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Shin Chan en Australia. Tras las esmeraldas verdes

Animación. Infantil. Comedia Misae propone que toda la familia viaje a Australia aprovechando una oferta de luna de miel. Así, los Nohara llegan a una isla prácticamente inexplorada donde una leyenda habla de un novio que será entregado a una princesa a cambio de un tesoro. Una noche, una misteriosa tribu de enmascarados rapta a Hiroshi, a quien han identificado como el «novio». Misae sale con Shin chan y Himawari en busca de Hiroshi, pero se tropieza con Indiana ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
17 de octubre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La lista no es corta: Son Goku. Doraemon. Pikachu. Lupin III. Detective Conan o Los caballeros del zodiaco... Si a fecha de hoy existe otro icono oriental que aspire a prolongar indefinidamente la longevidad de su vida cinematográfica -tras la muerte de su creador original, el mangaka Yoshihito Husui-, ése es el hiperactivo (y perpetuo criajo de 5 años) Shinnosuke Nohara. O Shin Chan, para entendernos mejor.
La fórmula no se sujeta a sorpresas ni a revolucionarios cambios: los bailecitos del helicóptero y el 'culito, culito', la latente impertinencia y los ramalazos de moderada perversión sexual, la surrealista galería de personajes ridículos y el obvio aditivo hipervitaminado al argumento (ejem) de las incursiones en la pantalla grande -y con ésta ya van 27- de la Familia Nohara con su acostumbrada trama de acción, aventura y mitología fantástica (¿??), en un lisérgico batiburrillo entre las persecuciones postapocalípticas de Mad Max, el espíritu indómito de Indiana Jones -perdón, de la arqueóloga Indiana Gafe- y los sacrificios humanos a un koala gigante que remite directamente a ya sabes quién.
100 minutos de pura tontería en 2D y sano mamarrachismo.
antonio lopez herraiz
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29 de julio de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva aventura de los Nohara nos transporta a los confines de Australia, una tierra plagada de misterios y tesoros, para celebrar la luna de miel que Hiroshi y Misae nunca pudieron tener. Pero, como es habitual, la isla tiene otros planes para la familia, viéndose involucrados en los arcaicos ritos de una civilización enmascarada, una carrera por conseguir una ansiada esmeralda entre cazadores de tesoros y un rapto que pondrá a prueba el amor conyugal de los padres de Himawari y Shinnosuke. Una trepidante empresa dirigida por Masakazu Hashimoto que supone la película número veintisiete del popular anime japonés.

Con una dirección que sigue las pautas oficiales de la franquicia, pero con una animación más refinada, Hashimoto nos sumerge en la búsqueda del tesoro, el cual no es ni el dinero, ni las piedras preciosas, sino la perduración del amor como elemento más valioso sobre el que da vueltas como un gallo cortejando a una gallina olvidada y vieja que es el matrimonio. El guion de Munenori Mizuno y Kimiko Ueno pone en práctica desde el minuto uno la necesidad de reavivar la llama del amor en una pareja duradera para que no se apague, creando un preludio donde Hashimoto hace la puesta en escena de la aventura y los personajes antes de que suceda el legendario opening en slow motion de las películas. El director encuentra influencias en populares sagas de aventuras, a las que les hace su respectivo cameo, como Indiana Jones.

La en ocasiones absurda y en ocasiones ingeniosa y picante comedia emblema del universo de Shin-chan sigue funcionando y provocándome alguna carcajada, adaptando el tiempo a una contemporaneidad real incluyendo elementos como smartphones que, a pesar de no tener demasiado peso en el argumento, refresca, junto con el estilo de animación, una saga asociada temporalmente al pasado. La concepción caricaturesca de sus personajes, tanto los antiguos como los nuevos, no tiene en esta ocasión tanto esmero, especialmente la de unos antagonistas y personajes secundarios como Junko que rara vez resultan interesantes al contrario que en películas pasadas, hándicap que estanca algunos puntos clave de la historia. El gag cómico que se repite una y otra vez sobre Junko y la poca dicha que tiene, es insípido y demuestra esa nula construcción de un personaje que, como digo, no tiene la suficiente carisma ni fuerza para guiar a los personajes principales hacia la aventura, terminando aburriendo en ocasiones. Por otra parte, los antagonistas, la tribu enmascarada, tampoco supone una amenaza real como villanos anteriores del tipo de Karakaka en Shin chan y la ambición de Karakaka (Mitsuru Hongo, 1995) o El Maligno de Shin chan en busca de las bolas perdidas (Keiichi Hara, 1997), por poner dos ejemplos.

Las escenas de acción, pocas y nada vistosas respecto a lo que estas películas acostumbran, no crean un incipiente o grado de tensión adecuado por la problemática de los antagonistas, así como la ambientación australiana que únicamente se puede corroborar por diálogos y por los koalas que tanta importancia adquieren en la aventura. Desde el planteamiento se expone cómo se va a desarrollar la historia gracias a un diálogo de Nené, a raíz del cuál Hashimoto comienza a enfangar la relación de Hiroshi y Misae en una muy divertida puesta en escena del escenario que nuestros personajes recorren, cómo no, liándola parda, poniendo sobre la mesa el motor de la película (la leyenda de la extraña esmeralda), la causalidad (la aparición de Junko, cazadora de tesoros) y el detonante (el conflicto interpersonal en torno a la relación conyugal). Es muy bonito cómo los diálogos fluyen naturalmente, pasando del amor al odio a raíz de malentendidos, con escenas humorísticas infalibles como el sensual baile de Hiroshi.

Los colores vivaces y la dirección dinámica acompañan un ritmo rápido y adecuado que, junto al humor, que te puede gustar o no, hace una película muy agradable de ver para pasar el rato. No estando acostumbrado a los actores de doblaje japoneses, he de decir que me han sorprendido gratamente, aunque el doblaje castellano suma muchos puntos a los chistes y gags cómicos (que en muchas ocasiones adaptan) respecto al original.

No es de las mejores películas de Shin-chan por el incremento tan sustancial de personajes carismáticos con su humor característico, pero funciona como ameno recreo con un bonito mensaje sobre la restauración del amor. Como anécdota, me ha matado que Shinnosuke bautice a un emú como ‘Kazama’ y diga que es ‘fácil de montar’. (6.5).
Tiggy
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14 de octubre de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Family-friendly

Shin Chan en Australia tras las esmeraldas verdes es una de las películas de animación japonesas más esperadas de este año y que ha tenido la suerte de no retrasarse demasiado en su estreno. Esta película está muy cuidada en muchos aspectos que señalaré posteriormente pero un elemento que me ha llamado la atención es el guion de la película,el cual, comparado con el resto de la saga, es extremadamente Family-friendly.

Sí es cierto que esto no entorpece la trama ni lo más mínimo pues los guionistas Munenori Mizuno y Kimiko Ueno adaptan la historia y los chistes al público más joven. Sin embargo, los fans más veteranos de la serie pueden sentirse defraudados ante la inexistencia de chistes picantes como en las anteriores entregas, aunque de cierta manera estos chascarrillos se ven compensados por otros que funcionan igual. De todas formas, advierto a cualquier fan de Shin Chan que esta trama va a ser más light que las anteriores, que no por ello menos bizarra.

*El cariño de los creadores

Shin Chan en Australia tras las esmeraldas verdes es una creación cinematográfica en la que se puede palpar el cariño que pone todo el equipo técnico para que funcione. Los paisajes y la animación en general están elaborados a la perfección de manera que engatusa al espectador y le introduce de lleno en el universo. Se sabe que la animación nipona destaca por estar extremadamente cuidada pero me alegra que a pesar de tener al público ganado, se esfuercen más que en la anterior para que quede todo hermoso.

*Cumple lo que promete

Shin Chan en Australia tras las esmeraldas verdes cumple su función desde el minuto uno. No es una trama profunda ni compleja, es algo liviano que puedes ver con tus amigos, familia o solo. Tampoco es una pérdida de tiempo, ya que cuando vas a verla, sabes perfectamente lo que te vas a encontrar, y te satisface como espectador. Consigue trasladarte a otro continente y universo durante una hora y media, que probablemente se te pase en un abrir y cerrar de ojos.

He de añadir que me ha llamado mucho la atención la capacidad de meterte dentro de la trama y que en varias partes de la película se me han saltado las lágrimas, ya que, a pesar de tener un contenido family-friendly, es un guion que se basa en altibajos emocionales que como espectador, pueden afectarte. Así que han hecho un trabajo excelente.

*Importancia de los personajes

Un elemento que me encanta de las películas de Shin Chan es que podemos ver a los personajes cumplir una función determinada que suele salirse de la que cumplen en la serie. En Shin Chan en Australia tras las esmeraldas verdes, le toca el turno a Misae e Hiroshi donde vemos que se desarrolla una faceta que no habíamos conocido del todo hasta ahora. También Misae toma un rol más importante que el de Shin Chan y abandona el estereotipo de personaje gruñón. Esta película desarrolla aún más la personalidad de los personajes mientras se desarrolla una trama que les pone a prueba.

*Conclusión

Shin Chan en Australia tras las esmeraldas verdes es una película un poco diferente a las demás por ser menos “atrevida” que las anteriores de la saga. Sin embargo, los creadores confeccionan con mucho mimo tanto en guion como en animación una trama que funciona, te hace reír y evade al espectador para sumergirlo en una bizarra historia. Es una película perfecta para atraer a nuevos fans (y jóvenes) a este universo tan atípico.

Escrito por Ana Ordoñez Suarez
Cinemagavia
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23 de octubre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siete meses después de lo previsto y pasando bastante desapercibida ha llegado a los cines la vigésimo séptima aventura animada de larga duración del niño más famoso y maleducado del Japón.

Bajo el título de "Shin Chan en Australia: tras las esmeraldas verdes", la nueva aventura de la familia Nohara transcurre en esta ocasión en las antípodas australianas, destino que Hiroshi y Misae escogen parar celebrar la luna de miel que no pudieron tener cuando se casaron. Una vez en la isla, los problemas comenzarán a sucederse cuando Hiroshi es elegido como el novio que deberá casarse con la princesa de la que habla una famosa leyenda..

En general la película sigue la tónica de sus antecesoras y se mantiene fiel a su estilo desenfadado y faltón que tanto caracterizan a Shinnosuke. No hay grandes sorpresas, aunque tampoco son necesarias. Como seguidores del anime sabemos perfectamente lo que nos vamos a encontrar y eso nos gusta. Decepciona, eso sí, que Fátima Casado (actriz de doblaje que da voz a Misae en España) haya dado también voz a Indiana Yunko, ya que tanto ella como Misae son las protagonistas de la película y muchas veces hablan entre ellas doblándolas la misma persona.

Aunque se mantienen muchos de los gags con los que todos identificamos a Shin Chan, como su el baile del "culito, culito" o sus expresiones mal dichas o con doble sentido, el tono es mucho más cuidado, más "family-friendly", en línea con los episodios más recientes, por lo que no veremos ni los chichones ni las reprimendas tan características de Misae. Esta modernización también se manifiesta a nivel argumental en el uso del teléfono móvil como herramienta para resolver los problemas, o a nivel visual con una factura gráfica mucho más refinada.

Por lo demás el humor absurdo y la diversión más mamarrachera son los ingredientes sobre los que se construye los noventa minutos de aventura australiana, una aventura que aunque pensada sobre todo para los más pequeños y los más nostálgicos de la serie, gustará a toda la familia. Porque detrás de la estética infantil se esconde una verdadera historia de lucha por mantener viva la llama del amor que solo los más mayores comprenderán.

En definitiva, aunque el argumento es simple y obviamente no es una película que vaya a estar nominada en los Óscar, es una gran oportunidad para revivir en la gran pantalla una serie con la que tantas generaciones hemos crecido y que tantas risas y buenos momentos nos ha dado. La disfrutarás como si fuera un niño.
Aitor Galisteo
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18 de octubre de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shin Chan en Australia (Masakazu Hashimoto, 2019)
Lo más fácil es ver solo lo superficial que tiene la franquicia. Pero por debajo del humor guarro hay un sentimiento familiar japonés costumbrista muy aferrado que permea en casi todos sus spin offs. Esto, a su vez, se subvierte con el clásico humor verde y absurdo. Esta mezcla perfecta es para mi lo que hace de Shin Chan más que la suma de sus partes. De ser una serie infantil, muy sencillita, a convertirse en algo tan universal, que se establece como algo ageneracional. Es de las pocas series que he seguido viendo y disfrutando desde que soy pequeño.

En distinto nivel, no está muy alejado de los los Simpsons hicieron en su momento. Supusieron una reforma en los que las sitcoms podían o no podían hablar y las formas de criticar el modelo de familia tradicional dentro de la sociedad americana. En Shin Chan a un nivel mucho más básico se mantiene esa filosofía de desmitificación del estamento familiar dentro de la sociedad japonesa, con sus propios códigos.

¡Pero, centrarse! La película es un disfrute sin complejos. La trama, es como siempre, una excusa para hacer locuras, pero logra funcionar en sus propios términos. Uno de los problemas con estas películas como subproductos de la serie original viene desde su concepción. Se originan como capítulos alargados con más producción y recursos. Narrativamente este modelo conlleva que las ideas empiezan a ganar en espectacularidad y locura, alcanzando el sinsentido. En esta, siendo muy loca, sabe ir por unos raíles narrativos mínimos.

Juega con los tropos intrínsecos de los personajes de la familia Nohara. Personalmente, que gire alrededor de la familia me gana por los motivos ya explicados. Se permite desarrollar los sentimientos y emociones dentro del matrimonio sin salirse de la comedia o sin tomarse en serio a si misma, lo que es un puntazo. La familia y los amigos son los pilares de la serie, y mientras que con los amigos la serie denota su parte más infantil, las tramas familiares suelen hablar de lo cotidiano con algo más de profundidad.

Por otra lado, las referencias o casi plagios cinematográficos son fantásticos, por lo estúpidos o surrealistas pero están bien integrados en el guión. Mad Max: furia en la carretera, king Kong o Indiana Jones no solo son influencias, si no tienen referencias visuales de planos o escenas.

Como nota aparte de lo que he explicado antes del modelo de producción en productos como está; es lo poco cuidado que está a veces la animación. En las secuencias de más acción si hay empeño porque todo este realizado bien, pero hay escenas, como la que abre la película, que son un poco vergonzosas. Entiendo que la sencillez y caricaturización de los personajes es otra característica de la franquicia pero queda algo cutre, además de un ahorro económico innecesario a una franquicia de tal nivel.
Paleocinéfago
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