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Millones

Drama Tras la muerte de su madre, Anthony, un niño de nueve años, se muestra siempre pragmático, mientras que su hermano pequeño Damian, dos años menor que él, recurre a la imaginación, a la fantasía y a la fe para que su confuso mundo adquiera sentido. Una bolsa llena de billetes, caída del cielo, va a parar a los pies de Damian. Gracias a ella, los niños vivirán una aventura que quedará grabada de forma imperecedera en su memoria, pues les ... [+]
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Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
26 de enero de 2006
27 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que reconforta y emociona desde la inocencia y la sencillez. Danny Boyle nos presenta una luminosa fábula que nos lleva de la mano a aquellas cosas mágicas y simples que los adultos y el mundo de hoy han perdido. Excelente el hallazgo del joven protagonista y del reparto que lo secunda. Muy recomendable. Una brisa de aire fresco que nos llega desde la pantalla para mirar desde dentro, reir y llorar.
kovyan
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27 de abril de 2008
20 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezando de nuevo tras la muerte de su madre, Anthony, de nueve años de edad, se muestra siempre pragmático, mientras que su hermano pequeño Damian, dos años menor que él, emplea la imaginación, la fantasía y la fe para que su confuso mundo tenga un sentido. Una bolsa llena de billetes cae de los cielos a pies de Damian y lleva a los niños a una aventura imperecedera que les hace darse cuenta de que el verdadero valor de las cosas no tiene nada que ver con el dinero.
Una peli con mensaje. Desde el título, desde el cartel, desde la sinopsis... Danny Boyle se sale totalmente de sus registros -aunque tampoco es que suela seguir un estilo concreto- y nos sale con una película fabulescamente moral, bonita e infantil. O mejor dicho, para ver con ojos y espíritu de niño, como los inmensa mirada del protagonista. Y por eso no gustará a todos, pero a mi me ha encantado.
El argumento no puede ser más peregrino: un niño huérfano de madre, con padre amable pero que trabaja mucho y un hermano más listo que el hambre, que se acaba de mudar, juega solo y se sabe de memoria la vida de los santos... de hecho hasta charla con ellos. Y un día, el milagro sucede. Una bolsa repleta de billetes como regalo del cielo. Como Un millón en la basura. Y es que al prota no se le ocurre otra cosa que repartir el botín entre los pobres. Tiene fe. Su hermano en cambio, un tiburón de las finanzas, tiene los pies en la tierra. Esto va a traer cola...
Me gusta que Boyle pase de los convencionalismos y se meta en extravagancias. Todo el principio con la mudanza, santa ¿Bárbara, Águeda?, la ambigua presencia de la madre, las almohadas... La película está bien contada, sin que sepamos muy bien en qué género estamos metidos. Hay un poco de todo: comedia, fantasía, drama, suspense... También hay espacio para la paranoia y el surrealismo, combinados con unos efectos visuales estupendos -y la canción final- que nos hacen sonreír.
Efectivamente, el protagonista infantil es de lo mejorcito que se ha hecho desde El sexto sentido. Tanto de guión como de interpretación. Recordad la escena de los teléfonos. Los dos hermanos se compran dos móviles de última generación, videollamada incluida. Están a pocos metros y el pequeño dice "te veo muy borroso en el teléfono". Es que eso es sabiduría y cariño. O la escena de San Pedro y su explicación del milagro de los panes y los peces. Desternillante.
Boyle nos cuenta otra vez lo de siempre, nos habla de los eternos dilemas morales y la manera en que se puede reaccionar a ellos. La vida es una continua elección. Que lo de la madre esté muy sobado... pues a mí se me cayó la lagrimilla, no pude evitarlo. Que el final parezca un anuncio publicitario... a mí me puso una sonrisa en la cara. Como Damian, Millones es encantadora, si sabes verla con los ojos adecuados.
Naran
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28 de marzo de 2008
24 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dice el pequeño Damian (Alex Etel) a su progenitor: "Yo creía que el dinero me lo enviaba Dios desde el cielo." El Padre le responde con mucha "coña" filosófica o verdadera: "¿Dios? No es su especialidad regalar pasta."

Así, efectivamente Dios tal como se entiende teológicamente es Espíritu Puro y lo que da por excelencia es su propio Espíritu, pero ¿dinero?, por más que la gente le reza desde hace miles de años pidiéndole dinero, no es eso lo que de Dios emana.

Una película simpática, de santoral católico, que nos traslada la moral de la religión, de la bondad, de la fe, de la inocencia de un niño cristiano creyente en el Dios de Jesús de Nazaret, capaz de hacer milagros de los que se suceden habitualmente en este mundo por la simple fuerza de la fe y la buena intención, que también cree en la gloria del más allá para los que vivieron antes en este mundo y pasaron por la muerte, y por su puesto que tiene bien asumido que una de las acciones más en consonancia con Dios es el auxilio de los pobres.

La música de John Murphy acompaña con gran efectividad, sobre todo en la parte final es de auténtico encanto.

Fej Delvahe
Fej Delvahe
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20 de junio de 2013
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca me he metido, ni lo voy a hacer esta vez, con las puntuaciones que da la gente a las películas, pero en el caso de esta tengo que decir que me parece que haya habido alguna intervención divina o del santoral (tan apreciado en esta peli) para que se obre el gran milagro de esa, a mi juicio, exagerada nota que tiene en la página. La verdad es que si no conociera a bastantes de las personas que la ponen por las nubes pensaría que los 4000 votos que tiene habrían sido colocados por ONGs, curas, obispos, cardenales y hasta por el mismísimo Papa Paco.

El niño de la peli la verdad es que a mí me parece un tarado. Resulta que en vez de jugar con la Play, ver los Teletubbies o Bola de Dragón, se dedica a tirarse parrafadas con una legión de santos de ridículas barbas postizas y halos copiados de los anillos de Saturno. Además el crio no solo charla distendida mente con San Francisco, San Pedro y yo que sé cuantos santos más, sino que además se sabe el siglo y el año de nacimiento lo que confiere a las apariciones un toque cultureta de lo más friki.

Podría tener gracia, eso sí, si hubiese metido a la recua de santos que a mi tanto me molan. Por ejemplo San Friard, que es ni más ni menos que el patrón “del miedo a las avispas”, hubiese sido un puntazo, o San Magno de Fussen luchador incansable contra las plagas de “orugas”, la conversación hubiese tenido cierto cachondeo. También hubiese estado bien si le hubiese dado un toque erótico incluyendo a Santa Tetta, abadesa de un convento, o al superdotado San Plátano al cual veneran por ahí en Cerdeña.

Pero no Boyle recurre a los santos más típicos y archiconocidos, así como a recursos facilones y ablanda corazones, te encuentras un pastizal de dinero ¿Y qué haces con él?, pues lo suyo es gastarlo, si eres un niño en chuches, y quizá alguna buena obra, pero no como hacen los bobos de los niños comenzar a pasearlo como si fuera un perro y enseñárselo a los colegas para a continuación sobornarlos para comprar su silencio ¡Una bobada!

En fin que ante tanta tontería me planteé cortarme las venas e ir a visitar a San José de Arimatea patrón de las “funerarias”, aunque luego me lo pensé bien, y como no me como ni un rosco, entoné una sentida oración a Santa Germana Cousin protectora de…¡Las chicas de pueblo! Para ver si milagrosamente me proporciona a una de sus protegidas que tenga el don de no salir corriendo cuando me vea.

Boyle ha tenido mucha suerte con esta película, pues lo lógico, es que después de tanto disparate, hubiese tenido que haber recurrido a Santa Teresa de Ávila al ser la patrona de los “ridiculizados por la Fe”, pero la protección dada al escritor del panfleto, Frank Cottrell Boyce ,por Santa Clara de Asís patrona de los “guionistas”, hace que se haya producido el gran milagro de que esta sensiblera enajenación haya iluminado a los usuarios de Filmaffinity hasta llegar a tener ese incomprensible 6,3 de nota media.

Ahora solo espero la protección de San Francisco de Sales (Patrón de los escritores) para que los usuarios de la página hagan gala de compasión cristiana y no me acribillen con la tecla (el iconito, no la santa, que conste) NO

Nota: Todos los nombres y protectorados de los santos de esta crítica son rigurosamente ciertos según San Isidoro de Sevilla patrón de Google ¡Uy perdón! ¡De Internet!
antipseudo
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26 de febrero de 2009
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Octava película del oscarizado realizador Danny Boyle ("Slumdog Millionaire”, 2008). El guión es de Frank Cottrell Boyce (“El perdón”, Winterbottom, 2000). Se rueda en escenarios exteriores de Inglaterra (Liverpool, Manchester, Cheshire...). Producido por Graham Broadbent, Andrew Hauptman y Damian Jones, se proyecta por primera vez en público el 18-IX-2004 (Toronto Film Festival).

La acción dramática tiene lugar en una localidad indefinida de Inglaterra (RU) durante las fiestas de Navidad, de un año indeterminado, imaginariamente futuro, aunque próximo a la actualidad. Narra la historia de un chico de 7 años, Damian (Etel), que cree haber recibido del cielo una valija llena de dinero. Su carácter fantasioso e idealista contrasta con las reacciones más pragmáticas de su único hermano, Anthony (McGibbon).

El film suma comedia, crimen, drama, familia y fantasía. Explica una historia en forma de fábula, narrada desde el punto de vista infantil del protagonista. La película explora las influencias del dinero sobre las actitudes, los deseos, las ambiciones y la conducta de los seres humanos. Relaciona las posibles alternativas del uso del dinero: donarlo a los necesitados, invertirlo en activos reales (vivienda, etc.), derrocharlo en borracheras, decorar las paredes de la casa con billetes, quemarlo para evitar las molestias e incomodidades que provoca su posesión, etc. Muestra cómo el dinero moviliza los deseos humanos, los enfrenta y los excita. Éstos van desde la codicia a la generosidad, desde la prodigalidad hasta la avaricia, desde la solidaridad a la violencia y el crimen.

Por la pantalla desfilan, con motivo de la representación de la Navidad, varias figuras del santoral anglicano muy relacionadas con la Navidad, que es el tiempo que acoge la acción. Entre ellas están san José, san Pedro, Francisco de Asís (creador del belén), Clara de Asís, Nicolás (origen de Papá Noel) y los Reyes Magos. Añade otros personajes fascinantes y surrealistas. Explica algo tan obvio como ignorado: que la verdadera riqueza poco tiene que ver con el dinero.

Tras la muerte de la madre, el pequeño Damian ha desarrollado con su desbordante imaginación un universo de héroes y heroínas, que realizan cosas más prodigiosas y fantasiosas que los héroes contemporáneos (futbolistas, cantantes, tenistas, actores y actrices de cine, etc.). El niño habla de un santo que hizo la proeza de estar 20 años sin hablar; de una santa martirizada en una rueda que explota inesperadamente y provoca un cataclismo entre verdugos y testigos; de santa Ágata y otros.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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