Nuestra canción de amor

Estrenada en el festival de cine de Tribeca en 2010 "My own love song" cuenta con la gran interpretación de Renée Zellweger, en el papel de Jane, una mujer que tras un accidente de tráfico no puede volver a caminar, y de Forest Withaker, Joey, al que la vida también le ha jugado una dura pasada. Están los dos inmensos. La casualidad, el destino, ¿quién sabe? los ha unido y forman una curiosa amistad; ambos necesitan encontrar sus caminos, (aunque ella se resiste) y emprenden un viaje de Kansas a Baton Rouge en coche, tren, y autobús que cambiará sus vidas. En su camino aparecerá Madeline Zima (a la que conocimos siendo la niña pequeña de "La Nanny") que influirá en ellos.

El director y guionista francés Oliver Dahan, cuya última película fue "La vida en rosa" nos regala una hora y media de cine con una una banda sonora inmejorable, a manos de Bob Dylan, con una estética muy cuidada, una gran fotografía y una excelente actuación de todo el reparto, en una historia cautivadora, muy bien contada y con un mensaje que va mucho más allá de la superación personal. Por momentos triste y conmovedora; por momentos, divertida y esperanzadora.

Merece destacar el encuentro con Nick Nolte y su estancia en Nueva Orleáns, sin ninguna duda da mucho que pensar.

Y sin desvelar el final, os recomiendo que veais los títulos de crédito, están muy bien, y últimamente ya no se cuidan esas cosas....

El éxito de La vida en Rosa, permite a Daham "hacer las américas". El resultado no esta a la altura de su película de referencia. Da la sensación que quiere abarcar demasiado: comedía, drama, realismo, ficción, la américa profunda, una road movie, personajes discapacitados.....!uf! y claro ya lo dice el refrán, "quien mucho abarca poco aprieta". Afortunadamente el reparto es de lujo y evitan el desastre. La cinta va de mas a menos consiguiendo al menos que le cojamos cariño a sus protagonistas y les acompañemos hacia su previsible final. Ademas hay canciones (como siempre sin subtitular a pesar de ser referenciales en la trama) que firma un tal Bob Dylan y eso siempre es de agradecer.

Bueno acabo de terminar de ver este film dónde cómo siempre cabe destacar la interpretación del Señor Whitaker, que desde su papel en el último Rey de Escocia se le empezaba a echar de menos.
La película aunque algo floja tiene un mensaje claro y muy importante: hay muchas formas de estar lisiados en esta vida , no sólo lo está aquél que no puede andar, o el que tiene problemas psquiátricos o el que está en fase terminal...todos de una manera u otra lo estamos, o bien porque la vida no nos ha dado lo que esperamos o porque la vida quizás nos dió mucho más de lo que pudisiémos imaginar y de repente un día nos los quitó.

"Nuestra canción de amor" es un viaje de unos "locos" que no se resignan, que no permiten que sus tristes circunstancias acaben con ellos, es un viaje lleno de optimismo y sobre todo es un viaje de amor y de amistad. Porque en el fondo, todos estamos lisiados y necesitamos que de vez en cuando nos recuerden que no estamos solos.

Durante y después del primer visionado, el regusto que nos deja “Nuestra canción de amor” es el de una obra menor, poco ambiciosa, interpretada por caras famosas en horas bajas, haciendo lo que más les gusta hacer cuando ya no les llaman para protagonizar taquillazos: escenificar vidas disfuncionales para que veamos lo bien que son capaces de fingir (interpretar) un sufrimiento que, a todas luces, no padecen en su vida cotidiana.

A lo mejor si leyera otros comentarios de la película o si la viese otra vez cambiaría de opinión, pero va a ser que no: hay demasiadas películas para ver y demasiados truños que desenmascarar como para aburrirme otra vez viendo esto. Que no es que sea mala, es que sencillamente no me ha llamado la atención esta road-movie de desgraciados plagada de alegorías impícitas y explícitas que en el fondo son mucho lirili y poco lerele: mucho posible mensaje, mucho sugerir respuestas, mucho insinuar trasfondos, pero nada concreto, ni un cabo atado.

Ya sabía que Renée Zellweger, Forest Whitaker, Nick Nolte, etc… son buenos intérpretes, no me hace falta que me hagan una película exclusivamente para recordarlo. Y si lo hacen, por favor, un poco de alegría, que no todo tiene que ser hacer sentir a la sociedad que está lisiada psicológicamente.

Si hace poco veía a un inmenso François Cluzet en "Intocable", atado a una silla de ruedas, ahora le toca el turno a la siempre correcta Renée Zellweger llevar las riendas de su vida, lamentablemente, de una manera totalmente distinta al francés. Si Cluzet interpretaba a un tetraplégico con dinero y posibilidad de pagarse todas las comodidades posibles para llevar su vida de una manera normal, Zellweger nos trae aquí a Jane, una paralítica que lo ha perdido todo por culpa de un trágico accidente de coche. No tiene dinero, ni trabajo, ni ganas de vivir. Ha perdido la custodia de su hijo por no poder hacerse cargo de él tras el terrible accidente que la dejó un tiempo incluso en coma y el único que está siempre a su lado es Joey, un hombre con serios problemas mentales interpretado magníficamente por el gran Forrest Whitacker. La película no apasiona pero sí que es un trabajo interesante del director Olivier Dahan, donde podemos ver como secundarios al veterano Nick Nolte o a la joven Madeline Zima, a la que recuerdo de esa serie de mi adolescencia que me gustaba mucho ver, "La niñera". Los amantes del cantante Bob Dylan disfrutarán de la banda sonora de la película, formada íntegramente por canciones del compositor americano. A mí nunca me ha apasionado este cantante pero reconozco que hay temas muy buenos como "The life is hard", uno de los mejores para mí.