Gaia

Lo primero me gustaría remarcar que en este 2021 esperaba ver muchas películas pandémicas, pero en lugar de esto me encuentro con un resurgimiento feroz del eco-terror, y sin duda alguna Gaia es uno de sus máximos exponentes para el presente año.

Para los más jugones del lugar hay que avisarles que este film cuenta con unas claras y descaradas referencias a la saga de videojuegos The Last of Us. Para los que no estén familiarizados con esta saga de PlayStation, narra la historia post apocalíptica de unos supervivientes en un mundo desolado y comido totalmente por la naturaleza donde la principal amenaza es un hongo que se apodera de las personas transformándolas en una suerte de zombies.

Durante una misión rutinaria de vigilancia en un remoto bosque, un par de agentes forestales se verán amenazados por dos supervivencialistas convencidos que el bosque se está preparando para acabar con la egoísta humanidad. Lo que los forestales no esperan es que el dúo de supervivientes está menos equivocado de lo que nos gustaría…

Estamos ante la primera película del sudafricano Jaco Bouwer, el cual ya cuenta con experiencia tanto en teatro como en televisión. La verdad que aunque es cierto que cuenta con cierta experiencia en el campo del audiovisual, sorprende con la destreza y pulso firme que firma su primer largometraje. Tanto la dirección de actores, la puesta en escena y el ritmo que imprime a la cinta están verdaderamente cuidados al milímetro.

Por otro lado tenemos el guion, escrito por Tertius Kapp, pese a ser bastante interesante a priori, sí que es verdad que las reminiscencias al antes mencionado The Last of Us están ahí y pesan demasiado a la hora de valorar la originalidad de este producto. Parece que la buena idea se queda finalmente en un mero homenaje al juego de marras.

Pese a tener un guion que ciertamente a más de una persona pueda llegar a molestar, creo que esto no empaña para nada que sea una película totalmente disfrutable. Y si además no sabes nada de videojuegos la disfrutarás aún más.

Vamos a pararnos un momento en las actuaciones. Tenemos un reducido elenco de actores, los cuales pese a tener unas interpretaciones dignas de alabar, me gustaría destacar un poco por encima de sus compañeros el tremendo trabajo de Carel Nel en el papel de Barend.

Pero si algo destaca en Gaia, esto es sin duda su fotografía, obra de Jorrie van der Walt, simplemente consigue que el bosque sea el personaje más importante y casi podemos escuchar lo que piensa y cómo respira.

En un año donde tenemos grandes títulos de eco-terror como In The Earth o The Feast, sin duda Gaia entra en esta tríada de grandes películas donde la madre tierra toma venganza. Queda recomendadísima desde este mismo momento y esperemos que tengamos suerte y acabe visitando nuestro país ya sea por festivales, editada en físico y en plataformas.

https://www.terrorweekend.com/2021/07/gaia-review.html

La película empieza con buenos mimbres, un entorno de una naturaleza densa, dos hombres que viven de un modo primitivo, un culto a la naturaleza que es la que les ofrece provisiones para subsistir, y una amenaza inquietante, ya que con todo lo anterior, se hace extraño pensar que algún mal puede amenazar algo tan idílico y primario.
Pero no se entiende muy bien la existencia de esa amenaza, ni su forma, ni cual es su objetivo, ni cómo ha sido su origen.

Barend (Caren Nel) un adorador de la naturaleza, y su hijo Stefan (Alex van Dyk), llevan una vida sigilosa en medio de la jungla.
Dos agentes forestales realizan un recorrido rutinario, pero Gabi (Monique Rockman) se adentra en la zona de influencia de los dos personajes que viven de un modo primitivo. El contacto entre ellos genera muchas incertidumbres, pero una amenaza exterior hace que tenga que surgir la confianza entre ellos.

Gaia (2021) es una película de terror fantástico sudafricana, dirigida por Jaco Bouwer, en la que dos guardabosques quedan atrapados en una selva en la que habitan otras criaturas, además de la flora y la fauna. A pesar de algunas imperfecciones resulta intrigante narrativa y visualmente.

Por Nicolás Bianchi

La película parte de la idea de que los mundos del hombre y la naturaleza se encuentran cada vez más lejos el uno del otro. Los personajes con los que inicia el film, dos guardaparques, son extranjeros con drones y teléfonos celulares en un bosque selvático, un lugar que les es hostil. Ya pasó mucho tiempo desde que el hombre comenzó a destruir el medio ambiente y, al parecer, llegó el tiempo de ajustar cuentas.

Gabi (Monique Rockman) y Winston (Anthony Oseyemi) son las dos personas que provienen, en términos de la película, del mundo del hombre. Cuando se encuentran en una recorrida que luce de rutina, un drone que utilizaban para tomar fotografías aéreas se pierde en el bosque, al que ingresan para buscarlo. La película fue filmada en el parque nacional Tsitsikamma, en la costa sur de Sudáfrica. El lugar provee un entorno de forestación densa que es retratado por Bouwer como un ambiente cargado y peligroso, porque hay algo que vive allí y está al acecho.

Gabi es atrapada por dos hombres, que son padre e hijo. Barend (Caren Nel) y el joven Stefan (Alek van Dyk) viven en el bosque sin contacto con el exterior. Son autosuficientes y su vida es austera. Además, saben qué es lo que allí sucede. Gabi, que en principio necesita de la asistencia de ambos porque resultó herida por accidente, comenzará a comprender de a poco qué fuerzas están en movimiento en la selva.

En principio la película es un relato sobre alguien que queda atrapado en un lugar (en este caso un bosque que se presenta hostil) y busca cómo salir, pero pronto abandona esa línea porque Gabi se compenetra con los otros dos personajes, mientras su compañero Winston está desaparecido, y se interesa cada vez más por la situación que se desarrolla en el bosque. Gaia es imperfecta pero intrigante y en su desarrollo da cuenta de una búsqueda original tanto en su trama como en su despliegue visual.

En tiempos de pandemia el relato inevitablemente rebota contra esa realidad, ya que lo monstruoso es algo que proviene de las entrañas de la selva, que se entiende como lo más profundo y puro de la naturaleza. Se menciona también la posibilidad de una venganza por parte de una entidad superior, a la que Barend y su hijo siguen con devoción. De forma microscópica padre e hijo constituyen una muy pequeña secta, que es otro elemento del cine de terror que está presente en el film.

En Gaia funciona mejor lo sobrenatural, o sea la lógica que se construye sobre lo que sucede en la selva, que las motivaciones de los humanos. La frontera entre lo onírico, lo real y lo que puede ser alucinado, en un sitio en el que hay todo tipo de hongos con mucha actividad, resulta más atractivo desde el punto de vista visual que desde el narrativo. Más allá de alguna confusión o torpeza en su desarrollo, Gaia es una película viva como las raíces, las esporas y los organismos de ese bosque que busca una improbable venganza contra el hombre.

Está disponible online. Contacto: [email protected].

Una inquietante película de terror sudafricana con un punto de locura sobrenatural con secuencias muy turbias y con un claro mensaje sobre el peligro que la humanidad representa para el planeta. Un tema que también se abordó en otra película que pudimos ver en Sitges de Ben Wheatley "In the earth". 

Dos guardaparques, Gabi y Winston, en una revisión de rutina tienen un accidente, quedando los dos separados en un inmenso bosque. Gabi es encontrada por un padre e hijo que viven allí y se la llevan para que la cuiden. Una vez en el chamizo donde sobreviven comienza a ver actuaciones muy extrañas, ya que dicen que el espíritu de la jungla puede poseer a las personas. Al caer la noche es testigo de los horrores que acechan en la jungla y tendrá que luchar para salir con vida. 

El director Jaco Bouwer transmite maravillosamente esta sensación de impotencia ante el desastre climático que se nos avecina y como la naturaleza se rebelara contra la amenaza a la que está sometida por los humanos.

Esta amenaza espeluznante consigue atraparte en este entorno exuberante y maravilloso de una inmensa jungla preciosa. Quizás el ritmo lento, demasiadas escenas de sueños y algunas cosas no aclaradas lastran un poco la narrativa de la película. Pero hay suficientes cosas interesantes para darle el aprobado. 
Destino Arrakis.com

Gaia es un film que forma parte del llamado Eco-horror.

El sudafricano Jaco Bouwer elabora una puesta en escena muy cuidada en el aspecto visual, para narrar una historia de terror, que incluye elementos de folklore, de ecología, tecnofobia. Con una trama con conexiones con el videojuego The Las of Us, y a partir de una fotografía que potencia la belleza visual de las imágenes, el film constituye una reflexión sobre la desconexión del ser humano con su entorno natural.

El concepto de la tierra vengándose de los ataques de la raza humana, aporta un elemento sobrenatural que funciona muy bien en el film. Más irregular es el desarrollo narrativo de las dinámicas entre los personajes, con algún problema de ritmo y de comprensión que hacen que no sea un film redondo.

En cualquier caso, un horror que huye del efectismo mainstream con toques ecológicos y una gran belleza visual de sus imágenes.