Piso de lona

Las películas de Elvis Presley siempre fueron y siguen siendo muy criticadas. Descalifican a Elvis como actor y tildan sus films de ñoños, de meros vehículos para el lucimiento del cantante y de sus canciones. No estoy de acuerdo con ello. A Elvis le costó aprender el oficio pero como rebelde primero y como tipo encantador y carismático después, nos dejó buenas interpretaciones y un buen puñado de películas alegres y optimistas, perfectas para ver una noche cuando se ha tenido un mal día. "Piso de lona" es una de ellas.
La historia nos sitúa en Cream Valley donde existe un campo de entrenamiento dirigido por un jugador medio arruinado llamado Willy. Al campo llega un soldado recién licenciado que pide trabajo como mecánico. Pronto descubrirán que el muchacho tiene una derecha demoledora y Willy tratará de hacer grandes negocios a su costa.
Es una buena e interesante película. Narrada con ritmo ágil, Karlson se mueve con ligereza por esa cuerda floja que une comedia musical con drama boxístico. No le dejan de la mano. Buena fotografía, buena puesta en escena y, sobre todo, unas excelentes interpretaciones de Gig Young y Lola Albright, muy bien secundados por Presley y Bronson. Es cierto que las canciones de Elvis -metidas con calzador- aparecen como un pegote en un cuadro que estaba resultando hermoso. Pero... contrato obliga y afortunadamente la película presenta la solidez necesaria para salir adelante y hacernos pasar un buen rato.

Aunque se trata de un film “para mayor gloria” de E. Presley hay que reconocer que el contenido posee enjundia, la historia está buen contada y las canciones interpretadas por el artista norteamericano aportan un valor adicional nada desdeñable.
El argumento resulta sencillo y convencional pero también humano, agradable, muy entretenido y la película está realizada con mucha dignidad y absoluta profesionalidad.
El ritmo siempre es ágil, el intercalado de piezas musicales no le resta dinamismo y la interpretación de los protagonistas aparece convincente y persuasiva.

Entretenida película de género deportivo (en este caso sobre el boxeo), y aderezado con música y canciones, como no podía ser menos teniendo como protagonista a Elvis "The Pelvis" Presley.
Se trata de un entretenimiento menor que no obstante logra hacer pasar un buen rato.
No se distingue absolutamente nada en la larga filmografía sobre el cine "boxeístico", pero está realizada con indudable profesionalidad por Phil Karlson. Por contra, y teniendo a este hombre tras las cámaras, se echa de menos un mayor vigor narrativo y una mayor mala leche. Supongo que porque el fim está al servicio de la estrella musical.
Estupenda fotografía y buena banda musical. Además, cuenta con dos agradables actrices, preciosas y adorables ambas.

http://filmsencajatonta.blogspot.com

Una de las incursiones de Elvis en el cine, fue este " Piso de lona", remake musical de un film de Michael Curtiz " Kid Galahad" realizado en 1937.
Film de argumento pugilístico, a Elvis le meterán en la piel de un muchacho que, recién licenciado del ejército, regresa a su pueblo natal para tratar de ganarse la vida como mecánico pero cuyos problemas económicos le obligarán a ejercer de sparring en un campo de entrenamiento para boxeadores. Una vez allí, descubrirán por casualidad el enorme derechazo que posee y decidirán presentarlo en el ring.
Lo cierto es que, contra lo que cabía esperar, es la historia lo que mejor funciona en este film ya que tiene un guion muy sustancioso y ameno sobre la corrupción en el boxeo, en el que los secundarios, Gig Young, Lola Albright, Charles Bronson, Joan Blackman a la cabeza, llevan prácticamente todo el peso de la historia con sus personajes muy bien perfilados y generadores del conflicto.
Por contra, a Elvis, protagonista de la historia, se le reserva el papel de buen muchacho de principio a fin, supongo que para no dañar su imagen de ídolo de masas, con lo que su personaje presenta pocos matices y apenas desarrollo.
Así, mientras nos sumergimos en la historia, irán intercalando varios temas del mítico cantante, que constituyen un agradable receso en la trama del film pero que de ningún modo la complementan ni hacen brillar al Rey.
Esto a mi modo de ver es un error, ya que no creo que los fans de Elvis se sientan muy satisfechos con esta introducción forzada de las míticas canciones en una trama que no tiene nada que ver con ellas. A lo largo de la cinta, escucharemos media docena de temas muy buenos pero metidos de refilón y con poco acompañamiento artístico. Por mucho que un argumento como éste, se preste poco a ello, con un poco de imaginación y voluntad podrían habérselo hecho mejor.
Una peli de Elvis, es para ver a Elvis en su esplendor, digo yo, no para que casi lo escondan.
Por aquí dicen que es una película al servicio de la estrella. Es que no me ha parecido a mí así. Al revés. Yo esperaba más lucimiento de ella.
Y sin embargo, la historia en sí está muy bien y es, precisamente, lo que nos va a enganchar a ella. Realizada por Phil Karlson, excelente director de serie B, un buen guion en una historia bien contada, de ritmo ágil y buenos diálogos, personajes llenos de conflictos y bien desarrollados, excelentemente bien arropada por los secundarios que realzan la historia, la cinta se asegura la atención del espectador y proporciona un buen divertimento.

Después de sus primeras películas, las de los 50, y sobre todo después de "Estrella de fuego" (Flaming Star, 1960), de Don Siegel, la carrera cinematográfica de Elvis Presley cae en la mediocridad, aunque "Cita en Las Vegas" (Viva Las Vegas, 1964), de George Sidney, alimentara ciertas esperanzas. Naturalmente, estas películas son productos pensados y producidos para el "fan" de Elvis, no para el crítico de cine, y por eso todas son muy parecidas: bonitas canciones, bonitos paisajes, buen rollo, y chicas, chicas, chicas.

"Piso de lona" no es una excepción a la regla, aunque sorprende un poco ver al ídolo como boxeador. Desde luego, todo lo relativo al boxeo, con sus combates y sus chanchullos, es más interesante que el resto, pero la película se debe al ídolo y a sus admiradores, y el ídolo debe cantar, y no sólo seducir sino incluso almibarar, y eso se lleva mal con el boxeo. Al menos, en esta ocasión Elvis se rodeó de buenos actores como Gig Young y Charles Bronson, éste en un curioso papel de entrenador cojo.