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Queso de cabra y té con sal

Drama En una provincia en medio de la estepa mongola, Amra, de 11 años, vive una vida nómada tradicional con su madre Zaya, su padre Erdene y su hermana pequeña Altaa. Mientras Zaya cuida del rebaño, Erdene trabaja como mecánico y vende el queso casero de Zaya en el mercado local. Su pacífica rutina se ve amenazada por la invasión de empresas mineras internacionales, que excavan en busca de oro y devastan el hábitat natural. Erdene es el ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
20 de octubre de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde Mongolia nos lega esta película del director Byambasuren Davaa, en esta ocasión no ha optado por el documental como las películas anteriores, que han cosechado algunos premios en festivales como "La historia del camello que llora", "El perro mongol" o "Los caballos de Genghis Khan", aquí nos ofrece una historia pequeña pero muy sentimental, reflejando el modo de vida de los nómadas de aquellas tierras tan lejanas del desierto del Gobi.

Amra es un niño de once años muy espabilado que le gusta cantar y se divierte viendo videos de Youtube. Su familia son pastores nómadas de cabras. Cuando en el colegio están haciendo pruebas para 'Mongolia's Got Talent' se presenta. Pero su vida se desmorona tras la muerte de su padre en un accidente, ahora la prioridad del chaval es la supervivencia de la familia, por lo que deja estudiar e intenta conseguir algo de dinero en la minería que es quien está destruyendo su modo de vida. 

Las montañas imponentes y los caminos de tierra de las estepas de Mongolia son un marco incomparable para contar este drama que bien podría ser un western por el conflicto que siempre ha surgido entre ganaderos y mineros.

En este caso las minas son de oro, lo que provocan mucho movimiento de tierras y desviar los cauces de los ríos, algo que hace que se estropee la hierba que comen los animales, por los que muchos habitantes deciden irse a otros lugares desplazados por la codicia de los buscadores de oro.

Las tradiciones antiguas, la pérdida de un pilar importante de la familia y la inocencia infantil del joven protagonista hacen que te metas muy bien en la historia con un resultado más que satisfactorio.

Aunque la película es de 2020, se atrasó por culpa de la pandemia y llega ahora a los cines el día 28 de octubre de 2022.
Destino Arrakis.com
videorecord
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28 de octubre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La directora y guionista Byambasuren Davaa ya sorprendió al mundo en 2005 con su largometraje El perro mongol. Casi veinte años después, vuelve a trasladarnos, con su delicada e impactante maestría, a la estepa de Mongolia para acompañar a la familia de Amra y mostrarnos su curioso modo de vida.

En su largometraje anterior, el relato discurría a medio camino entre el documental y la ficción. En esta ocasión, se inclina más hacia la segunda opción sin dejar por ello de ser clara y contundente en su descripción de los rituales cotidianos de esta etnia seminómada que se incorpora, sin prisa pero sin pausa, al universo de las nuevas tecnologías y la globalización de los programas televisivos y las marcas de coches.

Dos componentes hacen muy grande esta película de Davaa. Por un lado, el retrato que realiza de los protagonistas es un prodigio de sutileza basado en la contemplación, en un natural dejar hacer y en una planificación alejada de complicados movimientos de cámara. Logra mostrar los pequeños detalles que aderezan y describen a los miembros de la familia, sobre todo en el interior de la yurta, la milenaria vivienda circular propia de los nómadas de Asia Central. Allí, en la penumbra, se muestra el microcosmos familiar, sus aspiraciones, contradicciones, intimidades, enfados e incomprensiones.

Esta intromisión del espectador en el núcleo íntimo de Amra, contrasta y se refuerza con la inabarcable extensión de la estepa que Davaa plasma con, de nuevo, una planificación exquisita. La horizontalidad del paisaje se complementa con mínimos elementos verticales, en especial el árbol de las cintas, o se corona con una luna que aumenta la grandeza del panorama al que se enfrentan los recios habitantes de la zona.

Los nítidos contornos de cada pieza del paisaje se convierten en un dibujo preciso que delimita el horizonte vital de sus pobladores. La amenaza de las empresas mineras parece minimizarse ante la fortaleza del entorno, haciendo que sea el factor humano el que perciba el peligro y luche por sus derechos.

Sin reproche en lo fílmico, quizá sea este matiz reivindicativo lo que desequilibre de alguna manera la narración, ya que pueden parecer demasiados temas en un relato tan pequeño. Sin embargo, Queso de cabra y té con sal es, por continuar con los tamaños, una pequeña gran obra, cargada de humanidad y preciosa y precisa en lo visual.

www.contraste.info
Revista Contraste
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22 de octubre de 2022
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una interesante aunque desconocida cinematografía

Desde el principio de Queso de cabra y té con sal impresiona la gran fotografía de Talal Khoury, que en la primera y larga secuencia recoge la llegada de un coche por la extensa estepa de Mongolia. Erdene, Yalalt Namsrai, es un padre que lleva en un viejo Mercedes a su hijo de once años Amra, Bat-Ireedui Batmunkh, a la escuela primaria.

La familia vive al modo tradicional en asentamientos nómadas con el ganado que cuida Zaya, Enerel Tumen, la madre del chico que además elabora el queso que vende su marido en el mercado local. La película muestra la cotidianeidad de la comunidad vecinal de la pequeña familia de Erdene, mecánico, completada con la hija pequeña Altaa, Algirchamin Baatarsuren.

La vida transcurre sencilla y en calma, retratada con detalle y ambientada con la buena música de John Gürtler y Jan Miserre. El guion del propio director Byambasuren Davaa y de Jiska Rickels hace intimista el relato acercándonos a la cultura nómada de ésta familia. Éste largometraje de la cinematografía de Mongolia, casi totalmente desconocida en España, tiene gran cercanía con películas de países como Irán o Afganistán que tienen escasas pero interesantes películas.

Cine poco comercial al uso, en cuanto que careciendo de efectos especiales y de grandes presupuestos, tiene buena calidad al realizarse con una especial dedicación a historias sencillas pero muy humanas. En Queso de cabra y té con sal se aborda un conflicto social por la explotación exhaustiva de los recursos naturales en contra de los intereses de la población.

*La desigual lucha de David contra Goliat

Una compañía minera extranjera quiere desalojar a los habitantes locales para hacer prospecciones aún a costa de la oposición popular y el deterioro del medio ambiente. Las compensaciones económicas ofrecidas a los nativos no logran convencerles para que abandonen sus pastos y tierras. Ante éste problema repentino, se organizan para hacer frente a la amenaza eligiendo un líder que les represente en la lucha.

En la asamblea local de la comunidad eligen a Erdene como representante para renegociar con la empresa minera tratando de parar o cambiar el proyecto. Al mismo tiempo, la profesora de su hijo Amra informa al alumnado de la selección que se está haciendo en la región para el concurso de canción Got Talent infantil.

Una y otra vez el chico trata de que su padre le firme la autorización para presentarse al concurso, pero el padre está inmerso en las negociaciones de la comunidad para evitar tener que abandonar sus tierras.

La lucha de David contra Goliat se presenta muy desigual, con una población pobre que teme ser expulsada de su hábitat natural por la búsqueda del oro. La unión de los habitantes no parece ser suficiente ante la llegada de las excavadoras y máquinas de la compañía minera. Como en tantas otras regiones del planeta, las multinacionales pretenden expoliar sus recursos naturales, aunque supongan el envenenamiento de las aguas del río y la expulsión de su gente.

Mientras tanto, Amra consigue finalmente convencer a su padre de que le firme la solicitud para el concurso de canción infantil. El tema elegido “Tierra dorada” es alegórico a la problemática de su territorio. Al regreso del viaje, de Erdene con su hijo del casting de preselección para el Got Talent, tienen un accidente falleciendo el padre.

*La obligada maduración precoz de Amra

Ante ésta desgracia Zaya la madre se hunde y el chico se siente culpable de la muerte de su padre. La economía familiar queda muy debilitada y a espaldas de su madre, Amra deja de ir a la escuela para trabajar en muy duras condiciones en la explotación minera.

Queso de cabra y té con sal reproduce en algunas secuencias la explotación del trabajo infantil y sus insalubres condiciones de seguridad, aprovechándose de la pobreza de sus habitantes.

Es especialmente interesante ésta denuncia de las condiciones infrahumanas del trabajo infantil y sus consecuencias negativas de todo tipo.

El chico de once años se ve obligado drásticamente a madurar, haciéndose cargo de responsabilidades económicas y familiares ante la muerte del padre por el accidente de tráfico. Obligado a crecer precozmente trata de ayudar a su comunidad nómada para parar los sondeos mineros.

Se denuncia el abandono de las clases por tener que trabajar siendo menores de edad, los riegos de accidentes y enfermedad por su baja preparación para un trabajo duro físico de adultos.

Queso de cabra y té con sal se convierte en un documento social, que muestra una realidad bastante extendida en muchos países de varios continentes en vías de desarrollo. Ante eso las grandes empresas y multinacionales miran hacia otro lado, al igual que políticos y gobernantes de todo el espectro ideológico acomodados en sus sillones dorados.

Cuando la madre de Amra le avisa que ha recibido la noticia de haber sido elegido para la final, se encuentra con que su hijo no quiere ir al seguir sintiéndose culpable del fallecimiento del padre.

En los créditos finales se da cuenta de que la quinta parte de Mongolia ha sido dañada por la minería. 391 lagos, 344 ríos y 760 muelles se han secado dañados por la industria de la minería.

*Conclusión

Queso de cabra y té con sal es una sencilla pero ambiciosa película de Mongolia, que trata la explotación del trabajo infantil y de los recursos naturales por codiciosas empresas multinacionales. Es a su vez un alegato contra la destrucción de la Naturaleza y el empeoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes locales.

Un argumento bien construido desarrollado con buenas interpretaciones, mayormente por intérpretes no profesionales, resaltan el gran mensaje de la película.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez
Cinemagavia
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19 de marzo de 2024
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Esperaba mucho más, un cine de un "misterioso país", nada más y nada menos que de Mongolia, de otra milenaria y misteriosa cultura, etc. Pero no, casi nada de eso, quitando algunos detallitos no deja de ser una película tan occidental como cualquier otra. ¡Hasta la basura del Got Talent! Una pena y una oportunidad perdida.
La producción es normalita, justita, algún que otro hermoso paisaje de la estepa y poco más.
La dirección no es nada del otro mundo, una narración correcta y algo cursi. Muchas imágenes trilladas y un montaje algo lento. Lo mejor, la secuencia del final, con diferencia.
La historia tampoco es muy original que digamos, las compañias mineras que destrozan la naturaleza y echan a los colonos, más que requetevista. De estas hemos visto decenas.
Los protagonistas están ni fu ni fa, inexpresivos y con el típico toque cómico del cine oriental.
Miguel Ángel
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