Carretera al infierno 2

Secuela por nadie demandada de esa joya del género llamada “The Hitcher” y que como muchas sufrió su respectivo y muy fallido remake. Tanto ésta secuela como la nueva versión del 2007 son de visionado absolutamente prescindible por que no contribuyen en nada a la historia original ni tienen la mitad del suspenso que ésta generaba.

A ésta segunda parte no le veo más utilidad que la de llenar las estanterías de los videoclubes para que alguien que recuerde la primera la alquile y la olvide instantáneamente al terminar de verla.

Infame continuación de la magnífica Carretera al infierno, cuanto más condenable por profanar tan poderosa y valorada película para el que disfruto en su día con las andanzas del inquietante y sádico autoestopista, que por lo miserable de su producción, puesta en escena y trabajo actoral, con el agravante de ver al desnortado C. Thomas Howell prestándose a tamaña soplapollez
Como no tiene sentido comentar nada mas de este bodrio, aprovecho para recomendarte (si no la conoces) una desconocida joyita dirigida por la magnífica actriz y no menos buena directora Ida Lupino (atención a la poderosa filmografía de esta mujer como directora) llamada El Autoestopista 1953, que es, a mi juicio, en la que está inspirada la Carretera al infierno de Robert Harmon y su prescindible remake.

Innecesaria y predecible secuela del filme de culto de 1.986, sustituye lo que en aquella era suspense e inquietud por hastío y monotonía, y el desasosiego que producía la mera visión de Rutger Hauer por una sucesión de muecas de Jake Busey. Lo único destacable es una leve sorpresa a mitad del metraje, que hace que levantes una ceja. Después podemos volver a dormirnos sin problemas, pues todo sucede tal y como habíamos previsto desde el principio.

La primera vez que la ví tenía unos 13 o 14 años y la saqué del videoclub, pasado el tiempo sólo me acordaba del tio aquel que se cortaba un dedo y lo echaba a la freidora.
Y hace poco vi Carretera del Infierno 3 y tuve una sensación de deja vú, así que busqué films parecidos y me encontré con The Hitccher (aún no la he visto, pero la veré) y también con esta y volví a verla casi como si fuese la primera ver porque me acordaba de mas bien poco.
El caso es que al principio la película consigue tenerte con algo de intriga pero con la rapidez con la que viene se va. Es previsible totalmente, tiene algún susto pero nada que no pudiese haber sido mejorable.
Para quiénes hayan visto la primera esta será una total decepción. Por suerte yo voy viéndolas en retroceso así que por muy mala que sea la primera mejor que las otras será seguro.

Raro era que de una película de la talla de 'Carretera al infierno' no hubiese ninguna secuela durante años. En 2003 vino al final, pero, ciertamente, ya había poco de rascar de la cinta de 1986.

Louis Morneau, director de cintas más bien irrelevantes, dirige la secuela con la única presencia del elenco original de C. Thomas Howell como el ahora traumado Jim. A pesar de la presencia de Howell, no significa que esta segunda parte vaya a ser como lo fue la película de Robert Harmon, pues:

- Kari Wuhrer no es ni la mitad de actriz que Jennifer Jason Leigh, por mucho que entre por los ojos. Mientras que Leigh tenía más registros, Wuhrer va entre gritos, lloros y rabia, nada más.

- Jake Busey era una mala elección de casting, pues contra el legado de Rutger Hauer no tiene nada que contrarrestar. Si hubiesen elegido a su padre como el nuevo autoestopista psicópata podríamos tener otra cosa, pero a quien terminaron eligiendo ni llega a ser tan intimidante en sus expresiones como Hauer.

Y lo de C. Thomas Howell en esta película es una tomadura de pelo.

No es un completo despropósito debido a que consiguen sacar un guion con cierto ingenio, pero con unos cuantos arreglos aquí y allá, la brecha entre ambos filmes no habría sido tanto como es en realidad.