Thai Dragon

La crítica es sencilla. Como película es de lo peor que he visto en mi vida, por momentos mala, por momentos absurda y por momentos ridícula.
Ahora bien, es ponerse Tony Jaa a repartir bofetadas y quedarte anonadado. Las escenas de combate son espléndidas. Eso sí, aunque muy espectaculares se quedan por debajo de Ong Bak, bastante mejor película y bastante mejor en temas de combates en mi opinión.
Aparte, realmente las primeras escenas son muy muy flojas, realmente la cosa empieza a estar bien a partir de la lucha en el restaurante con Johnny. Como recomendación creo que esta película debería verse como una porno, es decir, adelantar la morralla y ver la parte de acción.
Le doy el 5 sólo si te gustan las artes marciales. Si no, huye de ella como de la peste.

Thai Dragon es, simplemente, un espectáculo visual impresionante. Es una película para cualquiera que disfrute mínimamente de las artes marciales. Cuando pensabas que ya has visto todas los golpes y coreografías posibles, esta película no hace más que dejarte la boca abierta continuamente.

La pena es que su mayor cualidad es la única. Su guión es muy simple, aunque simpático, los personajes tópicos como el amigo simpático o la chica ni siquiera tienen un mínimo desarrollo... y es cierto que en ocasiones parece un videojuego. Su apartado técnico también es reseñable, hay un travelling hacia la mitad de la película, de unos cuatro minutos, que sólo por él merece la pena ver la película.

Y, al igual que en Ong Bak, los efectos especiales brillan por su ausencia en las escenas de lucha. O eso, o son los efectos perfectos, que es lo que vas a pensar cuando veas como se tira a un tio a una altura de 10 metros y atraviesa un techo de madera. Simplemente, no puedes creer que eso lo haga un especialista. Seguro que ha habido más de un hueso roto durante el rodaje.

La otra cosa a resaltar es la excelente actuación de su protagonista, Tony Jaa. No se limita a reproducir las coreografías ensayadas, las efectúa con una rabia y una furia, sobre todo a medida que va avanzando la película, que realmente te hace temer por la integridad de los demás actores.

Lo dicho, una película para un público concreto, y si perteneces a él seguro que pasas un muy buen rato.

¡Ah, amigo con gafas de pasta, ¿has visto ya la de "Thai Dragon"?! ¿Y te pareció una caca comercial? ¿Qué pasa, te quedas en la superficie? Muy mal. Los golpes pueden obnubilar al simple espectador de cine comercial, ese que tú tanto odias... pero recuerda, es un film tailandés, que aún no está muy de moda, así que para ti sí debe estar de moda, percibe los detalles...

¿Ese plano-secuencia en el que nuestro protagonista se carga a 50 chinos te parece una simple muestra de efectismo barato para atraer borregos? Muy mal. Observa bien... Es una muestra de ira y soledad. La destrucción del atrezzo (ira), que en ocasiones resiste (serenidad). La soledad, una mixtura de silencio y ruido... Casi no se puede percibir el silencio, no hay intimidad, rota por gritos de dolor y crujidos de huesos... ¿Más? Observa a nuestro protagonista. Le han arrebatado todo. Un alegato contra la sociedad actual. Te controlan, te arrebatan lo espiritual (en este caso, representado por un animal, símbolo de la pureza del alma y todos nuestros aspectos naturales de bondad), y te obligan a viajar a ciudades urbanizadas, donde el materialismo puede con todo. Observa la cara de pasmarote de Tony. Se siente marginado, en un mundo que él no creó, donde todo se resuelve por medio de la violencia. Tiene que sacar a relucir sus instintos primarios, pero... ¿es todo lo demás simple paja? ¡NO! Los enemigos de Tony están industrializados. Han comprado la última moto, los últimos patines, etc. Es aquí donde se ve la odisea que un hombre debe recorrer en contra del infernal progreso hacia la autodestrucción, que nos llevará a todos por el camino de la amargura.

Los diálogos, estúpidos en la mayoría de las ocasiones, no son más que el reflejo de esta nueva sociedad, de una vacuidad tremebunda, en la que los aspectos trascendentales se han perdido totalmente. Ya nadie se preocupa por quién era Nietzsche o Kant, sólo quieren consumir, comprar, controlar...

Tony es el ideal moderno, un ser humano que escapa de los límites que le impone la realidad para rebelarse contra los rebaños. Y si no lo ves, no eres un verdadero moderno. Bueno, puede. Las artes marciales presentes en todo el film quizás pueden cegarte incluso a ti, vanguardista. Lo que sí habrás podido observar, serán las lacras que están presentes en los enemigos principales de nuestro luchador: el chulito bakala que no sabe ni hablar y no aprecia el dadaísmo; el fortachón, representa esa actitud humana de postrarse ante el más destructor. Terrible. El tío que se pega unos bailes del copón, es nuestra superficialidad, sólo nos fijamos en el esbelto aspecto exterior. La superficie nos ciega. Y por último, la ambigüedad sexual, que deriva en sometimiento, quienes tienen dudas más superficiales son quienes dominan a los demás, y transforman al individuo en un peón de su juego consumista.

Podrás ahora apreciar, amigo moderno, que este film servía para introducir a la gente en un dilema moral. Pero ahora, no sigas leyendo...

Todos esperábamos su regreso y lo ha hecho por todo lo alto, Thai Dragon es catalogada como una de las mejores películas de acción de todos los tiempos por su ejecución en los movimientos y esta vez si, la esencia de la amistad a los animales y la cultura de los antepasados. Una película para tener entre nuestra videoteca por que aquí no hay aburrimiento. (Cfelix: Cine+ España)

Como bien he leído de otras críticas, aquí no te puedes esperar mucho guión, o más bien ninguno.
Los diálogos brillan por su ausencia, pero, es que para lo que esta película pretende no hacen ninguna falta, la verdad.
Sencillamente es una sucesión de patadas, puñetazos, rodillazos, codazos, más patadas, patadas voladoras, patadas sin volar, cabriolas y toda suerte de movimientos acrobáticos.
Pero entretiene y mucho.
Hasta cierto punto tiene humor ya que en un momento dado lo que Tony Jaa (creo que en la cinta se llama Kham o Khan o algo así) no para de repetir es: Mi elefante, y a pegar mamporros, y otra vez, mi elefante, y a pegar más mamporros todavía, y así casi más de diez minutos pegando mamporros a diestro y siniestro.

Es prodigioso y espectacular este chico, no le conocía pero en comparación con Jackie Chan, prefiero a éste puesto que es más espectacular, me hace recordar por su espectacularidad a Bruce Lee. Eso si de dotes interprétativas poco poquito la verdad, para ello está mejor dotado por ejemplo Jet Li, otro que también me gusta.

Para lo que busca sobra, pero podría haber estado más argumentada la historia aún manteniendo las mismas patadas, añadiendo un poco más de metraje y la película habría sido más completa.Aún así me parece entretenida y por tanto le doy un seis.