Cuchillos en la oscuridad

Lamberto Bava firma este interesante giallo que, sin bien no aporta nada nuevo al subgénero, si representa una muestra aceptable, aunque sin llegar al nivel de los más grandes. El aire cutre y barato impregna cada fotograma, con una musiquilla reiterativa la cual debería ser la banda sonora de la película en la que trabaja el compositor protagonista, pero que al mismo tiempo ambienta la acción que transcurre en ese momento, como si la película estuviera ocurriendo de verdad, como cine dentro de cine.

La sobreactuación y la infinita estupidez de las víctimas del todopoderoso psycho-killer de turno concuerda con el estilo de estas películas precursoras del slasher, a favor del estilismo de los crímenes, a costa de perder realismo. Destaca la escena del asesinato de una de las chicas en el lavabo, por ser la más cruel y explícita. Y por supuesto, el ya esperable giro final sorprendente. Todo parece rodado de forma humilde, pero con fundamento y confianza en lo que se produce, dando como resultado una efectiva y aceptable muestra de giallo que gustará a sus seguidores y reafirmará a sus detractores.

Un giallo bastante decente, y con una historia algo distinta a lo acostumbrado y con buenas dosis de misterio, y es que al principio de la peli pasan unas cuantas cosas que te dejan muy descolocado, y no es hasta bien avanzada la cinta, que empiezan a atrase cabos.

Se nos presenta la historia de un creador de bandas sonoras de películas, que en este caso ha sido contratado para crear la música de una película de terror, y se ha mudado a un gran chalet para trabajar en ella. Pero desde la primera noche, se da cuenta de que en esa casa pasan cosas bastante raras.

El hecho de estar creando la música para una película, da la excusa para que oigamos una y otra vez el tema musical, que no está nada mal, y menos mal, porque si no, sería insoportable.

Tenemos varios asesinatos, varios sospechosos y una historia aceptable, aunque para mi gusto algo cogida por los pelos en su desenlace.
Otro giallo de nivel medio que se deja ver perfectamente y se disfruta.

Secuencias de crímenes, o crímenes en secuencia, ambos conceptos unidos gracias a, o por culpa de, la figura del cine, la pantalla, que proyecta el reflejo no tan falso como puede creerse de una realidad terrible.
La realidad es la de un asesino en serie...

No hay que tener miedo a afirmar que "Macabro" es una de las mejores obras italianas de suspense y terror jamás filmadas, y que sólo con su presencia valdría para elevar a su artífice, Lamberto Bava, a lo más alto del género en el panorama de la década de los '80; el hecho de ser su debut le hace ganar más puntos si cabe. Pudiera ser que el hijo de uno de los maestros del cine de todos los tiempos añadiera un prestigio mayor al apellido superando a su propio progenitor...pero eso no es así. Y para ponerlo de manifiesto sólo necesitó una película más, en rodaje después de desempeñarse como asistente de dirección del todopoderoso Argento en "Tenebre".
En "La Casa con la Scala nel Buio" podemos apreciar a qué diferente nivel se sitúa de su primer esfuerzo, tanto más cuanto que se trató de un encargo del productor Mino Loy para la televisión, una miniserie dividida en seis episodios con algunas muertes sangrientas. El guión, escrito por un Dardano Sacchetti no muy afinado y con problemas con el director, parece ofrecernos un buen comienzo cuando tres niños se aventuran en una casa y dos de ellos obligan a otro (Giovanni Frezza, el actor infantil por excelencia de la serie "B" italiana de los '80) a bajar las escaleras a un sótano envuelto en oscuridad.

Inquietante y controvertido comienzo. Pero no es real, se trata de un engaño, una imagen en una pantalla como sucedía en la estrenada poco antes "Impacto", de la cual ésta se influencia bastante, y del mismo modo que en los "giallos" de Argento donde un artista de la más diversa índole se enreda sin querer en una intriga criminal, aquí tenemos a Bruno, compositor de películas terror (otro clásico del género, Andrea Occhipinti) que vivirá una serie de extrañas experiencias en el chalet donde se acaba de instalar (ni más ni menos que el de Luciano Martino, prestado a su querido amigo Bava a sabiendas de su limitado presupuesto...).
El concepto, realmente "depalmaniano", es interesante, pues la ficción de la obra en la que trabaja el protagonista podría extrapolarse a la realidad creando un nexo terrible. Pero el guión tiene un hándicap: cargar con la inverosimilitud del género al que pertenece, pues se ve que esa es una regla inquebrantable a la hora de escribir un "giallo", y "La Casa" lo es en el sentido más estricto, con todo lo malo que conlleva; las cosas ya se desmoronan al colarse en la casa, y sin previo aviso, una chica que mantendrá una de las conversaciones más idiotas oídas por un servidor. Esta interacción tan torpe entre personajes da claras señales de la tremenda estupidez de éstos.

Inmediatamente después, cual espejismo, ella desaparece y se produce el primer asesinato del film, que Bava rueda con violencia y los artificios visuales aprendidos de Argento, pero de ninguna manera igualándolos (ni cuenta con los medios ni con la destreza). Ahora Bruno se convierte en el protagonista de "Rojo Oscuro", pero no hace nada salvo pequeñas investigaciones personales que sirven de poco; y las reglas del "giallo" se respetan al seguir apareciendo muchachas estupendas e igual de subnormales que la primera, que antes o después serán candidatas a víctimas del misterioso asesino, quien merodea dentro y fuera de la finca cometiendo sus fechorías y nunca es visto (que me expliquen cómo lo hace...).
El ciego de "Macabro", Stanko Molnar, obtiene el obligatorio secundario amenazante que no es quien es. En realidad el film intenta seguir una lógica de intriga en base a los crímenes, al diario de la primera víctima y a la opresión alrededor del artista, pero los personajes se cargan dicha lógica con sus raros comportamientos y acciones, en especial las mujeres, absolutamente irritantes y con la gran habilidad de colarse en el chalet cuando quieren (bueno, aquí todo el mundo lo hace y parece no importarle al propietario (¡!) ). Esto provocará que no sintamos la más mínima compasión cuando mueran o se vean atrapadas...

Todas excepto Anny Papa en el papel de Sandra, la escritora y directora de la película a la que Bruno pone música, el único personaje interesante, no sólo por su ingenio cínico y la profundidad emocional y psicológica que hace de ella el guión (ya podría haber repartido algo entre las demás féminas...), sino por conocer la verdadera identidad del homicida, que nosotros ya podemos intuir con sólo ver los primeros 20 minutos de metraje, y establecer una significativa conexión entre ella y dicha película.
Pero Sacchetti (y no es de extrañar que Bava se pelease con él) no tiene suficiente con interrumpir su participación en la intriga con las detestables apariciones de Julia, la novia de Bruno (Lara Lamberti), sino que en una maniobra realmente brillante se la quita de enmedio con todo el descaro, y proponiendo un giro de acontecimientos típico del "giallo", es decir: inesperado, sin pies ni cabeza, que desborda todos los pasos anteriores del argumento...y que nos hemos de creer y tragar ya que los razonamientos son lo más prescindible, dando la puntilla el propio Bruno al explicarnos las posibles razones de ser del criminal, repitiendo la fórmula de "Psicosis" (un recurso también usado millones de veces). En serio, ¿qué función tiene aquí Occhipinti?

"La Casa" fue, sin embargo, desechada para televisión por su contenido violento (los asesinatos, eso sí, no escatiman en brutalidad ni en litros de hemoglobina), y reeditada para estrenarse en cines, haciendo una taquilla bastante buena...y esto sí resulta inexplicable.
Tal vez el apellido familiar fue una baza importante para el director, quien tardaría en regresar al género.

Esta es una de las cinco películas que he visto de Lamberto Bava: "Macabro", "Cuchillos En La oscuridad", "Demons", "Demons II" y "Crímenes En Portada". "Semáforo rojo (Cani arrabbiati)" la hizo a medias con su padre y "Shock (Suspense)" la dirigió su padre y Lamberto solo fue coguionista. Esas siete son todo lo que he visto de Lamberto como director y/o guionista.

"Cuchillos En La oscuridad" es una de las más populares de este director. El comienzo, recuerdo que me gustó mucho. Sale el niño Giovanni Frezza, que ya había salido en "Aquella Casa Al Lado Del Cementerio" y en "Manhattan Baby", ambas de Lucio Fulci. Solo sale unos minutos al comienzo de la película.

Ese inicio, me pareció bien hecho, con atmósfera de película de terror ochentera. Con ese comienzo, la película tenía muy buena pinta, sin embargo, luego todo el desarrollo posterior me pareció algo alargado. A la película le faltaba algo de contenido entre tanta muerte truculenta.

Lo que más me gustó fue la ambientación en la casa del compositor. Entre la música de fondo que suena (la melodía de piano), la localización en la casa y la ambientación en general (con ese manejo de la cámara), hay mucha intriga y buena atmósfera de terror y misterio.
Merece destacarse como una de las mejores películas de Lamberto Bava.

Un músico es contratado, para realizar el soundtrack, de una película de terror, y dentro del chalet que le consiguen para hacer su trabajo, ocurrirán...inesperados como brutales asesinatos!

Una historia que se cocina a fuego lento, donde ocurren varias tragedias, y nuestro protagonista, irá indagando cada vez más, desde las escasas señales que deja este "psycho" en el entorno, hasta las personas que el músico frecuenta...

Un giallo, bien adornado de misterio...Y personajes ambiguos, que harán que la resolucion conduzca en una dirección, hasta mostrarte...un tercer acto tan sorprendente como tumbero!

Muy buena banda sonora e inquietante atmósfera, que te envuelve y confunde, hasta mostrarte sus naipes mejor guardados..me fascinó ese final!

Del mismo director de "Demons"...

Una película bien aderezada, con escenas impactantes, y una historia que termina de revelar un trauma del pasado, en su shockeante plot twist final.

Twitter: @alucard8791