La cima

*Un viaje personal en mitad del Annapurna

La cima nos presenta un argumento original desarrollado por el propio director, que tras una dura experiencia personal encontró la salida en su pasión por la montaña. Y, el guion está a cargo de Nerea Castro (Zarpazo, 2017). En ella, Mateo (Javier Rey) e Ione (Patricia López Arnaiz) se encuentran en el campamento base del Annapurna. A partir de ese momento, comenzarán a entablar una relación basada en el compañerismo para poder sobrevivir.

Aunque La cima puede recordar a producciones como Everest (2015) o 127 horas (2010), Ibon Cormenzana consigue incluir grandes toques de sentimentalismo. Así, consigue que no se centre tanto en los elementos épicos, sino en el desarrollo psicológico y el viaje interior que viven ambos. Nos encontramos ante una película intimista, pues ambos están, prácticamente, solos en pantalla y recae sobre ellos el peso interpretativo.

*Dos grandes actores sometidos a una naturaleza hostil

Debemos destacar también la entrega completa y la exigente preparación física que tuvieron que llevar a cabo ambos actores, y que se refleja en pantalla. En muchas escenas, el espectador podrá observar que son ellos mismos los que están haciendo las escenas de riesgo. De esta forma, la naturaleza y la hostilidad de la misma se convierten en dos elementos principales más de la película. Y, gracias al trabajo de fotografía de Albert Pascual (Alegría, tristeza, 2018), el espectador se sumergirá en esta montaña y sufrirá, por momentos, esa angustia que experimentan los personajes.

Con tan solo dos actores principales y pocos medios, se ha sabido explotar al máximo los recursos y disimular perfectamente los problemas de un rodaje complejo a 3.000 metros de altura entre Huesca y los Pirineos franceses.

*Situaciones extremas que ayudan a sanar heridas

Además, estamos ante una historia sobre la soledad y la supervivencia de dos personas que parecen haber perdido todo y no tienen esperanza ni deseo de seguir viviendo. Ambos se conocen durante la etapa más complicada de sus vidas y el espectador verá como, poco a poco, se van ayudando y salvando mutuamente. Tanto Mateo como Ione han sufrido mucho y deben enfrentarse a su pasado para poder seguir viviendo. Por eso, destacan sobre todo los momentos más sencillos y personales entre ambos como, por ejemplo, en la cabaña o en la tienda de campaña.

*Conclusión

La cima es una película compleja que brilla en sus momentos íntimos y en la que el director ha querido mostrar los valores del alpinismo y el compañerismo en este deporte a través de una historia de superación personal.

Además, trata temas muy importantes que no suelen verse en pantalla como el fracaso y la depresión que pueden vivir los deportistas de élite cuando ya han alcanzado la cima de su carrera o de las personas que han perdido a un ser querido y no son capaces de deshacerse de ese dolor. En definitiva, es una película que invita al espectador a reflexionar con dos grandes interpretaciones de Javier Rey y Patricia López Arnaiz.

Escrito por María José Cánovas

Si no se entienden los diálogos es como si fuera cine mudo.

Si los actores no tienen buena dicción siempre se podría doblar con actores de doblaje.

También se podría subtitular.

En este caso los actores no tienen buena dicción, no están doblados y no están subtitulados.

Conclusión: No se entiende nada.

Por momentos pensaba que hablaban en vasco.

Elegir un ocho mil como escenario para contar la historia de la lucha feroz del ser humano por encontrarle sentido a la vida sitúa el film de Cormenzana en un plano elevado, muy elevado. Es una elección feliz e inteligente que le permite manejar contrastes de altura al contraponer con naturalidad la muerte a la belleza, la vida al fracaso o el éxito al duelo.

Huye de las cuestiones técnicas de la alta montaña para entrar de lleno en la psicología de dos personajes que resumen en hora y media de qué estamos hechos los humanos. La sencillez de Mateo y la complejidad de Ione han dado con el buen hacer de un par de actores que encaran sus temores y sus ilusiones sin dejar ni un gesto al azar.

Una película sin pretensiones estéticas que nos lleva por los caminos más íntimos del espíritu en su ascensión hacia la cima, cualquiera que sea esta.

www.contraste.info

Drama sobre la supervivencia ya no solo física sino más bien desde un prisma totalmente psicólogico.
La culpa, la pérdida, la depresión, la soledad... Son los puntos presentes a lo largo de toda la cinta, y el escenario sobre la que versa es el segundo protagonista, dejando el peso de la trama a los sentimientos de ambos personajes, dolidos por las inclemencias de la vida en éste caso.
Muy bien rodada y con las suficientes ganas para no decaer.
No esperéis un "Everest", de hecho la mayor parte del film no sucede en las escaladas, aquí el tratado es más humano, parsimonioso y menos efectista.
Buenos exteriores y gran calidad técnica sin que hagan falta artificios y espectacularidad, se nota que hay un trabajo detrás dado los bajos presupuestos actuales de los que disponen.
Los dos actores cumplen por encima de la media, sobre todo Patricia López Arnaiz, que está pletórica.
Lo dicho, drama en toda regla que aunque nos suene ya de haberlo visto antes en bastantes producciones con muchos más medios, se confía interesante.

Un tema como la obsesión humana con alcanzar las cumbres más altas del planeta, aún a riesgo de perder la vida, merece una buena película que aún no ha llegado. Una película que no es La cima.
Ibon Cormenzana hace un buen intento, pero no es suficiente. Los medios y los dos actores (Javier Rey, siempre maravilloso) dan lustre a la propuesta, pero falta emotividad y una mejor historia. Y sobre todo, falta esa trascendencia que tiene el tema del hombre contra la naturaleza, la insignificancia del hombre ante "lo sublime", como decían los románticos decimonónicos, y en eso la cinta no está a la altura.
Aún así, aceptable y entretenido intento.