The Firm (TV)

Muy buena película (o telefilm), rodado para la BBC británica y que es, en mi opinión, la que mejor a reflejado el fenómeno hooligan. Un genial Gary Oldman lleva una doble vida, tiene un trabajo respetable, pero se transforma cuando lidera a Los Firms un grupo hooligan que andan dispersos pero que el pretende unirlos nuevamente.

Es curioso ver como los hooligan son una autentica tribu urbana, como pueden ser los punkis o los skin head. Deberían poner esta película en todos los bares del mundo para hacer pensar a esos tarados que utilizan la violencia para animar a unos jugadores que ganan millones. Para animar a los futbolistas, solo hay que recordarles lo que cobran amigos míos.

Esta película es brutal, feroz e impactante. Pese a ser un tele-movie, y a su corta duración (una hora y poco más...), es una enorme película, super entretenida, que te engancha desde el primer segundo hasta el final.

Resulta increíble, al menos desde el punto de vista de la película respecto al tema de los hooligans, que sea como una droga, no teniendo nada que ver con el fútbol, sino algo completamente distinto, beber, coger y dar brutales palizas, a veces incluso a matar. Todo por diversión, porque se necesita un zumbido, un alirón, vamos, adrenalina. Eso es lo que necesita Bex, el personaje que interpreta con total magistralidad el gran Gary Oldman, algo de diversión, quizás, y a pesar de ser padre de familia y tener un hijo, necesita otro tipo de placer, de entretenimiento.

Gary Oldman ya daba guerra desde los años 80', en concreto desde "Sid & Nancy", y desde entonces, ha sabido concentrar todo su prodigioso potencial dramático para regalarnos interpretaciones de lujo como en este film.

Podría poner como título en la mayoria de las películas de Gary Oldman: "Por qué Gary Oldman nunca ha ganado un Oscar? Parte I".

En fín, muy buena película, sí.

Desde el travelling lateral inicial, dónde ya te presenta el modo de vida de " Bexy ". Hasta digamos el epílogo: Dónde los hooligans, en el bar, en su salsa, vaya. Muestran la opulenta riqueza de ideas e ideología de unos engendros, que cualquier padre, se abochornaría de haber traído al mundo.
Instintos y bajezas llevadas a un sentido de tan fracasadas, nulas y estúpidas vidas.
En varias ocasiones cuando, la que hace de mujer. Por cierto, espléndida en su papel. "Lesley Manville". Le pide, exige, a su marido que deje de portarse como un niñato descerebrado de 30 años. La respuesta de él siempre es la misma. 'necesito emociones'. Más clara declaración de intenciones. Imposible.
La escena más impactante para mí: Lo que sucede a su bebé. Por tener un padre tan despojo humano.
El desenlace brillante, a lo que nos está contando.
En escasos 70' minutos. (Otro hallazgo más) . En éste caso que sea en formato tele filme, es acertado. Por la habilidad narrativa de su director y capacidad de síntesis.
La escena de cuando revientan el coche. Qué bien montada. Cada plano refleja un estropicio. Gran economía de medios.
En la casa del padre, cuando se sacan la foto. El cuadro del torero, que sale enfocado desde diversos ángulos. No es casual. Diría, simbólico y premonitorio.
Ya para acabar, no puedo dejar de mencionar la interpretación de Gary Oldman. Hay momentos que traspasa la pantalla. Exuberante, tan 'in crescendo' en su papel. Se lo cree y lo transmite al espectador y a sus compinches.
De una fuerza arrolladora, tal como una catástrofe natural. Ese magnetismo lo hace sublime.

Interpretaciones como estas seguro han sido las que dieron tan alto vuelo a un actor como Gary Oldman. A veces familiar y tierno, y la mayoría de las veces atrapado en sus pasiones y sus rabias, Oldman nos conduce aquí al laberinto en el que la personalidad de un hooligan se pierde. Sin ser una gran película, ver al joven Oldman en facha de iracundo fanático nos hace creer que incluso así debe ser Gary en casa. Es un nivel que logra echarse la película al hombro.
Tal vez lo más interesante de este filme es que invoca una fuerza que en otros países apenas descubrimos recientemente: la de las barras bravas y sus violencias. De hecho, he visto The Firm gracias a un joven amigo que indagaba acerca del cine y el barrismo y que me habló de Oldman en uno de sus hallazgos. Creo que ahí está el fragmento de una historia que nos ayuda a esclarecer lo que ocurría y persiste tras los estadios de fútbol.

Inmensidad actoral en la pequeñez de un telefilm. No la recordaré en cuanto a trama, guión o diálogos ni creo ofrezca mucho más de lo que es de esperar (alcoholismo, truculencia, violencia gratuita e ida de olla con el tedioso fútbol como excusa). Pero ha sido una gozada y eso sí que me quedará en el recuerdo ver/oir en VOSE a un fabuloso y muy joven Gary Oldman.