¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret

La espera para ver la adaptación de la novela de Judy Blume a válido la pena después de recibir tan magnífica adaptación por parte de Kelly Fremon.

Una película pensada para conquistar a todos los espectadores con una auténtica delicia tanto en su guion como en la dirección y por supuesto en sus interpretaciones en donde brillan de manera auténtica Rachel McAdams y Abby Ryder Fortson esta dupla se roba toda la película con su encanto de madre e hija dando interpretaciones que consolidan a ambas. Junto con ellas nos encontramos con un par de secundarios que también brillan como el mejor acompañamiento como la gran Kathy Bates.

Es una obra contundente sobre la madurez y sobre la inocencia a la misma vez, la adaptación logra llevar toda la magia que produce la novela en imágenes y diálogos que nos entregan una de las mejores películas de lo que llevamos del año.

Su directora nos ha regalado una película con corazón que por lejos sube un escalón al mismo libro, dicho por la misma escritora, cosa que realmente parece ser cierto. Es una película que merece ser vista por varios para entender la belleza de la madurez con giros perfectos y el saber hacer convivir a sus personajes en la época perfecta en donde se ubica la historia.

Una película que entra derecho a lo mejor del año y quizás a una carrera por los premios que tendría bastante merecido, en especial en el apartado de guion, el cual hace completamente la magia indicada para conquistar nuestros corazones y nuestras satisfacciones personales de ver ese cine que nos produce emociones.

Al ser hombre no experimenté los cambios femeninos en la pubertad (cómo hombres tenemos los propios). Solo se escuchan rumores, pero estoy seguro que lo que atraviesan las niñas, y lo que sienten, es lo que está aquí. La película se percibe muy honesta, tan real, que a pesar de ser una adaptación de un libro de hace 50 años se siente muy actual.

Y es que la película no solo va de cambios físicos, tambien de pensamiento, de espiritualidad, de entendimiento. Y todas esas facetas las plasma muy bien la niña protagonista, en su gran debut Abby Ryder Fortson. No solo es una coming of age al uso, es una guía que perfectamente cualquier niña de 11 años podría ver y entender. Hasta aprender.

El guion es divertido, bien construido y atendiendo al desarrollo y crecimiento del personaje principal, con el acompañamiento de secundarios que si bien solo están al servicio de Margaret, cumplen su función. Rachel McAdams, cómo la madre, está en su mejor actuación hasta la fecha. Se roba el resto de película donde no sale Margaret con una gran energía, y sin embargo las mejores escenas es donde están juntas.

Una notable película que hay que ver y difundir.

"Lo que aprendí sobre la religión es que hace que la gente se pelee", escribe en una escena nuestra protagonista (Abby Ryder Forston, de muy buena interpretación), una niña que se enfrenta a nuevos desafíos y sentimientos cuando se muda con su familia.

Kelly Fremon nos sumerge en una historia agradable, lo suficientemente cercana y cálida para cualquier espectador, con una dinámica pareja durante todo el metraje, mientras Margaret va lidiando con lo que sus nuevas amigas sugieren (y hasta imponen) sobre los pasos hacia la adolescencia.

En esta transición, la directora se encarga, con pulso firme, de aderezar las secuencias con un tono de comedia que resulta ligero y amable, abordando temas variados, asociados a la madurez, a la crianza, a las idas y vueltas familiares y a otros tantos asuntos a sortear (nuestra intérprete principal es hija de un padre judío y una madre católica).

'Are You There God? It's Me, Margaret' cuenta con los alicientes necesarios para que en su faceta de "coming-of-age" funcione, sin descollar.

6,5 Alancitos Niños Mudados a un Nuevo Barrio sobre 10

"¿Are you there God?. It's me, Margaret" es una película "coming of age" basada en el libro homónimo. La historia sigue a Margaret en su transición de la niñez a la adolescencia mientras busca respuestas espirituales en diversas religiones.

La película es increíblemente dinámica y entretenida. Y a pesar de su trama aparentemente sencilla, aborda temas profundos de manera ingeniosa.

El papel principal es interpretado por Abby Ryder, a quien recordarás como la hija de Scott Lang en "Ant-Man". Su actuación es excepcional, y lleva todo el peso de la película con carisma y talento.

Fue una grata sorpresa. Es una de esas películas que, aunque no destaca en un aspecto en particular, lo hace todo correctamente. Un verdadero regalo para el alma.

Esta es una historia que se hizo famosa, probablemente porque era una de las pocas en la que se reflejaban los problemas que una adolescente en los años 80 debía enfrentar debido a los cambios físicos y mentales que esta etapa de la vida conlleva. Esto es lo que realmente aporta valor a la película. Además, podemos disfrutar de Rachel McAdams, una de mis actrices favoritas.

Es importante tener en cuenta que, a pesar de que nuestra protagonista enfrenta problemas que podríamos considerar desgracias, en realidad son dificultades cotidianas que mucha gente experimenta. Estas incluyen disputas familiares, la crueldad entre adolescentes y la desmitificación de la religión. Dios no es una especie de Reyes Magos a los que le pides y te concede tus deseos. Además, no podemos culpar a Dios por las desgracias que vivimos, ya que también somos responsables de nuestras acciones.

En resumen, esta película aborda la experiencia de la adolescencia en una época pasada, en la que no existían ni los teléfonos móviles ni las redes sociales.