Angel-A
2.377
Romance. Comedia. Fantástico
André decide suicidarse pero, cuando está a punto de hacerlo, descubre que no es el único: a su lado, una joven está por tomar la misma decisión. André decide salvarla, y este encuentro cambiará totalmente su vida... (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2008
49 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Angel-A es una extraña e intimista comedia a la que le caben tanto el adjetivo de romántica como surrealista; con ella, el cineasta francés Luc Besson ha declarado que se despide del cine de autor.
El destacado realizador se ha caracterizado por su mirada indagadora de la interioridad de personajes solitarios y desventurados, en un mundo que no parece trazado a su medida y del cual buscan una vía de escape. Con "Angel-A", Besson parece poner fin a esa etapa que ha ofrecido grandes momentos. Lo hace, combinando una deliciosa y muy simple historia que reúne a una pareja-despareja: la altísima modelo danesa Rie Rasmussen (descubierta por Brian De Palma) y el bajísimo actor de origen magrebí, Jamel Debbouze (conocido por su participación en Amélie).
La mujer es el insólito "ángel" del título y él, un estafador de poca monta que, apremiado por deudas non santas, huye de unos temibles hampones. Ambos convergen en el marginal espacio de los aspirantes a suicidas, en este caso, el borde de un puente sobre el río Sena, donde se descubren en la misma desesperada actitud. Cuando ella se lanza al agua, él se olvida de sus propios problemas para rescatarla. Desde ese momento no se apartarán uno del otro y sus vidas cambiarán rotundamente.
Lo que sigue, es un juego de paralelismos y contrastes, donde comprobaremos cómo el ángel no es tan perfecto ni el reo tan irredimible, mientras Besson intenta combinar lo mejor de sí, quedando finalmente una obra con momentos de buen cine, subrayados por una comicidad de amplio espectro, que va desde las más poéticas sutilezas hasta bordear la desmesura del grotesco.
El bajo perfil parece acompañar a esta encantadora película que fue estrenada con visible demora en nuestro país, donde las críticas no han sido benévolas ni el público la ha bendecido desde el punto de vista taquillero.
Algunos han visto torpeza en los pasos de comedia, o no perdonan que su relato vaya desde lo naif a lo sentimental, acercándose desprejuiciadamente a una óptica new-age.
Pero el punto que nadie ha podido rebatirle es su maravillosa estética que sostiene los momentos de infrecuente lirismo.
Besson realiza un cuento moderno en el París actual, en espléndido blanco y negro, que intencionalmente evita los contrastes dramáticos y sobreabunda en la tonalidad de grises, más afines con el tono de comedia.
Básicamente, la intención de Besson parece haber sido la de sentirse libre en un medio con tantas presiones comerciales como el cine de nuestros días, construyendo con reducido presupuesto un guión en el que pueden leerse una suerte de citas-homenaje a realizadores como Frank Capra ("Qué bello es vivir"), Wim Wenders ("Las alas del deseo") y Robert Altman ("El volar es para los pájaros").
Apuntalada con pequeñas grandes virtudes, a veces infantil y otras grotesca, siempre visualmente sobresaliente, "Angel-A" fascina con su fotografía y su particular banda sonora.
El destacado realizador se ha caracterizado por su mirada indagadora de la interioridad de personajes solitarios y desventurados, en un mundo que no parece trazado a su medida y del cual buscan una vía de escape. Con "Angel-A", Besson parece poner fin a esa etapa que ha ofrecido grandes momentos. Lo hace, combinando una deliciosa y muy simple historia que reúne a una pareja-despareja: la altísima modelo danesa Rie Rasmussen (descubierta por Brian De Palma) y el bajísimo actor de origen magrebí, Jamel Debbouze (conocido por su participación en Amélie).
La mujer es el insólito "ángel" del título y él, un estafador de poca monta que, apremiado por deudas non santas, huye de unos temibles hampones. Ambos convergen en el marginal espacio de los aspirantes a suicidas, en este caso, el borde de un puente sobre el río Sena, donde se descubren en la misma desesperada actitud. Cuando ella se lanza al agua, él se olvida de sus propios problemas para rescatarla. Desde ese momento no se apartarán uno del otro y sus vidas cambiarán rotundamente.
Lo que sigue, es un juego de paralelismos y contrastes, donde comprobaremos cómo el ángel no es tan perfecto ni el reo tan irredimible, mientras Besson intenta combinar lo mejor de sí, quedando finalmente una obra con momentos de buen cine, subrayados por una comicidad de amplio espectro, que va desde las más poéticas sutilezas hasta bordear la desmesura del grotesco.
El bajo perfil parece acompañar a esta encantadora película que fue estrenada con visible demora en nuestro país, donde las críticas no han sido benévolas ni el público la ha bendecido desde el punto de vista taquillero.
Algunos han visto torpeza en los pasos de comedia, o no perdonan que su relato vaya desde lo naif a lo sentimental, acercándose desprejuiciadamente a una óptica new-age.
Pero el punto que nadie ha podido rebatirle es su maravillosa estética que sostiene los momentos de infrecuente lirismo.
Besson realiza un cuento moderno en el París actual, en espléndido blanco y negro, que intencionalmente evita los contrastes dramáticos y sobreabunda en la tonalidad de grises, más afines con el tono de comedia.
Básicamente, la intención de Besson parece haber sido la de sentirse libre en un medio con tantas presiones comerciales como el cine de nuestros días, construyendo con reducido presupuesto un guión en el que pueden leerse una suerte de citas-homenaje a realizadores como Frank Capra ("Qué bello es vivir"), Wim Wenders ("Las alas del deseo") y Robert Altman ("El volar es para los pájaros").
Apuntalada con pequeñas grandes virtudes, a veces infantil y otras grotesca, siempre visualmente sobresaliente, "Angel-A" fascina con su fotografía y su particular banda sonora.
26 de marzo de 2007
45 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
A-L-U-C-I-N-A-N-T-E! Una obra de culto desde ya! Besson sorprende con una historia de amor imposible, sobre encontrarse a sí mismo y sobre la libertad...
Visualemnte de SOBRESALIENTE... París sale deslumbrante en un blanco y negro impolutos, con una destacable fotografía (la tour effiel iluminando la noche parísina con sus numerosas luces...).
Los actores simplemente perfectos, encarnando a unos personajes de lo MÁS carismáticos.
El final es simplemente una oda a la libertad, al cambio... A ser uno mismo y no sentirse atado (y al amor, claro).
Visualemnte de SOBRESALIENTE... París sale deslumbrante en un blanco y negro impolutos, con una destacable fotografía (la tour effiel iluminando la noche parísina con sus numerosas luces...).
Los actores simplemente perfectos, encarnando a unos personajes de lo MÁS carismáticos.
El final es simplemente una oda a la libertad, al cambio... A ser uno mismo y no sentirse atado (y al amor, claro).
11 de julio de 2007
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Besson, ese gran cineasta francés que a tantos ha cautivado con su sencilla y descorazonadora mirada a los pedazos de vida de cualquier alma inerte que se le pasara por enmedio: A muchos conmocionó con su peculiar asesino, Leon, enamorado de esa niñita cautivadora, o con esa pequeña y encomiable historia de dos amigos, separados por circunstancias menores y aunados, de nuevo, por una amistad irrompible y por la tragedia, o de esa peculiar asesina, trasnformada en una magnífica retrospectiva de lo que es un pedazo de vida sin espíritu, vagando prófuga en busca de su propio espacio y de su libertad.
Ahí estaba ese Besson, que indagaba en el lugar más recóndito del corazón, humanizaba, sacaba lo mejor de personajes que, ni mucho menos, eran virtuosos, sino todo lo contrario: Estaban desposeidos de su virtud, y eso les hacía interactuar, divertirse, incluso intentar destapar aquellos momentos que a nadie le gustaría que estuviesen grabados en video, y mostrarlos al público como un espejo de personas que desean almas gemelas, sus propios espejos en un mundo que no parece trazado a su medida y del cual buscan la vía de escape más rápida, aunque terminen encontrando su propio y recóndito rincón.
Luego llegaron los fuegos de artificio puro y duro, el encumbramiento del tecnicismo o la búsqueda del entretenimiento más banal, y con ello desapareció el cine, el cine de alguien que ha sabido enternecer y cautivar a partes iguales.
Con "Angel-A", Besson parece poner fin a una etapa (o eso comentó) que ha ofrecido grandes maravillas y momentos, y lo hace combinando en ella una sencilla y, aunque por momentos, evidente historia (digo evidente por como intenta insuflar aire a sus protagonistas, mediante diálogos que pecan, en alguna ocasión, de ser demasiado obvios) que presenta a un hombre desesperado ante sus deudas y una vida que ha sido poco fructífera que, en uno de esos momentos impulsivos, cuando decide arrojarse por un puente, encontrándose en él a la bella Angel-A, una peculiar muchacha que le hará ver las cosas de otro modo, intentando que borre y rehaga su imagen a semejanza de alguien más sincero y afectivo.
Y es ahí donde Besson intenta combinar lo mejor de sí, quedando finalmente una cinta con momentos de buen cine, instantes donde algunas situaciones se resuelven de modo excelente mediante diálogos bien trazados o una comicidad bastante ajustada pero que, en ocasiones, se adecúa bastante bien a lo que la peli requiere, aunque en otras resulte un poco grotesca u esperpéntica.
(El spoiler no es tal)
Ahí estaba ese Besson, que indagaba en el lugar más recóndito del corazón, humanizaba, sacaba lo mejor de personajes que, ni mucho menos, eran virtuosos, sino todo lo contrario: Estaban desposeidos de su virtud, y eso les hacía interactuar, divertirse, incluso intentar destapar aquellos momentos que a nadie le gustaría que estuviesen grabados en video, y mostrarlos al público como un espejo de personas que desean almas gemelas, sus propios espejos en un mundo que no parece trazado a su medida y del cual buscan la vía de escape más rápida, aunque terminen encontrando su propio y recóndito rincón.
Luego llegaron los fuegos de artificio puro y duro, el encumbramiento del tecnicismo o la búsqueda del entretenimiento más banal, y con ello desapareció el cine, el cine de alguien que ha sabido enternecer y cautivar a partes iguales.
Con "Angel-A", Besson parece poner fin a una etapa (o eso comentó) que ha ofrecido grandes maravillas y momentos, y lo hace combinando en ella una sencilla y, aunque por momentos, evidente historia (digo evidente por como intenta insuflar aire a sus protagonistas, mediante diálogos que pecan, en alguna ocasión, de ser demasiado obvios) que presenta a un hombre desesperado ante sus deudas y una vida que ha sido poco fructífera que, en uno de esos momentos impulsivos, cuando decide arrojarse por un puente, encontrándose en él a la bella Angel-A, una peculiar muchacha que le hará ver las cosas de otro modo, intentando que borre y rehaga su imagen a semejanza de alguien más sincero y afectivo.
Y es ahí donde Besson intenta combinar lo mejor de sí, quedando finalmente una cinta con momentos de buen cine, instantes donde algunas situaciones se resuelven de modo excelente mediante diálogos bien trazados o una comicidad bastante ajustada pero que, en ocasiones, se adecúa bastante bien a lo que la peli requiere, aunque en otras resulte un poco grotesca u esperpéntica.
(El spoiler no es tal)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
29 de octubre de 2015
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película tributaria de Wim Wenders y el mundo de los ángeles de "Wings of Desire" (1987, Der Himmel über Berlin), con imágenes fabulosas en blanco y negro, que muestran a los ángeles encantados del mundo de los humanos y de sus placeres mortales. Besson filma una comedia deliciosa, de una trama simple que mezcla humor burdo con una estética de cuento de hadas. El tono humorístico le sienta bien a esta re-interpretación de la vida de los ángeles. Es una historia ingenua donde el amor logra competir con la eternidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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22 de marzo de 2011
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Angel-A no busca llegar al espectador con una historia compleja, más bien se basa en lo simple. Buscar la parte buena que hay en todos, por más escondida que esté.
La historia parte con un hombre que está lleno de deudas, dineros sucios. Dado que no puede pagar nada porque es un miserable y se siente así, decide la ruta fácil: suicidio. ¿Qué ocurre?, una hermosa mujer también resuelve matarse justo en el mismo momento en que André se dispone a hacerlo. Él se olvida de sus problemas y salva a la chica, desde ese instante no se separarán más. Ella le ofrece ayuda, él acepta.
Simple historia, lo vital es que la chica es un ángel, pero este personaje celestial está inmerso en sus propias dudas e inseguridades. A lo largo del metraje ambos se ayudarán, complementándose, entendiéndose. La mezcla de comedia con fantasía queda bien, no se cae en tantos excesos, el tramo final llega bastante y francamente es lo mejor de la cinta.
El concepto más importante es la libertad, y la manera en que todos la tratamos de conseguir, desde un hombre sin autoestima con muchos problemas hasta el mismísimo ángel. En fin, es una buena película con una excelente fotografía en blanco y negro. Es cine de ese que no busca dinero o taquilla, sino del que pretende ser empático con los propios espectadores que luchamos día a día con la moral, las ataduras sociales, etc.
La historia parte con un hombre que está lleno de deudas, dineros sucios. Dado que no puede pagar nada porque es un miserable y se siente así, decide la ruta fácil: suicidio. ¿Qué ocurre?, una hermosa mujer también resuelve matarse justo en el mismo momento en que André se dispone a hacerlo. Él se olvida de sus problemas y salva a la chica, desde ese instante no se separarán más. Ella le ofrece ayuda, él acepta.
Simple historia, lo vital es que la chica es un ángel, pero este personaje celestial está inmerso en sus propias dudas e inseguridades. A lo largo del metraje ambos se ayudarán, complementándose, entendiéndose. La mezcla de comedia con fantasía queda bien, no se cae en tantos excesos, el tramo final llega bastante y francamente es lo mejor de la cinta.
El concepto más importante es la libertad, y la manera en que todos la tratamos de conseguir, desde un hombre sin autoestima con muchos problemas hasta el mismísimo ángel. En fin, es una buena película con una excelente fotografía en blanco y negro. Es cine de ese que no busca dinero o taquilla, sino del que pretende ser empático con los propios espectadores que luchamos día a día con la moral, las ataduras sociales, etc.
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