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Born to Kill (Nacido para matar)

Cine negro En Reno (Nevada), Helen Brent (Claire Trevor), una mujer fría y calculadora, acaba de divorciarse. Esa misma noche, en la casa donde se aloja, descubre un doble asesinato. Como iba a regresar a San Francisco, prefiere irse sin avisar a la policía para no involucrarse. En el tren se encuentra con Sam Wild (Lawrence Tierney), un atractivo psicópata. Él es el asesino que ha matado a la pareja por celos, y también va para San Francisco ... [+]
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
15 de abril de 2007
33 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sexto largometraje del realizador Robert Wise y primero de sus "films noirs". Se basa en la novela negra "Deadlier Than The Male" (1942), de James Gunn. Se rueda, en B/N, en los RKO Studios, con algunas tomas exteriores, tras la finalización de la IIGM. Producida por Herman Schlom, colaborador de R. Fleisher, se estrena el 30-IV-1947 (NYC).

La acción tiene lugar en Reno (Nevada) y en San Francisco (CA), en 1945/46. La obra es un film típico de cine negro al que se añaden elementos de melodrama, con un resultado relativamente satisfactorio. Desarrolla una espiral de maldad que se basa en la interacción de dos personajes perversos y crueles, dominados por la codicia, los celos, la envidia, la deslealtad y la egolatría. Les une una atracción física que se apoya en apetitos y deseos instintivos que se ven estimulados y potenciados por la fascinación que produce en ellos la violencia y la brutalidad. Acertadamente, la fascinación del mal incluye componentes contradictorios: genera atracción física y, también, sentimientos de miedo y ansiedad. La violencia se expresa de diversas maneras: la brutalidad fría y desmesurada (Sam) y la disimulada sutileza de las buenas formas (Helen). A ellas de añade la cínica venalidad de un profesional (Albert). La acción se mueve en una atmósfera enrarecida e inquietante, que muestra con reiteración el juego contradictorio de atracciones y rechazos, ingenuidad y perversidad, buenos modales y crueldad.

La interpretación de Claire Trevor ("La diligencia", 1939) desarrolla el papel de Helen con adecuada corrección. Son meritorias las intervenciones de Elisha Cook Jr., Walter Slezak y Audrey Long. Es poco afortunada la interpretación de Lawrence Tierney como Sam Wild, hasta el punto que perjudica el interés y el adecuado desarrollo del film. El debú de Robert Wise en el género negro, en el que realizaría obras tan atractivas como "Apuestas contra el mañana"/"Odds Against Tomorrow" (1959), se salda con aciertos notables (economía narrativa, tono general de tensión, aspereza moral, acertado manejo de los contrastes) y con algunas deficiencias (insuficiente desarrollo de algunas escenas de fuerza potencial desaprovechada). Desde el punto de vista del conjunto, construye un film digno y sugestivo.

La música, de Paul Sawtell ("Bodyguard", 1948, R. Fleisher), aporta una composición inquietante, de gran fuerza emotiva, que se resume en el "Main Tittle/End Tittle". Añade una melodía de "swing" como acompañamiento del doble asesinato, un vals en la escena de Helen deambulando por la casa tras la boda de la hermana y otros insertos de contraste. La fotografía, de Robert de Grasse ("Bodyguard"), crea negros intensos que combina con blancos o grises muy claros, sombras expresionistas, reflejos en espejos y planos secuencia bien construidos, que realzan el sentido perturbador de la acción.
Miquel
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2 de abril de 2009
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por partes. Despacito y buena letra, que se dice.

De Lawrence Tierney se destaca su parecido con George W. Bust y sin embargo a mí me recuerda también a Ben Affleck cuyas cualidades expresivas son las de una estatua de la isla de Pascua. Por ello está " perfecto" en su papel de psicópata asesino al que le da lo mismo ocho que ochenta. Seguramente no debió esforzarse mucho. Su rostro tenía la hierática suficiente para el papel.

Punto y aparte para el resto:

Excelente Claire Trevor de quien aún conservo el impacto que me produjo su actuación en Cayo Largo de Houston, en su papel de esposa de mafioso, alcohólica hasta las cejas, vendiendo la vergüenza por un trago. Merecidísimo Oscar. Aquí lo hace bien, muy bien, en un papel difícil, de los del "oremus" perdido entre el dinero, la maldad, las conveniencias sociales y los deseos inconfesables. Buena nota también para Elisha Cook Jr. ese secundario imprescindible en todo film noir que se precie y cuyo aspecto débil y aniñado esconde más retorcimientos que un sacacorchos. Y, superando la prueba, Walter Slezak como detective cuyo despacho son los bancos del parque y cuyas probabilidades de mejora profesional pasan por afianzarse alguna "bufanda" que abrigue lo suficiente.

Todo ello se quedaría simplemente en buenas intenciones sin un argumento consistente. Llegados a este punto hay que decir que la historia puede resultar creíble en la medida que seamos capaces de liberarnos de nuestra visión oxidada de una realidad donde las cosas suceden por motivos, confesables o no. Aquí la maldad es "per se". Visceral. Ya me entienden. Ajustadísimo el título: Born to kill. Algo así como incorporar al lobo en una sociedad de suculentos corderos dispuestos al degüello. Una propuesta cinematográfica dura, no tanto en las formas como en los fondos para la sociedad de su tiempo, y que se disfraza de dramático cine negro con los roles cambiados. La mujer fatal deviene hombre. La pulsera tobillera de la Stanwyck se hace apostura masculina.

Trabajo y más trabajo para Robert Wise, quien saca al tema un excelente partido. No lo hace creíble. Los milagros solo lo son en la medida de su escasez. Pero lo hace interesante y absorbente, ayudado por un magistral B/W y una banda sonora que acompaña a la perfección. Nosotros, los espectadores, seguimos siendo incrédulos pero absortos.
FATHER CAPRIO
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26 de abril de 2008
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film que se encuadra claramente dentro del género negro, tanto por temática como por estética, el argumento sigue los pasos de dos personas diferentes que tienen en común la maldad: Sam Wild (Lawrence Tierney), un tipo sin escrúpulos ni moral, y Helen Trent (Claire Trevor), una mujer que bajo un estudiado barniz de buenos modales esconde a una persona con un corazón totalmente negro.

Dirigido por Robert Wise, el film mantiene claramente puntos en común con la estética típica del cine negro: al margen de la temática, hay que tener en cuenta el juego de luces con claroscuros bien definidos y contrastados, la atmósfera densa y asfixiante, sobretodo en los planos que comparten la pareja protagonista, reflejo externo de sus intenciones.

Ajustándose bien al guión, y planificando a la perfección la puesta en escena, Wise además nos añade ciertos apuntes psicológicos con los que retrata a los dos protagonistas, y termina de darles formas, sin dejar de perder de vista la estética típica del género negro, rodando la trama con buen ritmo (en ocasiones de jazz), y con unas interpretaciones más que convincentes, lo que hará las delicias de los admiradores del género negro.
manulynk
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22 de septiembre de 2008
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lawrence Tierny (quien, dicho de paso, no logra disimular su sorprendente parecido con George W. Bush...) es el violento y semimarginal sicópata Sam Wild, aparentemente irresistible para las mujeres. Después de cometer, así porque sí, un doble asesinato, conoce a la gélida y ambiciosa Helen Trent (Claire Trevor) y hay atracción fatal inmediata. En un santiamén logra casarse con la riquísima media hermana de Helen y siguen las improbabilidades dentro de una trama por otra parte bien construída en la que las respectivas maldades y faltas de escrúpulos de la femme fatale y su partenaire más fatal aún se potencian y conducen a un desenlace... fatal pues.

A pesar del guión más bien flojo y actuaciones no demasiado convincentes por parte de los protagonistas (los segundarios en cambio están geniales, especialmente Elisha Cook Jr., amigo de Sam, y el grasiento detective de Walter Slezak ), la película tiene un atractivo que hace olvidar sus deficiencias y la coloca por encima de productos mucho más correctos. Si no entiendo mal, esta gracia innegable nace de la audaz y original combinación de elementos del film noir y melodrama del más desembozado.
qarikani
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8 de abril de 2018
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento decir que encontré este film noir de R. Wise decepcionante, en contra de las opiniones favorables que ha suscitado. Y ¿por qué?

- En pocas palabras, porque el guión no fluye y resulta bastante torpe: se nota que ha sido manipulado para lograr los fines deseados, debido a la introducción de elementos absurdos como la voluble actuación de Helen hacia Sam.

- Toda la historia se basa en un montaje poco creíble, por no decir prácticamente increíble (por ejemplo, el comportamiento pendular y nada convincente de Helen, interpretada por Claire Trevor, o la exagerada credulidad de su pudiente e inocente hermana).

- Los personajes son retratados a brocha gorda (¡pobres contra ricos!) y carecen de la sutileza que cabría esperar en un thriller psicológico (sobre todo, el malvado, arrogante y unidimensional Sam, interpretado por L. Tierney).

- En breve, un film un tanto chapucero que podía haber dado mucho más de si, ya que su desarrollo carece de suspense y, más que nada, de veracidad.
remay
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