Millones

Nunca habría sabido de la existencia de esta peli si no llega a ser por un viaje de nueve horas en autobus a cargo de un conductor cinéfilo diferenciado por la exquisitez en la selección de las películas, todas ellas pertenecientes a un cine minoritario, y ésta fue una de ellas. 'Millones' nos narra como un niño tras perder a su madre y guiado por su imaginación y su fe logra vencer las barreras de la desesperanza y la depresión gracias a su imaginación y la 'ayuda' de varios personajes todos ellos muy católicos y apostólicos.
El argumento es sobre todo original porque hace que el telespectador se convierta en un niño durante una hora y media, cuando te involucras en la historia olvidas todo, no piensas en el surrealismo de la trama sino que acompañas al protagonista en todas sus peripecias. En resumen, hay que verla, pues merece la pena.

Un chico, aparentemente, habla con santos y mártires que se corporizan en su presencia. En una oportunidad, cae desde un tren, en una zona descampada donde él montó una guarida, una saca llena de libras esterlinas. Llevado de un impulso generoso emnpieza a hacer obras de caridad hasta que se descubre el origen dudoso de la fortuna...Bien actuada, con buena música, un buen pulso narrativo y un correcto manejo de los temnpos, así como del suspenso, esta película tiene algo que la eleva por encima del cine promedio y, salvas las distancias, por su tinte surrealista y algo onírico, remite "atmosféricamente"a "Corre, Lola, corre", aunque con un argumento ciertamente dispar. Quizá queden poco claras y resulten controversiales algunos aspectos del mensaje, como cuanndo S. Pedro indica al chico que el milagro de la multiplicación de los panes y los peces no fue tal, sinno una puesta en escena por parte de la multitud, o una figura algo equívoca de un anciano millonario y su joven y bella amante, que aparentemente tiene el poder de cambiar la moneda de curso legal. La película tiene muchos aspectos bien conjugados y merece un 8,6.

Un encanto de película. Maravillosa,original y fresca.
Después de tantas segundas partes de otras películas es muy bien recibido un film independiente.
Os recomiendo a todos que la veais,os sorprenderá.
Es una de esas películas que cuando termina te deja "en paz contigo mismo".

Las ocurrencias de un niño huérfano de madre que esta obsesionado por los santos. Niño algo raro y solitario que recrea constantemente mundos imaginarios en los que esos santos cobran vida. Es al mismo tiempo un niño bueno y generoso. El final guarda un hermoso mensaje de renuncia en pro del necesitado. Muy linda, apta para toda la familia.

Un niño huérfano que ve mártires suena un poco gore como película infantil, pero, desde luego, el tono y la fotografía hacen que el tema se vuelva desenfadado y hasta amigable. Así pues, a la música nada que objetar, otra cosa es la letra, que deviene en más y más confusa a medida que avanza la película. Por un lado, los santos y mártires que se le aparecen al chaval, lejos de ser una guía ante el problema en el que se encuentra (el bolso de dinero que literalmente le cae encima) le dan mensajes contrapuestos y llenos de una simplicidad infantiloide que no sirven para que el personaje madure y crezca: el niño tiene que donar el dinero a los pobres como sea, pero no vale darlo a los mormones de la casa de al lado (que se lo gastan en lujos), o a diferentes ONGs (que le dan la lata pidiendo más y más para cosas absurdas)... sin embargo sí está bien financiar la construcción de pozos de agua en África,... aunque la paradoja sea, precisamente, que las encargadas de realizar dichos proyectos sean, precisamente, las ONGs. El director de la peli es muy libre de ser católico y promocionar sus ideas, pero considerar que el dinero que se done a otras iglesias (mormones) u ONGs es dinero tirado, es, cuando menos, un poco tendencioso. Creo que el protagonista es un niño completamente inverosimil en los tiempos que corren, un poco cargante con su manía de hacer las cosas "bien" aunque ello suponga meterse en problemas gordos o dar la espalda a las necesidades de su familia: obedece a los santos y a la moral establecida antes que escuchar a los demás y a tí mismo; no es el mensaje que me gustaría dar a los niños de hoy en día, creencias personales aparte, porque el mundo actual es muy complejo y el dinero, queramoslo o no, forma parte de él.