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Vacaciones

Comedia Chaplin interpreta tanto a un rico señor como a un vagabundo. Ambos se encuentran en situaciones paradójicas donde uno es tomado por el otro. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
6 de marzo de 2011
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace tiempo dije que Buster Keaton tenía mejores cortos que Chaplin. No eran tiempos de drogas ni nada parecido, pero a día de hoy no hay color ni en los cortos ni en el largometraje. No es que Keaton no los tenga, las tiene por docenas. Lo que pasa es que las de Chaplin son mejores.
Vacaciones siendo un corto excelente no está entre los 10 mejores y eso es decir mucho de Chaplin. A los que les guste la mímica aquí está el maestro de maestros y su famosa escena en la que hace creer a su mujer que está llorando y lo que está es haciendo un cóctel.
RONNIE JAMES DIO (CUENTA BLOQUEADA)
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10 de agosto de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vacaciones de Charles Chaplin, es un mediometraje de comedia y cine mudo. Dirigida con un ritmo rápido, se pasa en un suspiro su visionado, gracias a su singular modo de hacer cine, y por tener un resultado idóneo y correcto, aunque sin ser de sus obras imprescindibles.
Musicalmente, es estimulante y competente, llamando la atención por su eficiencia en cuanto al acompañamiento de la trama se refiere, y por sonidos rítmicos. Con unos vestuarios y caracterizaciones en su línea, humildes y carentes por un lado, y lujosos y elegantes por otro, marcando claramente las diferencias de clase, con decorados también alusivos y evocadores tanto al elitismo de la clase alta, como a los más humildes.
Las actuaciones, cabe resaltar que esta ocasión Chaplin realiza dos papeles, uno de rico, y otro de su habitual vagabundo, con acierto y personalidad, y siendo carismático y convincente. También repiten en las interpretaciones Edna Purviance, Mack Swain y Henry Bergman, todos representando un digno papel en su línea cumplidora.
El guión, es entretenido y ameno, y aunque no está al nivel de sus mejores obras, cumple con acierto y personalidad, gracias a un argumento original y trabajado, aunque sin brillo. Con su habitual narrativa visual y expresiva, y en su línea de trasmitir sin diálogos y a través de gestos tanto la risas, como la ternura que el vagabundo desprende, realizándolo de forma eficiente, y con la ternura que solo él sabe hacer sentir al público.
Por lo que, en definitiva, la considero una obra agradable y divertida, y aunque desde luego no es de sus mejores trabajos, tampoco la considero superflua, ya que es digna de ver dentro de su amplia filmografía, y cumple con su cometido de enternecer y hacer reír a su habitual público, que desde luego no terminará decepcionado de ver una obra respetable.
Elcinederamon
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19 de marzo de 2018
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Después de "El Chico" vuelve de nuevo a los cortos. Supongo que si tiene una buena idea, pues le dá metraje. En este caso es un corto como los de antes. Yo pensaba que después de "El Chico" esploraría más tipos de historias diferentes, pero no, vuelve de nuevo.

Esta vez no hay muchas carreras, las justas. Lo novedoso es el doble personaje, que ya lo explotó Mary Pickford y aquí hay un pequeño efecto, no tan elaborado como en las dos películas (que haya visto) de Mary.

La escena más famosa, es la que quizás la que más gracia y risa te puede provocar de este corto, que es cuando se gira Charles llorando y parece que sigue llorando cuando se da la vuelta está agitando una coctelera.

Otro momento que me gustó mucho, fue cuando se tiraba al suelo antes de que le abofetearan, era previsor jeje.

También un puntazo bastante bueno, son las cartas que Edna le escribe a su marido sobre el tema del alcohol, cuando fue la propia Edna que dio problemas con el alcohol en la anterior película "El Chico". Fue un zasca en toda regla jajaja.
edugrn
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15 de julio de 2018
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Charlot es uno de los personajes más importantes del cine, el cual forma parte de películas y cortometrajes míticos que han cautivado a diversas generaciones.
En este caso se nos presenta una trama donde el vagabundo Charlot viaja en tren y llega a un lujoso campo de golf para disfrutar de unos días de relax. Allí conocerá a una joven millonaria de la que se enamorará. Ella está enfadada con su marido por lo despistado que es. Pero por casualidades de la vida el vagabundo y el marido se parecen mucho físicamente haciendo que los enredos estén garantizados.
Charles Chaplin es uno de los mejores directores y actores de la historia, y fue el encargado de dar vida a ese Charlot que tanto quiere todo el mundo.
En este caso dirige más o menos bien esta comedia de enredos de apenas 30 minutos de duración, la cual convence y distrae debido a esas escenas bien hiladas y desarrolladas.
El guión es fresco y cuenta con toda la esencia de Charlot, presentando momentos muy divertidos donde el personaje no es consciente de los líos que está creando. Y es que todos esos enredos que ocurren y que son creados por el protagonista; en ningún momento son realizados de forma consciente. Y ahí es donde está la gracia, ya que el espectador sí que sabe que el vagabundo está produciendo todo por una sucesión de hechos y situaciones; pero él no es consciente.
No obstante, hay que reconocer que el film cuenta con ciertos momentos que no llegan a ser muy interesantes. En mi opinión hay ciertas escenas de humor que el paso del tiempo les ha pasado factura; y por consiguiente actualmente no funcionan igual de bien.
En fin, "Vacaciones" es una película de Charles Chaplin que resulta divertida y que cuenta con mucha esencia de Charlot que tanta fama le ha dado al personaje. Y aunque no sea totalmente redonda debido a la falta de interés que producen algún momento; en general uno se divierte sobre todo con ese comienzo.
icaro_81
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16 de abril de 2023
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92/05(05/04/23) Muy divertido cortometraje-mediometraje (tiene 35 minutos) del Tótem del Séptimo Arte Charles Chaplin, que aquí dirige, guioniza y protagoniza para First National Pictures, a la que le debía un corto por contrato, aunque intentó liberarse de la obligación (había estrenado con éxito el largometraje “The Kid” con éxito, con su recién estrenada compañía United Artists) y ya no quería cortos), comprando su contrato, al final no pudo y lo hizo, teniendo como génesis cuando jugaba él mismo al golf y vio posibilidades de humor en ello. Aquí Chaplin juega en un rol dual, como hizo 19 años después en “El Gran Dictador”, aquí desdoblándose entre su clásico vagabundo y un ricachón alcohólico, en lo que realmente se reía de sí mismo en esta última caracterización, pues así lo veía su esposa (de entonces) Mildred Harris. La mayor parte del metraje juegan por separado los papeles, por un lado tenemos al vagabundo con gustos de deportes elitistas, como es el golf, y para ello está en un campo de este deporte, donde Chaplin demuestra su formidable inventiva para geniales momentos de humor, como el modo en que obtiene bolas cual si fuera un expendedor (humano); por otro lado seguimos al ocioso y dipsómano ricachón con sus rencillas con su esposa por sus gustos líquidos (gracioso cuando sabes que Edna Purviance hace de esposa, y la actriz tuvo muchos problemas de alcoholismo). Sobre todo, sirve una vez más, para Chaplin atacar el hedonismo e indolencia de las clases altas, (como si el no formara parte ella). Es uno de esos trabajo de Chaplin en los que está ausente el sentimentalismo que luego impregnó su filmografía posterior, aquí es el humor por el humor, sin más principio y fin que esto. Es un relato ligero, pero sustancioso en provocar risas y sonrisas, con muchos gags, con muchos imaginativos slapstick, jugando con las confusiones, los equívocos, las peleas, el clasismo, y todo desarrollado con gran ritmo.

El " pequeño vagabundo " (Charlie Chaplin) se dirige a un centro turístico para disfrutar del clima cálido y jugar al golf. En el campo de golf, el robo de bolas en juego por parte del Vagabundo hace que un golfista (Mack Swain) ataque por error a otro (John Rand). Mientras tanto, una esposa abandonada (la clásica actriz fetiche de Chaplin, Edna Purviance) deja a su rico esposo (también interpretado por Chaplin) hasta que deja de beber. Cuando más tarde se confunde al Vagabundo con un carterista, estrella un baile de máscaras para escapar de un policía. Allí, lo confunden con el esposo de la mujer.

Comienza con una toma que parece inspirada en otra de otro corto de Buster Keaton estrenado 4 meses antes de este, “The Goat”, con el mítico plano de la cámara fija filmado un tren que llega a toda velocidad hacia el objetivo y frena justo delante de ella, teniendo a Buster sobre el rastrillo de popa con su rostro inexpresivo tranquilamente sentado. Aquí la cámara también rueda el tren acercándose en primer plano a la cámara, pero esta vez no está el protagonista sobre el rastrillo, vemos a gente de clase alta por sus ropas bajarse del tren, Chaplin baja del maletero del tren con mucho estilo, estirando los brazos, y con su bolsa de palos de golf, tras lo que sube de modo flemático en la parte trasera de un auto ante la mirada inquisitiva de un policía. Para llegar el vagabundo a un campo de golf, el problema es que tiene palos, pero no bola. Lo cual conlleva que con su picaresca habitual provoque una confusión y haga dos tipos (encarnados por Mack Swain y John Rand) se peleen con la flema del vagabundo que huye con elegancia de la trifulca. Esto lleva al vagabundo junto a un hombre dormido sobre el césped (el clásico actor fetiche de Cahplin, Henry Bergman)que de forma descacharrante se convierte en surtidor de pelotas. Tiene una pelota en la boca que con los ronquidos entra y sale de su boca, el vagabundo pisa el vientre del tipo, la pelota aparece unos metros en el aire y la golpea en el aire usando su palo de golf como un bate de béisbol, pero el ‘surtidor’ tiene más bolas; En esta sub trama hay una ensoñación deliciosa del vagabundo imaginándose como un héroe ante una hermosa mujer (Edna Purviance) que pasa junto a él montada a caballo, es un mini corto dentro del corto, donde en apenas unos segundos Chaplin recrea toda la vida del ensoñador, con hijos incluidos; acabando en un típica escena chaplinesca donde el vagabundo es confundido por alguien malo (en este caso un carterista), en un muy medido gag.

Por otro lado, tenemos al ricachón. Tiene dos grandes momentos humorísticos: Uno cuando llega a residencia y encuentra una nota de su esposa (Edna Purviance) que dice: "Estoy ocupando otros lugares hasta que te deshagas de tu hábito de beber". Charlie la lee y lentamente se aleja de la cámara y se inclina sobre una mesa con la foto de su esposa, toma la foto y a mira con melancolía, lo vemos de espaldas aparentemente sollozando en sus movimientos de hombros, pero entonces se da la vuelta y en realidad está haciéndose un cóctel, ósea, pasando olímpicamente de las recriminaciones de su mujer; La otra chancesca secuencia es cuando elegantemente vestido (de cintura para arriba), sale afuera de su habitación en el hotel dejando la llave dentro, y se da cuenta de que va sin pantalones, teniendo que utilizar recursos imaginativos para no exponer su ropa interior, culminado en una cabina de teléfono, con el clímax desternillante de hacerse pasar por enano leyendo un periódico mientras anda de modo cuasi sobrenatural.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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