En el filo de la duda (TV)

Excelente película que más o menos fielmente va contando como sucede el descubrimiento del virus del Sida en forma casi simultánea en Francia y EEUU, mientras el virus arrasaba con los pacientes. Interesante descripción del trabajo que realiza el centro de control de enfermedades allá en el país del norte. Todos los avatares de un pequeño grupo de médicos más interesados en los pacientes, que en la fama, los galardones, el dinero...Después se descubriría que el virus no respeta edad, condición sexual, religión, posición social, ni nada.
Buenos ejemplos de Sida bueno y Sida malo auqne esa postura queda más claramente expresada en películas como Philadelphia. Muy interesante para quienes el tema les resulte relevante.

El SIDA se empezó a conocer cuando muchos homosexuales estadounidenses empezaron a morir por enfermedades que en principio no resultaban mortales. Todas esas muertes tenían un patrón en común: todos los muertos sufrían además un extraño e inofensivo cáncer cutáneo representado por unas manchitas en la piel. El hecho de que, en un principio sólo afectara a los homosexuales hizo que la administración Reagan y mucha gente de la América más conservadora les dieran la espalda y no se destinaran ni dinero ni medios. Por suerte, hubo gente que por motivos altruistas o por motivos no tan altruistas se enbarcaron en una lucha contra esa nueva y extraña enfermedad.

Esta película supone un interesante relato que mezclando documental y drama cuenta como nació el SIDA y como fueron los primeros esfuerzos en contra de la enfermedad. Así, cuenta las distintas reacciones de los grupos de homosexuales; como se empezó a descubrir que no sólo se contagiaban los homosexuales; las dificultades por parte de los investigadores estatales para investigar la enfermedad; los descubrimientos por parte del instituto Pasteur; y los intereses ocultos del que es considerado como uno de los mayores impostores de la historia de la medicina: el doctor Gallo.

Vista esta película con la perspectiva del tiempo, lo más interesante de ella es ver el comportamiento de la gente antes del descubrimiento del VIH y como han cambiado las cosas desde entonces. La película, además, representa muy bien un montón de temas relacionados. Entre ellos, ver como los intereses personales de Robert Gallo complicaron la investigación y estuvieron a punto de encaminarla hacia un camino distinto. También destacar el caracter humano que se le da a los homosexuales demonizados en aquel entonces, y la fuerte crítica al sector conservador de la sociedad norteamericana.

En el cartel de la película se ven varios actores conocidos como Steve Martin, Richard Gere, o Anjelica Huston; pero la verdad es que más que hacer un papel en la película, hacen un cameo. De los actores más protagonistas, ninguno desentona y destaca un grandioso Ian Mckellen que tal vez el hecho de ser un homosexual reconocido le hace hacer una interpretación muy humana de, precisamente, un homosexual.

En muchos pasajes esta película parece un documental. Imprescindible como reflejo de una época en que Elthon John no solo se casaba con una mujer para acallar habladurías, sino que demandaba a la prensa que insinuaba su condición de homosexual. Además del drama social, como fondo la interesante historia de unos científicos luchando por el descubrimiento del origen del SIDA, unos por el bien de los pacientes, y otros por su gloria personal. En el aspecto de los derechos de los homosexuales, hemos evolucionado mucho; en el de las tropelías de ciertos científicos, seguimos igual.

Randy Shilts (1951-1994) es según Wikipedia 'un periodista, escritor y activista gay' autor de tres libros que tratan precisamente el tema de la homosexualidad en los USA. And the Band Played On: Politics, People, and the AIDAS Epideminc fue el segundo de ellos, una crónica sobre la aparición y estudio del SIDA a principios de los años ochenta. El libro fue la base a un telefilm de la HBO realizado en 1993 por Roger Spottiswoode (El Mañana Nunca Muere), con un reparto de caras muy conocidas en papeles muy breves -imagino que cobrando poco para concienciarse con la causa-. Randy Shilts falleció al año siguiente de la emisión de la TV movie, de SIDA -aunque él no era consciente de ser portador de la enfermedad mientras escribía su obra-.

En España And the Band Played On, tanto libro como adaptación llegó con el título de En el Filo de la Duda, y tuvo un paso limitado en cine con la publicidad engañosa del nombre de Richard Gere en grande, cuando solo sale cinco minutos. El reparto es coral, todos tienen su protagonismo: Matthew Modine, Ian McKellen, Alan Alda, Glenne Headly, Tchéky Karyo, Richard Masur, Richard Jenkins, Angelica Huston, Lily Tomlin, Richard Gere, Saul Rubinek, Steve Martin, Charles Martin Smith, Swoosie Kurtz y el cantante Phil Collins.

La película obtuvo tres premios Emmy, al mejor telefilm, casting y edición, además de nominaciones para el director y cinco de sus intérpretes. En los Globos de Oro de ese mismo año también obtuvo dos candidaturas, mejor telefilm y actor (Matthew Modine), que no ganó.

Principios de los años ochenta. Una enfermedad todavía sin nombre aparece en los Estados Unidos siendo el demográfico homosexual el más perjudicado. Un equipo de científicos trata de estudiar el virus, sin saber la procedencia, el método de transmisión ni cómo erradicarlo. Esto último más difícil todavía en unos USA bajo el mandato Reagan y su consiguiente desinterés en la comunidad homosexual.

En el Filo de la Duda es una película a medio camino entre documental periodístico más riguroso, y una ficción que es retrato de la época en que suceden tales acontecimientos. Dos horas y cuarto de intenso estudio científico, sociológico y político que supone un documento de gran interés histórico, el contraste informativo a otra excelente película estrenada el mismo 1993, Philadelphia de Jonathan Demme, también un alegato a favor las víctimas del SIDA.

Roger Spottiswoode consigue su mejor película -o casi habría que decir documental- con un guión que explica los hechos de manera objetiva, sin tratar de manipular ni de ofrecer momentos lacrimógenos -y si los hay, es porque simplemente muestra la realidad del momento-.

Excelente banda sonora de Carter Burwell, y un gran reparto en el que sobresale un Alan Alda muy cabronazo, un Ian McKellen -gay en la vida real- buenazo, Matthew Modine como el perseverante protagonista, un breve Richard Gere, y habituales secundarios como Saul Rubinek (Almacén 13), Richard Masur (La Cosa) y Charles Martin Smith (Los Intocables de Eliot Ness).

Se diría que la película está basada en las memorias del personaje interpretado por Modine. No sé si es así, pero "se non e vero, e ben trovato". Lo sugiere, sobre todo, el descarnado retrato del doctor Gallo, que parece teñido de resentimiento. En cualquier caso se trata de una correcta escenificación de las primeras reacciones que suscitó la aparición del SIDA. La proximidad en el tiempo le resta el distanciamiento que sería conveniente, aunque también impide que se filtre algo de la conspiranoia que ha venido caracterizando ciertos discursos sobre el tema.

Las pesadillas del protagonista remiten a La Peste, de Camus: ya en esa novela se planteaba el asunto de las posturas que caben ante la epidemia. Aunque En el filo de la duda se centra sobre todo en los equipos médicos que se enfrentaron a ella, también deja caer el impacto que tuvo en otros sectores sociales, sin olvidar la merecida crítica política a la pasividad de la administración Reagan.

De todas formas el afán de tratar un tema tan concreto le da a la película un carácter casi documental que hace que se resienta la tensión dramática. La ficción se ve empujada en la dirección de los hechos "reales", lo que impide que resulte una historia "redonda". Por suerte sale al rescate la interpretación de un reparto espléndido, que contribuye a dar al producto una calidad que le aleja del carácter de telefilme que, inevitablemente, tiene.

No es de esas películas que hay que ver sin falta antes de morir, pero tiene su interés.


P.D.: A veces también hay que valorar de una película los caminos que abre: la sensación que deja esta es la de que aún está por filmarse la gran película sobre las mezquindades de la ciencia moderna (o mejor dicho, de los científicos.)