Haz click aquí para copiar la URL

Si muero antes de despertar

Thriller. Cine negro Encarnación del “cuco” en su versión más siniestra, el lunático que interpreta aquí Homero Cárpena no sólo tiene un aspecto aterrador sino que además niega a Dios y carece de los rasgos humanos que poseían otros colegas suyos, como Peter Lorre en M, de Fritz Lang, o Nathán Pinzón en El vampiro negro. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
26 de abril de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la primera crítica que escribo aquí, y no es porque haya visto pocas películas, sino porque de la mayoría ya se ha dicho todo lo que se puede decir, y creo que no aportaría mucho.

pasando a si muero antes de despertar, a decir verdad recién ahora estoy explorando el cine clásico argentino, y una de las pelis que me recomnendaron fue esta.
para mi fue grata sorpresa, me encontré con un thriller mezclado con elementos de fantasía, que goza de un espléndido montaje (a penas 67 minutos) y que en ningún momento de cae.
Es más que interesante el juego que se hace en la historia, mostrando por un lado la imagen y la visión del inocente, en la piel del infante, mientras que la mirada de los padres es mucho más madura y podríamos decir realista.
la ambientación es impecable, enseñando a todos los maestros de la escuela como personas inquebrantables, así como a los padres del protagonista, esto termina mostrando como siempre pasa la soberbia de que pecan los adultos nunca dando crédito a los más pequeños, por más insistencia que estos pongan.
a medida que avanza el metraje la intriga se va apoderando más del ambiente, y esto hace que estemos siempre enganchados viendo que pasará, y tratando de ponernos en la piel del protagonista, preguntándonos si podrá hacer algo.
el guión creo que es correcto, y la única pega que le pondría es el final, que parece algo apresurado y abructo, al menos a mi me dejó una sensación agridulce.
También es verdad que el misterio con el que se aborda al villano (si bien de esta forma logra toda la tensión de la película) no quita que su participación en la cinta es bastante ínfima, y al menos a mi me dejó con ganas de verlo más minutos en acción.
en conclusión creo que esta es una joyita que todo amante del cine latinoamericano o de un thriller con elementos de fantasía no debe perderse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
FabiG94
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de abril de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la mejor película de Christensen a mi gusto (un pelo por encima de "safo" y de "la muerte camina en la lluvia") con una actuación magistral a su corta edad de "Néstor Zavarce" natural y bien realizada, el resto del elenco también destacan por sus buenas interpretaciones. La historia mas que interesante aborda el mundo infantil y el adulto de manera inteligente ambas con un trasfondo espeluznante del cual serán victimas todos los personajes involucrados, la escenografía y la música están a la altura de este buen film de 1952. Recomendable.
Bruno Lopez Jurado
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de diciembre de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intrigante película que te mantiene expectante y ansioso en todo su transcurso. Excelente la escena onírica. La figura del secuestrador es enteramente aterradora. Su única flaqueza quizá sea el final, un tanto predecible y demasiado venturoso.
Lucas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de julio de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es probablemente la mejor película de terror argentino.
Qué genio era Christensen, el tipo hace magia, como retratar un tema tan morboso sin mencionar palabras como: abuso infantil, pedofilia, etc, usando los mismos elementos que en los cuentos infantiles, esa sutileza y simbilisdmo de modernizar cada uno pero haciéndolos reconocibles, ahí están: Blanca Nieves, Hansel y Gretel, Los tres chanchitos, y esos de los que me acuerdo ahora, seguro hay muchas más referencias.
Es muy entretenida, muy oscura, pero haciendo que casi todo se de desde la mirada de un pre-adolescente que tiene que madurar de golpe.
Lo mejor: lo cuidado que está todo, la secuencia del sueño es fascinante. Esa combinación de cuentos de hadas en una historia de terror moderno están muy lograda.
El estilo expresionismo va perfecto, el uso de luces y sombras.
Es una lástima que el cine nacional perdiera por completo esa capacidad que tenia para hacer películas de género, sobre todo del terror, cuando uno ve las actuales la mayoría dan vergüenza, casi ninguna le llega ni a los talones a esta, no saben moverse, ni crear climas. Si no lo es bebería ser obligatorio en todas las escuelas de cine ver esta obra maestra.
Lo peor: la voz en off, aunque es coherente con toda la premisa de ser un neo cuento infantil de terror. Los diálogos son un poco acartonados.
Manuel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de junio de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
213/31(23/06/22) Uno de los motivos por los que me gusta el cine es porque nunca deja de poder sorprenderme para bien, y este film argentino es buena prueba de ello, visto con motivo del 70 aniversario de su estreno (11/03/1952), me encuentro un notable film de terror gótico, un incisivo cuento infantil de miedo, con efluvios claros a los ‘Hansel & Gretel’ (aquí las migas de pan tornan en marcas de tiza), ‘Caperucita Roja’ o ‘El Hombre del Saco’, y que no me extrañaría influenciara a cineastas como Charles Laughton para su obra maestra “La Noche del Cazador” (1955) o Ladislao Vajda con su “Cebo” (1958). Dirigida por el por mi desconocido (a partir ahora me pongo a rebuscar en su filmografía) dirigida por Carlos Hugo Christensen que adapta el guión del asturiano Alejandro Casona basado en un cuento del neoyorkino Cornell Woolrich (William Irish), para un mágico relato que se enfoca desde la perspectiva núbil infantil, todo lo que vemos nos es filtrado por la inocencia del niño protagonista, epítome de todos los que son y lo hemos sido (inquieto, juguetón, travieso, soñador, imaginativo, que observa a los mayores con resquemor en su autoritarismo rígido). Thriller epidérmico que engancha desde el primer minuto en sus redes de candidez donde se mezcla el mundo de los niños con la trastienda de la maldad adulta más sangrante como es la pederastia (que no se nombra en la película, pero es notoria) y los infanticidios, ello con un halo de fantasía, con mucha sutilidad en el simbolismo (perturbadoramente diáfano la aparición en el rush final de una navaja que se despliega cual erección de pene), adornado por una banda sonora maravillosa de Julián Bautista con temas infantiles como nanas y cantos de coros que adornan de modo malsano los fotogramas

Lucio Santana (Néstor Zavarce en una sentida actuación), un travieso niño con padre policía, el Inspector Santana (buen Floren Delbene), y madre ama de casa (correcta Blanca del Prado) que asiste a una escuela pública, donde el director (Enrique de Pedro) y hasta las distintas maestras (Virginia Romay y Marisa Núñez) se muestran inflexibles, soberbias o directamente autoritarias en el sentido de las sociedades tradicionales y su apego para con la rigidez moral y doctrinaria. El muchacho se hace amigo de una compañera estudiosa, Alicia Miranda (buena Marta Quintela), para que le convide unas golosinas que la chica recibe de un extraño sin nombre (Homero Cárpena), que la niña le hace prometer no dirá nada al respecto. También tendrá importancia en el relato otra niñita, Julia Losada (‘Screamqueen’ María A. Troncoso).

Todo esto atomizado por una fenomenal realización con fascinante sentido expresionista alemán, influenciado seguro por el Fritz Lang de “M, el Vampiro de Dusseldorf” (1931), gracias a la lóbrega fotografía en glorioso b/n de Pablo Tabernero, juagando de forma dramática con las luces y las sombras, con la semioscuridad, con los planos torcidos, con la cámara a baja altura para ser los ojos de los niños, creando un halo siniestro y amenaza constante por los fotogramas. Donde hay villano que se mueve entre lo velado y lo críptico, cual si surgiera de las entrañas del averno este Hombre del Saco (encarnado por Homero Cárpena) , que en realidad no es más que el reflejo deformado del mundo de los adultos, seres para los niños intransigentes y violentos en sus modos, epítome el adusto padre. Con el que el hijo tiene una relación cruda.

Tiene un comienzo turbador con una voz en off que marca el espíritu de cuento de hadas de terror de la historia ello en medio de imágenes festivas de niños, con un tiovivo en el centro cual símbolo de la puerilidad. Tras esta hábil presentación pasamos a un colegio donde un alumno travieso juega con las trenzas de la niña de adelante como pincel, tras esto hay un roce entre ambos que termina con una amistad, algo esto muy de los niños que comiencen su compañerismo tras una riña. La niña tiene chuches como piruletas y caramelos, que le cuenta al niño se los da un hombre. Y entonces ya sospechamos que es un depredador.

En la primera parte del film asistimos al mundo del niño, como lo pasa en la escuela (sin mucho interés por los estudios), con los guardapolvos típicos, con peleas con otros colegiales (donde surgen palabras hoy políticamente incorrectas como ‘mariquita’), los estrictos profesores (reflejo del despotismo del poder, desde la visión infantil), donde hay un claro simbolismo de ver a los infantes a través de rejas y barrotes, cual si esta fuera su cárcel o la protección del exterior donde aguardan entre las sombras los ‘Ogros’. Asistimos a la religiosidad imperante cuando los niños recitan oraciones católicas, tenemos los juramentos infantiles (esos que comprometen más allá de la razón). En el hogar convive con un inflexible padre, y una dulce madre. Este contraste del mundo adulto con el de los niños, refleja la incomprensión y la barrera de incomunicación que hay entre las generaciones, como a los mayores cuesta de hacer caso de los menores. Exhibiendo también valores reaccionarios que los adultos intentan inculcar a los menores para que continúe, desde cómo se habla del honor (lo de guardar el secreto), la religiosidad como refugio (místico) de los desesperados, se nos muestra una educación paterno-filial basada en imponer la disciplina mediante la violencia física, se habla del infanticida como alguien al que echar encima a una turba linchadora vengativa. Vemos el mundo de los mayores como algo en que no alcanzas la satisfacción personal, no encuentras recompensa a tus esfuerzos (‘Sacrificarse toda la vida por los demás y cuando ya no puedes tenerte de pie, a morirte sin pena ni gloria en un rincón’, dice la madre del marido).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    ¡Una carrerita, Doctor! (C)
    2011
    Julio Ramos
    6,3
    (49)
    The Yesterday Machine
    1963
    Russ Marker
    arrow