Joe

Joe es una historia de perdedores condenados a vivir en un mundo de violencia, generado en el caso del chaval (Gary) por un padre alcohólico y despreciable, y en el caso de Joe por una sociedad que ha decidido no ponérselo nada fácil tras su paso por prisión. En ese contexto, ambos personajes se conocen y encuentran, uno al padre que no tiene y necesita, y otro un amigo al que debe ayudar y proteger. El retrato que David Gordon hace de la América profunda y de sus víctimas es más que correcto, con una buena fotografía, correctas interpretaciones y una magnífica banda sonora que sirve de complemento perfecto a cada escena.

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Joe es una película muy digna, teniendo en cuenta lo que a priori parecía ofrecer: otro guión para el lucimiento y la sobreactuación del bueno de Nic.

Pues no. Nicolas Cage no sobreactúa (apenas) y deja que la historia sea la protagonista, aunque su presencia sea, obviamente, fundamental para el desarrollo de la misma.

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Pero al veterano actor californiano le gusta mucho trabajar. Y no le hace ascos a casi nada. “Oye, Nic, tengo aquí un guión…”. “Sí, sí, cuenta conmigo”. Así más o menos debe ser la cosa. Por eso en su trayectoria encontramos decenas de títulos mediocres o malos de solemnidad. Pero le miras, y te ríes. Y se lo perdonas. Un poco…

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Joe. Joe. La historia va sobre Joe, pero también va de violencia, desencanto, alcohol, autocontrol, perros, mamadas imposibles, meteorología… Una vez que se establecen los mimbres de la historia, la película de Gordon Green va ganando enjundia. Volvemos al sur, como en Mud, y de nuevo con Tye Sheridan, el chaval que triunfó sobre el lodo…

Sheridan ejecuta un papel muy similar al de Mud y no sorprende. Destaca mucho más su padre, y el propio Nicolas Cage. Ambos encarnan las dos opciones ante la vida que plantea esta película: la entrega o la resistencia. Lo explica el propio Joe en un amargo parlamento. Uno no puede hacer siempre lo que quiere. Autocontrol…

Joe lucha por seguir el camino correcto en un escenario deprimente, plagado de perros asesinos, borrachos, rifles, y ociosos varios… Y con la policía bastante ausente. En este sentido, la película no es un derroche de originalidad, pero partiendo de unas bases muy conocidas consigue satisfacer gracias a la atmósfera, a la calma tensa que asfixia desde el inicio del metraje, y a la buena labor de la mayor parte del reparto. A ello hay que sumar un cierto sentido del humor bastante enfermizo que nos encanta y algunas escenas opresivas que recuerdan al Harmony Korine de Gummo y cosas así.

El sur de Estados Unidos es un territorio muy explorado por la literatura y el cine. Joe no es la primera ni la última película que muestra lo más turbio de este lado del mundo, pero los responsables del proyecto han conseguido dotar de cierta personalidad a una cinta que, de mano, parecía condenada al cajón de las olvidables. Pues no. Merece la pena. Aunque el final telefílmico le reste calidad al conjunto…

Lo Mejor: el trabajo de Nicolas Cage y Gary Poulter. La atmósfera y la tensión que envuelve casi toda la película.

Lo Peor: el final.

[crítica publicada en alucine.es]

Una obra de Cine Independiente llevada a cabo por un director experto en comedias el cual esta vez cambia de rol y ofrece un drama social ambientado en una zona rural sureña de los Estados Unidos, triste, pobre y marginal.
El film gira entorno a la vida de dos personajes, se expone como es cada uno, como viven, como sufren, como llevan sus penas, como afrontan la vida, parece que no hay cabida para la felicidad, todo se muestra de forma cruda, sucia y emanando tristeza, tratando temas como la pobreza, el maltrato, el alcoholismo, la prostitución, el trabajo ilegal, dejando siempre latente un espíritu de superación y progreso por mejorar la situación propia de los personajes protagonistas.
Una correcta dirección, un guión pausado, oscuro y lleno de angustia, unas muy buenas interpretaciones por parte de una joven promesa, Tye Sheridan y un veterano Nicolas Cage que parece resurgir de las cenizas cual ave fénix dando muestras de que es uno de los grandes de Hollywood y un apartado técnico más que acertado con ese toque cool de suciedad en el ambiente hacen de esta película un producto a tener muy en cuenta, digno de ver y de degustar.

Una gran película de cine independiente, en la que se puede ver el buen actor que lleva dentro Nicolas Cage. Un drama sureño con los tintes adecuados para hacer de esta película una estupenda visión de la américa más real. Se hace corta y hay momentos en los que te sorprende realmente la interpretación de Cage. Notable también la actuación de Tye Sheridan, el cual hace un támdem perfecto con Cage.

Joe es un ex presidiario que ha logrado un precario equilibrio en su vida dando trabajo a una pequeña cuadrilla de trabajadores negros en un pueblo tejano. Hasta él llega Gary, un adolescente que intenta sacar adelante a su familia a pesar de la mezquindad y el alcoholismo de su padre. Entre ambos se establece una relación paterno filial franca y sin concesiones destinada a una cruel redención.

David Gordon Green, que ha tocado en otras ocasiones, además de la dirección, los palos de la producción y el guion, consigue un retrato crudo de la sociedad rural norteamericana. La narración es oscura y tensa, con tramos de una violencia descarnada y cruel, que contrastan con escenas costumbristas rodadas con una gran naturalidad. El relato ofrece de esta manera al espectador buenos momentos que transitan por el drama y el thriller con oficio y talento. Los personajes, creados de forma realista en el guion, se benefician de unas actuaciones brillantes, sobre todo por parte de Tye Sheridan.

¿En el lado negativo? Joe es más previsible de lo que cabría esperar: encontramos pocas sorpresas, de las cuales alguna hubiéramos preferido no encontrarla jamás, como la explicación de la truncada vida del protagonista. Por este motivo el film corre varias veces el riesgo de perder casi todo el interés del espectador.

Recomendable para quienes busquen un buen drama y no tengan miedo a la angustia emocional.

Publicado en blog www.fascinoscopio.com