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¿Cómo se escribe amor?

Romance. Comedia Keith Michaels (Hugh Grant), un guionista en horas bajas que en el año 1988 llegó a ganar un Oscar al mejor guión, se encuentra tan desesperado que acepta un trabajo como profesor de escritura en una pequeña población lejos de Los Angeles, al norte del estado de Nueva York. Allí conocerá a una madre soltera (Marisa Tomei). (FILMAFFINITY)
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Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
22 de junio de 2015
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Marc Lawrence debe de ser muy buen amigo de Hugh Grant, de 5 películas que ha hecho este director, 4 han sido con el amigo Hugh. Empezó esta andadura con Amor con preaviso, típica comedia romántica con Sandra Bullock; continuó con Tú a la letra y yo a la música con Drew Barrymore, una correcta aventura música; su tercera participación fue en la desastrosa Qué fue de los Miller con la insoportable Sarah Jessica Parker. Este año nos llega su cuarta colaboración juntos y directa a DVD. ¿Cómo será esta nueva colaboración entre actor y director.
Posiblemente nos encontramos ante su mejor colaboración, una película que rompe muchos de los esquemas que estaban ya establecidos en las comedias románticas. No es el típico chico conoce a chica, ni abusa de los clichés de este género. La película será toda una delicia para los amantes del cine que estén estudiando cómo hacer guiones, ya que la película se centra precisamente en eso. Hugh Grant es un fracasado guionista que se ve obligado a dar clases de redacción de libretos en una universidad para poder sobrevivir. Bajo este trasfondo vemos como Grant va eligiendo a sus alumnas por su físico, pero descubrirá que puede empatizar con ese entorno. Un argumento quizá trillado pero puesto de un punto de vista muy interesante y original.

Hugh Grant es un mierdas, pero aquí está muy correcto haciendo de galán venido a menos, los años le pasan factura como vemos en la película. Marisa Tomei está estupenda, una actriz que ha alcanzado sus mejores interpretaciones en su madurez sin perder nada de su atractivo. También tenemos al gran J.K Simmons en un papel muy a su medida. Chris Elliot bastante desmejorado en un papel raro y Allison Janney en un rol correcto.

En resumen, pese a tener una carátula horrible y que puede parecer otro tipo de producto, The rewrite (traducida aquí horriblemente por ¿Cómo se escribe amor?) es una interesante propuesta para desconectar y disfrutar de una historia muy bien trazada. Los fans del cine y de los guiones la disfrutarán, incluso los haters de Hugh Grant.
Real Humanes
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5 de diciembre de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia clásica (al estilo de las comedias mas inocentes de los 90s que protagonizaba Grant) sin nada que pueda molestar al publico mas familiar. Hugh Grant se mueve como pez en el agua en un papel que parece escrito a su medida y del que (con oficio) le saca el jugo necesario. A pesar de su clasicismo y de ir a por lo seguro, se agradece un guión con buenos diálogos y que no pretenda vender gato por liebre. Desde el principio huye del gag fácil y prefiere diálogos donde el espectador sonría con alguna que otra concesión a la galería (en el personaje de Grant). Una comedia blanca, sencilla, bien estructurada, correctamente interpretada y, en resumen, 90 minutos de buen entretenimiento al viejo estilo.
El Criticón
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26 de febrero de 2015
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es tan graciosa como esperas, ni tan romántica como desearías, ni tan divertida como debiera, ni tan locuaz ni aguda como convendría, ni tan gustosa como te gustaría, es Hugh Grant en su madurez torpe y esquiva, rememorando gestos cómplices de un pasado glorioso en un pródigo presente adulto, de esperanzador y optimista futuro, acompañado de una Marisa Tomei de orientadora en su perdido camino espiritual y laboral y secundarios acordes para formar esta nueva familia cuya apetencia debe hacer olvidar cualquier tiempo pasado mejor.
La cuestión es..., ¿lo consigue?, porque...
...Qué tiempo tan feliz cuando..., hacía de niño grande, de vendedor de guías turísticas enamorado, de atorado músico sin inspiración ni letras a su alcance, de eterno padrino/nunca novio aunque si compañera tras un funeral, de millonario fresco y descarado con cierta conciencia responsable gracias al preaviso de su bella ayudante, de atractivo conquistador y caradura presentador de una obsesa del peso, de sentido y sensibilidad exquisita como aspirante al amor verdadero en tiempos difíciles, como primer ministro loco por el amor, actually, adictivo a su secretaria, como obligado ganster de ojos azules por familia política..., y tantos otros títulos que irás rememorando, con ganas o sin ella, mientras observas a tan eterno galán, de timidez que roza la ternura, de un nefasto don para el sentimiento en palabra pero sinceridad aplastante envuelta de ironía para meter la pata, que nunca calla a tiempo ni habla cuando debe, que deslumbra a pesar de su deseo de pasar desapercibido, cuya expresión facial es un ininterrumpido atropello caótico que siempre encuentra la salida de emergencia, con maravilloso rostro de ingenuidad inocente a pesar de su manifestada culpa y un andar a puntillas que va conformando un sólido camino sin pretenderlo ni saberlo en una cinta con muy buenas intenciones, bondad suprema de miras y enfoque, suave en su aceptación envolvente, sencillez en una dirección que facilita su consumo, visión digestiva y acomodada que pretende ser firme y consistente en su abandono de un tiempo de fama ya histórico para abordar una actualidad con posibilidades, la alegría, conmoción y compromiso de descubrir un nuevo destino, etapa que se abre tras la valentía de olvidar y cerrar otra y que presenta un resultado decente, óptimo, válido y apropiado que no niegas ni disgusta pero tampoco place ni seduce con fuerza o carisma de un personaje tradicional en la carrera de este actor británico, sin novedad no vista anteriormente, que ni sorprende ni fascina ni cautiva en demasía y al que quieres querer más de lo logrado, sólo que...
...Qué tiempo tan feliz cuando..."mirando en el baúl de los recuerdos, uuuh, cualquier tiempo pasado nos parece mejor...", sentenciado vaticinio de cumplimiento obligatorio, aunque no se quiera ni desee, para una mirada que quiere emocionarse intensamente, un corazón que quiere vibrar locamente, un alma que quiere soñar plenamente pero, no puede evitar "..., volver la vista atras (porque) es bueno a veces...," cuando ese "..., mirar hacia delante es vivir (con) temor" ya que, sinceramente y por mucho que te guste su protagonista, seas coformista y benévolo, queda lejos, muy lejos de las perspectivas esperadas y queridas.
"¡Solía saber lo que era divertido!", admitirá este prófugo escritor/cobijado profesor de talento anónimo, aún no descubierto, a lo que se añade..., también solías saber lo que era romántico, tierno, dulce, alegre, extravagante, ocurrente, ridículo, mordaz, encantador, atractivo...
Rewrite/nueva versión, nunca mejor dicho ya que, siendo serios y dejando a Karina lejos, mejor tomemos a Jorge Manrique, quien expresaba con una añeja, para otros nueva descubierta versión, de mayor profundidad, dolor, sentencia y maestría..., "Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando como se pasa la vida, como se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor, cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor"

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
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24 de junio de 2015
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que se me pasa por la cabeza al ver a Hugh Grant es joder que viejo está ya el tipo.. Lo segundo es al ver como trata de usar sus dotes de 'conquistador' con una jovencita que más parece su nieta, jo como de mal están los valores de la sociedad, o al fin y al cabo seré yo el que estoy hecho un "carca" y es al único que le parece inmoral. Creo que en la puritana sociedad yanqui sería condenado por pederasta, pero en fin creo que me estoy saliendo del tema de la película que no es este, sino de la búsqueda interior de un guionista en momentos bajos con un rumbo incierto, al que se le ofrece una oportunidad de ejercer de profesor literario para la elaboración de guiones en una importante academia universitaria.
El dúo en esta ocasión de Hugh Grant y Marisa Tomei, cumplen con un argumento pobre y descafeinado, de comedia romántica sin risas y pocas chispas románticas. Pero es cierto que se deja ver, no aburre tanto en la ejecución y realización del film con un fondo agradable de un edulcorante tecnicolor...
Trim Belaurde
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4 de febrero de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia con un leve toque romántico, realmente es lo menos trabajado e irrelevante de esta película, a pesar de que su título parece incidir en ello. Sea como fuere, el amigo Hugh Grant se siente atraído por esas historias de viejas glorias venidas a menos. De este modo si en "Tú la letra, yo la música" (2007) se trataba de un cantante de éxito, ahora es un guionista de cine, ganador de un Oscar, pero que en la actualidad no levanta cabeza. Por cierto, que en ambos casos el director es Marc Lawrence. Y si cambiamos algo el esquema, también nos vale "Un niño grande" (2002), aunque en este caso el que triunfó fue el padre y el hijo, él, se limita a vegetar.

Como se ve, el largometraje no es muy original, ni tampoco por el lado amoroso consigue prácticamente nada. En cambio es más jugoso en el drama, con dos o tres subtramas relacionadas con los alumnos aunque me parece que se cierran de un modo demasiado brusco y poco claro, y en el humor, dónde te arranca varias carcajadas, siempre de la mano de un Hugh Grant que se mueve como pez en el agua en este género. Por ahí también aparece Marisa Tomei, que da vida a una alumna contra todo pronóstico, y una joven Bella Heathcote, que haciendo honor a su nombre, es muy mona. Y aunque figure de carnaza, tiene cierta lógica. A ver si se enmienda.

Dicho esto la película podría ser de sólo un cinco si no fuera por algunos zascas maravillosos que suelta el profesor Keith Michaels (Hugh Grant). No son muchos pero ahí nos queda su: "Lo más estúpido que ha dicho nadie jamás es que si te esfuerzas y crees en ti mismo no hay nada que no puedas conseguir", defender "Fuera de Onda" (1995) de Alicia Silverstone como la mejor versión cinematográfica de las novelas de Jane Austen o plantarle a la feminista de turno: "Disculpe, pero estoy un poco harto de la emancipación femenina", vapuleando de paso el estereotipo de mujer "de armas tomar", yo lo llamo "tía machote", obligatorio en Hollywood.
Reaccionario
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