Todos hablan de Jamie

"Todos hablan de Jamie" es una película bastante sincera, real y actual; por eso la pueden apreciar cualquier generación de cualquier edad. En esta película habla de frustraciones, miedos, homofobia, rechazo social y como no, de los sueños de Jamie.

En el inicio del film, la profesora pregunta a sus alumnos, que a qué quieren dedicarse, Jamie lo tiene muy claro, ser drag queen, sin dejar de ser un hombre, poder ser mujer cuando él quiera. Estos anhelos de Jamie, recibirán el beneplácito de su madre y su mejor amiga; pero sobre recibirá también los contratiempos y negativas de compañeros de clase, entorno familiar y vecinal, etc... pero en lo que no desiste Jamie es en luchar por sus sueños.

Película muy bien rodada, con bonitos números musicales, y una banda sonora exquisita, con letras profundas y cautivadoras que harán vibrar cada escena musical. Es dificil que un musical LGTBI sea aceptado por el gran público sin prejuicios, pero "Todos hablan de Jamie" merece la pena ser visionada, sin reparos, simplemente dejándote llevar por los sueños de su protagonista, te hace empatizar con su deseo de ser simplemente feliz tal y como es o como quisiera ser.

Las interpretaciones son geniales, a destacar la aparición de Richard E. Grant que hace un papel secundario magnífico. Es un cóctel de buenas intenciones, buen guión, buenas interpretaciones, buenos números musicales, en general una muy buena película que no debería pasar desapercibida por el gran público, ya sin la necesidad de que sea exclusiva para la audiencia homosexual.

Película que realmente decidí ver por las buenas criticas que tenia y la puntuación, al mirar en su sinopsis, dije venga va, vamos a verla, que seguro será entretenida.

Lo es, pero... Deja mucho que desear, algunas de sus sobre actuaciones de personajes, que no tenga un hilo conductor del guión, que mezcle un batiburrillo de clichés y frases que dices OMG... y sobre todo que si Jamie quiere ser una Drag Queen, no salga como tal.

Hay más drag en esta historia en sus créditos finales que en si en la misma historia... Canciones originales eso si y bueno de voces más bien regular, pero la verdad a esta película/musical sobre el descubrimiento de los sueños de Jamie sobre querer ser algo que muchos a los 16 no piensan y menos tenerlo como una propuesta de futuro le falta bastante. Eche de menos más espectáculo, eche de menos una drag de verdad, con su maquillaje, colorido, trajes espectaculares y por qué no un buen personaje Drag que marque historia como muchas reinas drags lo han hecho a lo largo de esta vida.

Película que sí la puedes ver, pero que fácilmente olvidaras. Como ahora mismo que la vi anoche y ahora ya me cuesta escribir una critica que resalte y vaya acorde a las buenas criticas y la puntuación obtenida en esta página.

*Hilo musical

Quienes disfruten de películas musicales cargadas de buenas canciones originales no tendrán queja, en lo que a este aspecto se refiere, de Todos hablan de Jamie. La mayoría de los temas que le dan forma dejan huella en el primer visionado, incluyendo Everything, la canción que abre la película y que, aunque no forma parte del hilo narrativo, sirve de perfecto aperitivo para lo que está por venir.

No cabe duda de que la dirección de Jonahthan Butterel, el encargado de llevar el musical a los escenarios del West End hace cuatro años, ha sabido aprovechar las ventajas del celuloide. De ese modo, sin los límites impuestos por un escenario y un estático telón de fondo, Butterel da más libertad de movimiento a los personajes y un mayor dinamismo a las canciones por medio de una acertada labor de montaje.

*Tu historia me suena

Son varios los títulos a los que Todos hablan de Jamie recuerda. El primero de ellos es Billy Elliot, cuyo protagonista ha de enfrentarse a los prejuicios típicos de una ciudad de provincias inglesa. A Hairspray nos transportan las ganas de triunfo que tiene el estudiante de instituto protagonista, cuyos sueños parecen imposibles de alcanzar. También resulta difícil no pensar en The Prom, una producción de Netflix cuya protagonista quiere aprovechar el baile de fin de curso para gritarle al mundo su gran verdad.

Pero, por muy familiar que resulte, la historia que nos relata Todos hablan de Jamie es una que merece la pena contarse una y otra vez. Al fin y al cabo, aunque no solemos expresarlo por medio de canciones y bailes espontáneos que resultan estar coreografiados a la perfección, todos tenemos sueños que nos gustaría hacer realidad.

*Tenemos que hablar de Jamie

Pero no todo son buenas noticias. Jamie New, el personaje principal de Todos hablan de Jamie, carece de las virtudes que hacen carismáticos a los personajes de los títulos mencionados anteriormente. A pesar de ello, todo gira en torno a él, que no parece haber hecho nada especial para merecerse los constantes halagos y la incesante atención que recibe por parte de familia, amigos y mentores.

Por suerte, también hay espacio, aunque sea poco, para personajes secundarios con muchos más matices. Sin ir más lejos, el interpretado por la joven Lauren Patel tiene el carisma y la simpatía suficientes para compensar las carencias de su amigo del alma. Toda una lástima que los guionistas no se hayan animado a dotar al protagonista de Todos hablan de Jamie de atributos más admirables y de una personalidad mucho menos cargante.

*La nota final

Es cierto que Todos hablan de Jamie (Everybody’s talking about Jamie) cojea en lo que al desarrollo de su protagonista se refiere. Sin embargo, a nivel musical, la cinta puede alardear de estar repleta de grandes temas originales. Tal vez es así como Amazon Prime Video nos quiere compensar por la desafortunada Cenicienta: ofreciéndonos una película que sí se merece dos horas de nuestro tiempo.

Escrito por Esther Alvarado

Pues nunca mejor dicho lo del título. Una historia real que pasó a ser un documental en el 2011 (Jamie: Drag Queen at 16) luego un musical teatral en Shenfield y de ahí a Londrés. Y como todos hablaban bien de Jamie pues a la gran pantalla de manos del director y coreografo que se hizo cargo de ella en las tablas londineses.

Una historia queer bienintencionada sobre la libertad de identidad con canciones alegres y emotivas que apuesta por la tolerancia y la identidad de género. Buterell criba los números musicales incorpora uno nuevo e imprime ritmo, color y estética de videoclip para los variados números musicales.

Richard E. Grant añade veterania a un elenco bien elegido pero es el debutante Max Harwood (1997)  el que se zampa literalmente la pantalla con su carisma y desparpajo teñido de fragilidad adorable y como cantaba "La charanga del tio Honorio" allá por los 70: "¿Qué se pue hacer...?. Hay que quererlo.". Harwood sustituye sorpresivamente a John McCrea quien triunfó con el personaje de Jamie New sobre los escenarios.

Aboga Hardwood en una entrevista que le gustaría que los actores queer no solo interpretaran papeles gays, de Drag o temática similar. Ojalá lo consiga y abra camino; tiene mimbres y se lo ha ganado.

cineziete.wordpress.com

Siendo una producción de Amazon Studios y tratando el tema que trata, pensé que sería otro intento fallido más de representatividad queer liderado por una gran empresa, pero me he encontrado con una película que parte y existe como homenaje del queerness y del mundo drag de una manera sentida y entretenida.

Y Sarah Lancashire (!) cantando "He's My Boy" y la réplica de Jamie con "My Man, Your Boy", por alguna razón, me han parecido dos canciones devastadoras y casi me deshidrato por los ojos. Ni con The Father, ni con Grave of the Fireflies había llorado tanto. Madre de Dios.

Y esta película ha hecho que la presencia de Richard E. Grant sea más que tolerable. Hasta puedo decir que la he disfrutado.

Pero, evidentemente, no puedo pasar por alto lo que creo que son fallas de caracterización de personajes. El bully de esta película es un esqueleto de lo que podría haber sido un buen personaje, de forma que su catarsis final se me ha antojado algo plana. El personaje de la profesora creo que también merecía algo más de exploración. Y también me ha parecido que los despuntes de Jamie -personaje atractivo, por supuesto, pero arrogante y algo egoísta- no han erosionado el porvenir de la película más allá de la aparición de las canciones "He's My Boy" y "My Man, Your Boy" (the tears... are endless).

Everbody's Talking About Jamie flota allí donde tantas otras películas se habrían hundido. Si bien no llega a los confines a los que sí llegó Hedwig and the Angry Inch -que aunque trata un tema algo distinto, algunas coordenadas resultan bastante parecidas-, creo que ha acabado siendo algo interesante y adecuado.