Tocando fondo

Pocas veces un titulo se a adaptado mejor al carácter general de una película. Oscura ¿comedia? española de principios de los 90 y de la que ya nadie se acuerda. Yo, como buen masoquista cinematográfico que soy, cuando empiezo a ver una película me la trago hasta el final, aunque esta basura me hizo hasta replantearme mis principios. Y lo peor es que este engendro es muy representativo de un tipo de cine a la española. Vomitiva.

Ni pizca de gracia tiene la película. Parece mentira que sea de Cuerda, un hombre bien dotado (cinematográficamente hablo, ¡ojo!).
Sin embargo este filme parece hecho con desgana, sin ninguna imaginación, y hasta las interpretaciones son flojas, sin duda porque la dirección es mala.
No merece la pena.

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Vayan sumando: Antonio Resines en la época que hacía de Antonio Resines; Jorge Sanz, correcto y poco más; Iciar Bollain, regular y enseñando tetas; Manuel Alexandre, también correcto; Cristina Collado, la actriz que hace de esposa de Resines, poniendo malas caras; Lola Baldrich —con la que cuatro años antes flipábamos en su época de cantante de las nuevas "Objetivo Birmania" y que al año siguiente sería muy conocida por su papel de la enfermera Gertru en "Médico de Familia"—, enseñando tetas también; Francis Lorenzo, que no aparece en los títulos de la cabecera, en la época anterior al tío Julio de la mencionada "Médico de Familia"... y con las apariciones estelares de Fiorella Faltoyano, con más clase que nadie (¿efecto buscado por el dire? A saber...); Sancho Gracia, que curiosamente en las muy pocas secuencias que sale se merienda a todo el resto del reparto; y el exministro y exfiscal general del Estado Javier Moscoso (sí, sí.. el que dio nombre a los días de asuntos propios de los funcionarios).

Añádase a lo anterior un guión sin pies ni cabeza, unas bromas y situaciones cómicas que en general tienen poca gracia, algunas situaciones mal narradas y aun peor interpretadas (en particular, la secuencia de los gitanos en el chalet), y una dirección que brilla por su ausencia. De este panorama, eso sí, salvamos la música de saxo de Andreas Prittwitz que destaca sobremanera entre tanto despropósito, precisamente por lo buena que es.

Un pastiche importante, en suma.

Supuesta comedia, sin gracia ninguna que desaprovecha un buen reparto para nada. Supongo que el director pretendía hacer hacer una película simpática de pícaros y le salió un pastiche bastante malo. No es que los actores estén mal, simplemente correctos, es que el guion no da para más.

Destaco a Sancho Gracia que en su papel de camarero, sin hacer gran cosa, se merienda a todos los demás y a Fiorella Faltoyano por su elegancia. A Iciar Bollaín y Lola Baldrich, las ponen para enseñen las tetas. Manuel Alexandre y Antonio Iranzo cobran por soltar cuatro frases. Resines hace de Resines y Jorge Sanz, algo mejor que otras veces, hace lo que puede.

No me acabo de creer que el director sea José Luis Cuerda, el mismo de "La lengua de las mariposas" o "El bosque animado", no puede ser que él esté detrás de todo esto. Aquí tocó fondo.

Le pongo un 4 porque un resbalón en la vida lo tiene cualquiera.