Estas películas tienen mayor interés sociológico que cinematográfico: reflejan los cambios de mentalidad que suceden en el corazón del Imperio y que, inevitablemente, nos afectan a todos. En esta peliculita (que vi en un autobús, para variar) retrata las dos obsesiones del cine americano actual, que son:

1. El éxito (y por antonomasia, éxito laboral).*

2. La familia (como en casa, en ningún sitio; el hogar americano es el altar de la redención y el pilar de la sociedad).**

Imparto un poco de doctrina en el expolio, pero es prescindible (esta crítica la he escrito ya mil veces porque esta película la han rodado otras tantas, con distintos actores y anécdotas pero con el mismo mensaje e idéntica moralina: pero si ellos insisten, yo también, a ver quién es más terco en adoctrinar a las masas, si Hollywood desde las pantallas del cine o Macarrones desde la pantallita parpadeante de su PC). Para terminar sólo diré que el título original es «In good company» y lo desvela todo: os aconsejo que estéis en buena compañía mientras veis la película porque así os podréis entretener haciendo manitas o ensayando posturas sexuales: lo que pasa en la pantalla no tiene el mayor interés y, sin ser un bodrio, es una peli que apenas se eleva de lo regularcito (para los entendidos en señoras diré que aparece Scarlett Johansson: a mí, personalmente, se me escapa el secreto de su encanto y su presencia en cualquier película me produce un efecto gélido, algo parecido a bañarse en una playa nudista de Groenlandia o así)

Film escrito y realizado por Paul Weitz. Se rueda en LA y NYC. Producido por los hermanos Paul y Chris Weitz, se proyecta en sesión de preestreno el 6-XII-2004 (Hollywood).

La acción tiene lugar en LA y NYC, en 2003/04. Don Foreman (Quaid), de 51-52 años, lleva 20 trabajando en la misma empresa, en la que ocupa el cargo de director de publicidad. Está casado con Ann (Helgenberger) y es padre de dos hijas. En el último ejercicio ha conseguido un apreciable aumento de las ventas. Cambios en el accionariado de la sociedad implican su sustitución por un joven y ambicioso ejecutivo.

El film suma drama, comedia y romance. Explora las diferencias que se dan entre el estilo clásico de gestión empresarial de los recursos humanos y el estilo de las nuevas corporaciones empresariales de grandes dimensiones. En el primero priman los sistemas de motivación, objetivos e incentivos. En el segundo la motivación queda desplazada por la ambición, aptitud y valía individual y su sometimiento continuado a la competencia con los compañeros de dentro y de fuera de la empresa. El estilo comercial clásico propicia la estabilidad del empleo de los competentes, el nuevo mantiene siempre en pie la amenaza del despido.

Explora, además, la diferente concepción de la fuerza de ventas en las empresas convencionales (equipo y gestión de ventas) y la que practican los conglomerados empresariales (aprovechamiento de sinergias del grupo). La primera requiere recursos humanos cualificados y motivados, a la segunda le bastan buenos litados informáticos y trabajo administrativo. Las sinergias entre empresas de un grupo no siempre son positivas.

Como comedia de costumbres investiga las relaciones entre modelos de gestión de personas, historias personales (currículos), conceptos de éxito y fracaso, tipos de liderazgo, etc. Como comedia familiar investiga la interacción entre empresa, relaciones padres/hijos, relación de los cónyuges, concepto de familia, etc. El trato amable del relato se ve potenciado por el humor. La imagen del magnate corporativo Teddy K (McDowell) es burlesca. La figura del joven ejecutivo está tratada con sorna e ironía. Son escenas destacadas la declaración de amor en el restaurante, la fiesta sorpresa de cumpleaños, la conversación del padre con el pretendiente de la hija, el discurso de Teddy K, el estreno del coche deportivo y otras. Incluye citas cinéfilas ("American Beauty", "Taxi Driver", "El bueno, el feo y el malo").

La música, de Stephen Trask, aporta una partitura ELEGANTE Y BRIOSA. Añade temas de Peter Gabriel ("Solsbury Hill"), David Byrne ("Glass"), la canción "Bésame mucho", la balada "The Trapeze Swinger" (créditos finales) y otras. La fotografía, de Remi Adefarasin ("Match Point", "Scoop"), desarrolla un discurso visualmente atractivo. Muestra preferencia por los tonos claros, colores fríos y geometrias. Realza la belleza y colosalismo de la gran ciudad moderna. Buenas interpretaciones de Quaid, Grace y Johansson.

No nos acostumbran a interpretaciones como la que topher nos regala en esta película. Merece la pena ver como nos adentra en los miedos de un joven empresario que obtiene un puesto con demasiada responsabilidad. Esta película no gana en diálogo, ni en romanticismo, ni por supuesto en comicidad, pero desde luego nos hace reflexionar sobre la política empresarial que se lleva a cabo y la cual es una triste realidad. Película de notable alto.

Si aún no la has visto, debes hacerlo, ya que innova en el muy manido tema del amor. Es sincera y lo que es más... plausible! Una historia de amor sencilla y compleja, como las verdaderas. Divertida, conmovedora... No sé, yo cuando salí del cine me fui a mi casa con un sabor dulce y una sonrisa de complicidad hacia topher grace (gran tipo este, jajaja). Disfrútala.

Intente verse inmerso en la siguiente situación:

- ¡Hey chicos!, ¿que pasa? ¡Tengo un nuevo plan chiripifláutico con el que lo vais a flipar!
(Empezamos a ver caras de estreñimiento)
- Venga hombre, alegrad esas caras, ¡no me digáis que no confiáis en mi plan megaguay!
- ¿Y cual es su plan, señor?
- ¡Pues la verdad es que no estoy seguro tronco!, pero tranquilo que fijo se me ocurre algo mientras parloteamos.
(Estupor)
- Quizá la mejor solución sería pactar con la empresa X para volver a obtener los suficientes beneficios. Eso sí, el pacto lo cerraremos en 5 min., a lo Hollywood style.
- Ostia colega, pues tu idea me gusta ¡eh!, serás mi adjunto guay, y además le tiraré los tejos a tu hija.
- Interesante, interesante.
- Si ejque... molas mazo tío


Acto seguido, intente ver a los siguientes personajes inmersos en una misma historia

• Niñato pijo y megaguay con amplio vocabulario moderno

• Niñita de papá con escasez de neuronas y bonito cuerpo

• Papá divertido, receptivo y muy malote


En último lugar, aúne todos esos elementos en un mismo film: Situaciones inverosímiles y carentes de forma, de sustancia, prácticamente nulidad para crear personajes fuera del estereotipo e incapacidad para llevar con seriedad una obra con suficientes ejes tras de sí como para serlo.
Y por mucho que el final resulte interesante, alejado de tópicos y Dennis Quaid se marque un papel de los grandes, nada libra este juguetito de caer en un nuevo saco roto de promesas sin cumplir.