Haz click aquí para copiar la URL

La gran estafa americana

Drama. Comedia. Intriga Estado de Nueva York, años setenta. Irving Rosenfeld (Christian Bale), un brillante estafador, y su inteligente y seductora compañera Sydney Prosser (Amy Adams) se ven obligados a trabajar para un tempestuoso agente del FBI, Richie DiMaso (Bradley Cooper), que sin querer los arrastra al peligroso mundo de la política y la mafia de Nueva Jersey. (FILMAFFINITY)
<< 1 40 45 46 47 57 >>
Críticas 284
Críticas ordenadas por utilidad
19 de febrero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
David O. Russell le tiene gustito a la alfombra roja de los Oscars de Hollywood; con esta inclasificable película, demuestra su ojo para seducir a los académicos gracias a un reparto de lujo y a una puesta en escena setentera absolutamente irresistible… Hay mucho donde elegir…¿El “pelazo” de Christian Bale, los escotes vertiginosos de Amy Adams, los rulos de Bradley Cooper o la histérica aflicción de Jennifer Lawrence? No sé… Yo me quedo con el magnífico ‘hit list’ musical, aunque tampoco puedo evitar una turbadora sensación de desconcierto emocional que bascula entre lo excelso y lo ruín, entre el ‘summum total’ y el chascazo…
(+) El reparto en general, aunque Christian Bale y Amy Adams logran dos de las interpretaciones más inteligentes de sus respectivas carreras.
(-) Su proceder discursivo es tosco y narrativamente pierde los estribos demasiado a menudo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
No es el qué, es el cómo… El mimo y la delicadeza con los que Irving Rosenfeld (Christian Bale) se acicala su moñigoso peluquín en los primeros compases de esta ‘La Gran Estafa Americana’ (pretencioso título castellanoide del más revelador ‘American Hustle’) pueden considerarse toda una declaración de intenciones hacia la auténtica estafa, la oda al postizo que nos tiene preparada David O. Russell, realizador muy dotado para manipular a los entrañables y desestructurados personajes que pueblan sus particulares microcosmos emocionales, pero cuya voluntad estilística sigue sin encontrar su pauta… O. Russell firma su propuesta más ambiciosa hasta la fecha, situándonos a finales de los 70, una época de plena convulsión política, social, artística y estética en los E.E.U.U., donde los pantalones acampanados, los peinados desbocados, los escotes en picado y la lentejuela fácil disfrazaban a tristes y confusas figuras de la América post-Vietnam para abocarlas a una peligrosa espiral de falsedad, pretenciosidad y ambición…
En este ámbito de corruptela, lisergia y fiesta, Rosenfeld (Bale), su despechada esposa (Jennifer Lawrence) y su particular musa amatoria de la farsa que es Sydney Prosser (Amy Adams), junto Richie DiMaso (Bradley Cooper), el agente del FBI con quien pretenden consumar el timo en cuestión, componen una vertiginosa cuadratura de vanidades cruzadas, un monstruo de cuatro cabezas, miserable y desconfiado, incapaz de disimular su fealdad espiritual con pelucas, esmaltes o acentos inventados… Cuatro intérpretes impecables (con sus respectivas nominaciones al Oscar, of course) que, sencillamente, ahogan la confusa propuesta de O.Russell, un discurso sobre las máscaras que pretende ser original, irónico y suficientemente transgresor, pero cuya sofisticación y excentricidad aportan una intensidad más leve y sorda del modelo al que abiertamente querría poder parecerse: un ‘Boogie Nights’ dirigido por el Martin Scorsese de ‘Casino’, por ejemplo…
Este festival de la impostura cinematográfica prefiere subrayar el desconcierto que reina en sus personajes (a los que dota de hasta tres voces en off en su confuso proceder narrativo) a la pragmática de un golpe perfecto, un suceso que llevó a cabo realmente el FBI bajo el nombre de ABSCAM… Su desarrollo inconexo y disfuncional, casi anárquico, logra perfilar los bajos instintos, las mentiras y las flaquezas de Rosenfeld, Prosser y DiMaso, en su incesante búsqueda del estímulo ajeno, de ese otro que nunca podrán ser por mucho que se atusen pelucones, hablen con un perfecto acento británico o logren la permanente ideal… Pero esta tropa de embusteros perfectos, por su inevitable naturaleza parasitaria, acaparan toda la atención de la cinta y aplazan la gran transgresión americana a la que aspira David O. Russell desde ‘The Fighter’ (2010)… Tras la máscara y el postizo, en el irregular proceder del cineasta no hay verdad ni mentira… Hay una contradictoria y gratificante sensación de que lo vacío llena…
Sabino (Diari Menorca)
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de febrero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
El cine de David O. Russell tiene muchas virtudes, entre las que no se encuentra su propia dirección. Como guionista sí sabe escribir unas buenas historias con grandes diálogos. Pero a la hora de convertir ese guión en película no sabe formar una estructura adecuada. Su película más redonda es " Tres reyes " , y la peor " Extrañas coincidencias " . Desde 2011 los tres proyectos que ha sacado adelante han caído en gracia a los académicos, cosa que se puede entender en el apartado " reparto ", pero no en las nominaciones a mejor director. No digo que sean películas malas, porque tienen grandes momentos, pero nunca están al nivel de otros proyectos mejores que competían en esos años.
Esta película tiene muchas similitudes con " The Fighter " , en donde el problema viene en la parte final. Otra vez el director americano no acierta al terminar una película. En " El lado bueno de las cosas " la película se alarga innecesariamente, y en las otras dos es el inicio el que se alarga en exceso para llegar a un atropellado final.
Su cine gusta a la crítica y público americano, y es bastante accesible a los espectadores que desconocen el nombre del director y ven una película según el cartel y quienes son sus intérpretes. Desde ese punto de vista es una persona muy inteligente, porque el resultado es que la mayor parte del público acaba disfrutando con su cine (son entretenidas, intérpretes conocidos y que lo hacen bien, bandas sonoras reconocibles). Si analizas la película encuentras agujeros por su incapacidad para montar una estructura cinematográfica, no tiene en cuenta todos los detalles para ello y creo que no le importa, mientras que el público y academia sigan apreciando su cine.
En la primera parte se hace una introducción para conocer la vida de Irving, la cual se alarga en exceso y se emplea de forma innecesaria la voz en off. Lo mismo ocurre cuando nos cuentan cómo conoce a Sydney y el empleo de ese recurso narrativo.
Hace unas semanas hemos podido disfrutar de " El lobo de Wall street " que comparte con esta película que " intentan contarnos las historias de unos estafadores " .
La introducción en la película de Scorsese es directa y cuenta con alguna escena difícil de olvidar. En esta película no se puede sacar nada positivo de esa parte inicial.
La conclusión es que " La gran estafa americana " tiene una primera parte muy alargada, que abusa de la voz en off para no contar nada; la parte central es muy buena; y el final es atropellado y con alguna situación difícil de explicar.
El proyecto se rodea de muchas cosas buenas, y para ello el director sí sabe elegir bien. El reparto, banda sonora, vestuario y maquillaje son un acierto, y es lo mejor de la película. El problema es que se tienen los ingredientes adecuados pero también se necesita de una buena cocción. En este caso a la hora de cocinar le falta dar el toque adecuado, y David O. Russell no lo ha sabido hacer.
Amy Adams y Jennifer Lawrence están siempre bien, y en esta película vuelven a demostrar su capacidad interpretativa. Son dos grandes actrices y muy guapas, y es un placer verlas en cualquier película. Christian Bale tiene el personaje más complicado, el más enigmático, ya que nunca sabemos cual va a ser su reacción. Del resto sabemos cuáles son sus cartas, pero Irving va deambulando sin definición claro. Por eso la actuación del actor es la mejor de la película, porque sabe dar personalidad propia a un personaje muy complejo. No sorprende que lo haga tan bien, ya que lo había demostrado en otras películas (entre ellas " The Fighter " dirigida también por O. Russell y por la que ganó su único Oscar).
Bradley Cooper cada día actúa mejor, aunque me gusta más su papel en " El lado bueno de las cosas " y " Cruce de caminos " . En esta película no está a la altura de sus otros tres compañeros de reparto. Louis C.K vuelve a aparecer en pantalla, tras hacerlo en " Blue Jasmine ", en otro papel dramático, alejado de su capacidad de hacer reír en " Louie " .
Jeremy Renner tiene un papel muy importante, como alcalde de Atlantic City. La breve aparición de Robert de Niro nos recuerda a sus papeles en las películas de la mafia, aunque en este caso esté una de las situaciones más difíciles de explicar (en la que se ve involucrado Michael Peña).
El maquillaje y la peluquería nos traslada a principios de los 80, y están muy bien conseguidos esos peinados de los protagonistas.
La banda sonora emplea canciones no originales, pero muy conocidas (Tom Jones, Paul McCartney). En ese aspecto sí sabe seleccionar buenas canciones.
Los diálogos son ágiles, y hay alguna gran escena. El problema es la historia de la película, no las escenas aisladas.
Recomendable a todo el mundo, ya que es entretenida y con unos diálogos de gran ritmo. Es complicado ver en pantalla un reparto de tanta calidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
WILLY74
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de abril de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Acabo de ver esta película y me pareció medio entretenida, no es la gran cosa y se me hizo muy parecida a “el lobo del Wall Street” la historia es interesante pero tanto el guion como la dirección se inclinaron más en ir por el lado dramático y no por el lado de la estafa y de la mafia.

En general me parece una película interesante pero no buena, es demasiado larga, extremadamente larga para lo poco buena que es y ¿Esto en serio es una comedia? Porque sinceramente no le conseguí lo cómico por ningún lado, nada pero nada me causo ni la más mínima gracia.

Lo mejor son las actuaciones tanto de Amy Adams (aunque tampoco tan buena como para un oscar) como la de la elfa Jennifer Lawrence que si me pareció muy buena y muchísimo mejor que la de la sobrevalorada “silver liningsplay book” Por cierto, este director Russell como que fantasea con Jennifer Lawrence teniendo sexo lésbico, no se extrañen si en cualquier momento este director hace una película con temática lésbica y una de las protagonistas sea la elfa Lawrence.

Christian Bale estuvo bien pero no tanto para una nominación al oscar, si haberse dejado una barriga y cortado el cabello le daban méritos, creo que a su personaje le faltó más actitud y más carisma. La actuación de Bradley Cooper estuvo regular, no merecía una nominación al oscar.

El que sí estuvo soberbio como siempre, fue el gran Robert De Niro, lástima que apenas salió en escena.

En fin, una película pasable y medio entretenida.
Daniel Quintero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de abril de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Como sucede en las grandes películas, "La gran estafa americana" presenta una primera historia que encierra otra de mayor carga y profundidad. En apariencia nos cuenta algo que pudo ocurrir, más o menos, en la realidad... según nos dicen los títulos de crédito: una trama de corrupción que comienza con algunas falsificaciones y fraudes a pequeña escala, para ir agrandándose y terminar salpicando a la clase política de alcaldes y congresistas... siempre con la mafia vigilando el terreno. Sin embargo, la película de David O. Russell apunta, más bien, a pinchar el globo del gran sueño americano en el que cualquier ciudadano podía hacerse a sí mismo y prosperar hasta alcanzar su puesto en la sociedad. De esta manera, vemos cómo en los últimos años el cine americano ha cuestionado esos orígenes heroicos sacando de debajo de la alfombra una práctica de engaño y falsedad, cuando no de violencia y de renuncia a la propia identidad.

El guionista construye una trama complicada que funciona a las mil maravillas, con giros continuados en una huida hacia adelante... porque los protagonistas tienen que idear, una y otra vez, un nuevo plan para sobrevivir en el enredo en que se hayan inmersos. Las sucesivas implicaciones de estafadores, mafiosos y políticos exigen al espectador un permanente estado de atención para seguir la telaraña que se está urdiendo, y el buen ritmo narrativo ayuda a que no desconecte de la historia por muy alambicada que sea. Son granujas que, casi desde su infancia, se han visto en la necesidad de luchar por sobrevivir, de interpretar papeles y hacer creer a los demás aquello que quieren creer. Son artistas de la simulación que siempre tienen un plan B, expertos en el engaño que juegan con el amor aún a riesgo de salir escaldados, manipuladores de la realidad hasta confundir a propios y extraños... hasta colocarse en situaciones en las que, a veces, ni ellos mismos controlan porque las cosas del corazón traicionan lo que dice la cabeza.

No es el guión el único valor a tener en cuenta en "La gran estafa americana", pues sin las interpretaciones camaleónicas de Christian Bale o Bradley Cooper, sin el choque de trenes femeninos que nos ofrecen Jennifer Lawrence -magistral como esposa de pocas luces- y Amy Adams (el duelo de celos e ingenio femenino entre ambas es de lo mejor de la cinta), sin los buenos trabajos de los secundarios Jeremy Renner y Jack Huston... la película se quedaría en una loca historia de trampas y mentiras. Ellos dan consistencia a sus personajes, los hacen cercanos al espectador a pesar de sus mezquindades, y crean una pátina de verosimilitud para tantas reinvenciones como se ven obligados a asumir. También resulta meritoria la ambientación de los años setenta que impregna toda la cinta, con un diseño de producción que atiende a los pequeños detalles y a un vestuario, peluquería o canciones que nos llevan a esa década prodigiosa.

Es una de las favoritas a los Oscar® con 11 nominaciones, entre ellas las de mejor película y director, además de las de mejores actores para su cuarteto protagonista. En definitiva, estamos ante la radiografía de una sociedad corrupta y amoral, de ambientes sórdidos y ausencia de lealtades, donde el individuo se auto-engaña y es el resultado de unas elecciones tóxicas continuadas. Aunque también es cierto que "La gran estafa americana" es fruto de unas elecciones artísticas cinematográficas acertadas, que alcanzan un trabajo manierista y vacuo, pero también entretenido y equilibrado.
La mirada de Ulises
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de mayo de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Lo mejor de esta película sin dudas es el tituló, es una verdadera estafa al espectador , al cual se le prometieron varias cosas, principalmente por los nombres que se incluyen en su reparto. Lenta y tediosa ,solo se salva Amy Adams de este crucero en hundimiento que no consigue superar las altas expectativas del publico.
Estuvo nominada a diez premios Oscar y por suerte no gano en ninguna categoría,ya que en mi parecer no merecía ninguna.
luchc
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 40 45 46 47 57 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow